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China: su legado y lo que se fue...

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La muerte de China Zorrilla dejó en claro lo hondo que esta mujer excepcional y única, caló en el corazón y el alma de todos los uruguayos y argentinos. Las crónicas periodísticas y las semblanzas trazadas han abundado en anécdotas e historias que China contó y protagonizó en su larga y sorprendente vida. Pero poco se ha dicho de lo que China representó y lo que el país pierde con su muerte.
Hoy que tanto se habla de la visibilidad que nuestro país tiene fuera de fronteras, hecho cierto, es bueno recordar quiénes fueron los que verdaderamente hicieron que esta nación se destacara en el contexto regional y fuera reconocida y vista también desde Europa, como una excepción en América Latina.

China Zorrilla fue la representante más destacada de la tercera generación de la familia Zorrilla de San Martín, que tuvo en su abuelo Don Juan, el poeta de la Patria, al patriarca de un clan que aportaría y cómo a la construcción de la identidad nacional. Fue además la hija de José Lu

La muerte de China Zorrilla dejó en claro lo hondo que esta mujer excepcional y única, caló en el corazón y el alma de todos los uruguayos y argentinos. Las crónicas periodísticas y las semblanzas trazadas han abundado en anécdotas e historias que China contó y protagonizó en su larga y sorprendente vida. Pero poco se ha dicho de lo que China representó y lo que el país pierde con su muerte.
Hoy que tanto se habla de la visibilidad que nuestro país tiene fuera de fronteras, hecho cierto, es bueno recordar quiénes fueron los que verdaderamente hicieron que esta nación se destacara en el contexto regional y fuera reconocida y vista también desde Europa, como una excepción en América Latina.

China Zorrilla fue la representante más destacada de la tercera generación de la familia Zorrilla de San Martín, que tuvo en su abuelo Don Juan, el poeta de la Patria, al patriarca de un clan que aportaría y cómo a la construcción de la identidad nacional. Fue además la hija de José Luis, el mayor escultor que ha dado el país hasta ahora, un hombre que por su cultura y su visión del mundo era una figura propia del Renacimiento, y de Guma Muñoz del Campo "Bimba", una mujer refinada y gran cuentista. Con esos antecedentes, China estaba predestinada a trascender fronteras. Su prestigio -ganado a fuerza de trabajo-, su carisma, su audacia y su solidaridad hicieron el resto y le dieron no solo fama a ella, sino a todo el Uruguay.

China no nació por generación espontánea, es cierto. Pesó en ella el mandato de sangre, el país en el que se educó y al que tanto aportaron sus ancestros y ella misma. Fue integrante de un clan patricio que, como muchas de las familias fundacionales apostaron a la educación, a la cultura y al apego a las normas democráticas y no a la acumulación de riquezas materiales. Hacer fortuna no fue nunca afán de los Zorrilla.

Por el contrario, basta recordar que Don Juan, habiendo tenido 14 hijos, logró la estabilidad económica casi en el umbral de la vejez, cuando José Batlle y Ordóñez lo nombró, en su segunda Presidencia, representante del Poder Ejecutivo ante el Banco República para controlar la emisión de moneda. La honestidad y formación jurídica del poeta lo hacían el hombre indicado. Seguramente en ese desapego por lo material de su abuelo y también de su padre, esté el origen de la desaprensión de China por la plata, su generosidad y solidaridad.

Ahora que nos dejó físicamente, es bueno que recordemos que con ella se fue la mayor exponente de un Uruguay que ya no está. Un país que era reconocido internacionalmente (mucho antes de que se pusiera de moda por motivos diametralmente opuestos) por la buena educación de su gente, su cultura y por los hombres y mujeres que adentro y afuera de fronteras representaban a un pueblo que se sentía orgulloso de sus artistas, sus escritores, sus músicos y sus pintores. Su bien ganada fama de país que generaba talentos como China, que se consagraron en el mundo entero, fue fruto de varias generaciones de hombres y mujeres que se enorgullecían viendo cómo sus hijos progresaban en base a la educación, el trabajo y el esfuerzo. Un país con iguales oportunidades para todos .

China fue por sobre todas las cosas una gran trabajadora, con una trayectoria ininterrumpida de más de siete décadas. Nos hizo reír, nos emocionó y nos invitó a reflexionar. Viéndola actuar en un escenario, nos hizo felices y nos trasmitió la ilusión de que el mundo en el que vivimos puede ser mejor. Aunque esa felicidad y esa ilusión duraran una hora y media o dos. ¿Puede haber un legado mayor?

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Diego Fischer

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