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La peor cara en el peor momento

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ISABELLE CHAQUIRIAND
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El partido en la altura de La Paz se complicó. La lucha contra la pandemia nos tiene ya cansados. Tenemos la luz de las vacunas al final del túnel muy cerca, pero para eso tenemos que llegar sin que la cosa se vaya de control. Nada que ya no sepamos.

Los argumentos racionales para hacer lo que ya sabemos que hay que hacer, ya los dijeron todos: el GACH, el MSP, el Instituto Pasteur, la Academia Nacional de Medicina… una y otra vez nos dijeron la importancia de tomar los recaudos necesarios, de no aflojar ahora. Pero los contagios siguen en aumento.

En ese contexto, el gobierno apeló a un mensaje muy emocional, protagonizado por los sobrevivientes de una historia que es capaz de sensibilizar a todo un planeta como la del accidente de los Andes. El mensaje no es racional. Salvo Roberto Canessa que ni siquiera es infectólogo o especialista en el área, ninguno de los otros sabe más que cualquier mortal sobre el coronavirus. Pero sí saben lo que es pelear juntos para salir adelante en las difíciles.

El mensaje apela a ganarle a la muerte a través de la solidaridad. Un mensaje humanitario que nos invita a juntos revertir esta situación, a que “juntos podemos mover montañas”. Porque no hay peor discurso que dicho por alguien que nunca pasó por algo similar a lo que estás viviendo y te diga “vas a ver que va a estar todo bien”. Pero alguien que sí lo pasó tiene autoridad moral para decirte lo que sea necesario y que el mensaje llegue.

Un guion muy cuidado, apolítico, con expresiones como “espalda con espalda” acuñada por Richard Read y haciendo referencia al GACH, que termina en un homenaje a las víctimas de la pandemia. Es un momento donde tenemos que apelar a la parte más humana y generosa de cada uno de nosotros, donde es necesario recordar una y otra vez que si no somos solidarios entre todos, de esta no salimos. Y ellos, su historia, lo representan muy bien.

Si bien hubo una ola de adhesiones al mensaje, hubo de los otros también. Las redes sociales dejaron ver muchas críticas: que no tiene nada que ver una situación con la otra, que esto no invita a vacunarse, que son unos oligarcas y algún otro comentario más infeliz también. Una vez más, una grieta, una batalla cultural, a esta altura frente a todo. En este caso, frente a un acto generoso y humanitario para que encontremos la motivación de salir adelante. Puede no gustarte el video, puede que cueste encontrarle la similitud a los contextos. Puede que uno funcione más con mensajes racionales que emocionales. Pero la pandemia no distingue ni clases sociales ni mapas mentales, por lo que tenemos que recurrir a todo tipo de recursos para llegar a todos los públicos. Quizás, simplemente, este mensaje no estaba dirigido a ti. Sin embargo, si te tomaste el trabajo de escribirlo en las redes, no te es intrascendente. Te molesta. ¿Por qué te enoja?

Pablo Vierci dice que las dificultades, en este caso la pandemia, “es un lente de aumento que deja ver lo mejor y lo peor de las personas”. ¿Qué será que hizo un spot de 2 minutos, que termina con un aplauso a los fallecidos, que tanto te molesta? Y es que se está racionalizando (hoy con este video, mañana con otra cosa) el resentimiento de la peor cara de nuestra sociedad. Una grieta cada vez más presente en todo, tan grave como una pandemia.

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