Borrado

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Gustavo Munua
FERNANDO PONZETTO

En Maroñas, ante Danubio, fue casi como si Nacional no hubiera jugado y se fue con otra derrota, esta vez por 2-0. El tricolor llegó a cuatro partidos seguidos sin ganar y necesita que el "Bohemio" le robe puntos a Peñarol para que éste no se vaya expreso al título.

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En la mañana de los días de carreras en Maroñas se conoce qué caballos no van a correr, pese a que fueron anotados: son los borrados.

Pues bien, ayer en Maroñas, pero no en el turf, sino en el fútbol, y no en el hipódromo, sino en Jardines, y no al mediodía sino de tarde, hubo un borrado: Nacional, que no es que haya perdido en forma concluyente en el segundo tiempo, cuando se suponía que presionaría y acorralaría al equipo chico que le había sacado dos goles de ventaja, corrió atrás de la pelota que pasó por los pies hábiles de la mayoría de los jugadores rivales, se llenó de amarillas por impotencia, no estuvo ni cerca del empate y, al contrario, de no haber sido por la imprecisión -y a veces indolencia- de los atacantes del rival, hasta pudo terminar goleado.
No, no. En la práctica, Nacional no jugó. Más que hacerlo mal, es como que no hubiera estado, al menos en lo que se refiere a los aspectos básicos del rendimiento de un equipo adentro de la cancha; por ejemplo, no defendió bien, como se vio a los 4’ en el contragolpe que gestó el arquero de Danubio y culminó con el primer gol del local, y quedó ratificado a los 47’ en la jugada que nació con una falta de Polenta cuando tenía la pelota, se dejó estar y fauleó para que no se la llevara un adversario, siguió con la flojedad de Conde y todo el fondo tricolor, y terminó en el segundo tanto del dueño de casa.

En el mediocampo, donde armó un rombo de volantes con Eguren como eje de la contención, Porras y Abero por los costados y algo más adelantados, y “Nacho” de enganche, Nacional tampoco cumplió con ninguno de los requisitos básicos del funcionamiento de un cuadro en ese sector de la cancha: no primó en la marca, se le vio inconexo en el armado, y estuvo difuso e impreciso en la gestación y definición de las llegadas, al punto de que ya antes del final de los 45’ iniciales Alonso se retrasaba para tratar -sin encontrar eco- de organizar el ataque.

Por último, y a raíz de todo lo anterior, pese a que terminó jugando con tres atrás para poner a Barcia, además de Barbaro, Nacional no tuvo profundidad ni eficacia, pues “Nacho” llevó la pelota, buscó, se hizo cargo, pero careció de acompañantes.

Una postal, acaso: Alonso no protestó y ni se fastidió por todo, como otras veces. ¿Qué pasó y por qué? No se sabe; pero lo real es que Nacional estuvo entre los borrados: ayer, en Maroñas; hoy, quizá, de la definición del primer torneo de la temporada.

Nacional jugó mal, sí; pero, ¿y Danubio, que ganó, no tuvo méritos, acaso? Todo lo contrario. Tal vez, la mejor forma de hablar de lo que fue este cuadro que dirige Luis González y que ya hace cuatro fechas que viene ganando en racha, es poner a Nacional a mirarse al espejo de ese rival que ayer lo venció de una manera casi inapelable, pues lo único que queda por fuera de ese concepto es que el foul a Fucile que Ubríaco cobró al borde del área, fue adentro: era penal y quién sabe lo que hubiese pasado si el árbitro lo sancionaba.

En ese sentido, Nacional verá que en el calentamiento se sintió y fue sustituido Fabricio Formiliano, flor de jugador que para Danubio es como cuando Tabárez dijo que Cáceres era “el Suárez de la defensa”.

Además, como hace poco Giovanni Zarfino sufrió un accidente doméstico, se cortó una mano y no jugará más por el resto del año, Danubio -con su “Nacho” González, Grossmüller y Saracchi- tuvo poca marca en mediocampo, algo que sufrió ante la libertad con la que Nacional transitó por ahí en los 45’ iniciales.

Por si fuera poco, a los 15’ y 24’ ya tenían amarilla el propio Grossmüller y De los Santos; pero Danubio se defendió a su manera: con la pelota, y la clase para tenerla y jugarla de Ricca, “Maravilla”, Saracchi, y ese Gonzalo González, un “5” clásico, del barrio, surgido de abajo con la marca registrada de “la franja”.

Ante ese espejo, pues, cayó rendido Nacional: le pasó el trapo un equipo cuyos futbolistas “pasaron la gorra” y juntaron $ 320.630, ¡vendiendo bonos para ayudar al club donde están jugando! Sin palabras.

DANUBIO 2–0 NACIONAL

Cancha: Jardines del Hipódromo

Árbitro: Darío Ubriaco. Asistentes: Gabriel Popovits y Javier castro. Cuarto árbitro: Héctor Martínez.

Danubio. Franco Torgnascioli; Agustín Peña, Matías De los Santos, Christian González, Federico Ricca; Ignacio González, Gonzalo González (64' Pablo Lima), Carlos Gorssmüller (72' Jorge Graví), Marcelo Sarachi (86' Leandro Sosa); Gonzalo Barreto y Juan Manuel Olivera. D.T. Luis González.

Nacional. Esteban Conde; Jorge Fucile, Sebastián Gorga (26' Mathías Malvino), Diego Polenta, Alfonso Espino (56' Leandro Barcia); Gonzalo Porras, Sebastián Eguren, Mathías Abero (46' Alejandro Barbaro); Ignacio González; Sebastián Fernández e Iván Alonso. DT: Gustavo Munúa.

Goles: 3' Grossmuller (D) y 47' Olivera (D)

Amarillas: Grossmuller, De los Santos, G. González y Olivera (D). Barcia, Barbaro, Eguren, Malvino y Porras (N)

Gustavo Munúa en el partido entre Danubio y Nacional. Foto: Fernando Ponzetto
Gustavo Munúa en el partido entre Danubio y Nacional. Foto: Fernando Ponzetto

TORNEO APERTURAJORGE SAVIA

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