La clave
Está fuera de lugar que los sindicatos, como pasó un par de veces en este verano con los funcionarios de la DGI, elijan a Punta del Este como escenario de sus reivindicaciones. Más allá de que es un invento que patentó el Pit-Cnt cuando el gobierno de Jorge Batlle y la crisis económica, no parece recomendable inmiscuir a los turistas —que buen dinero dejan al Estado uruguayo— o a los medios extranjeros en esa pulseadas salariales. Los problemas de los uruguayos deben arreglarse entre los uruguayos.