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MARCELA DOBAL

Los jubilados y pensionistas que pagan mutualista de forma particular serán incorporados el 1° de julio al Sistema Integrado de Salud, pero podrán renunciar a incorporarse. Si lo hacen antes de septiembre recuperarán los aportes vertidos al Fonasa.

Esos pasivos, que se estiman en unos 160.000, son los únicos que podrán optar por no sumarse al sistema si lo estiman inconveniente. Pasar al sistema implica que el servicio de salud se pasa a pagar a través de una retención en la pasividad, que en general es de 4,5% (excepto que tenga hijos menores o discapacitados a cargo, cuando es de 6%, o en el caso de las pasividades menores, que es de 3%). El destino de ese dinero es el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), que luego es utilizado para pagar a las mutualistas.

Por eso, este colectivo de pasivos debe estudiar si le resulta conveniente integrar el sistema o no, en función de si la retención de ese porcentaje es mayor o no a lo que ya está pagando.

"Hay casos en que no les conviene. Hicimos algunos números y a los pasivos que tienen ingresos por hasta $ 33.000 les va a convenir económicamente ingresar ahora", dijo a El País el representante de los pasivos en el directorio del Banco de Previsión Social, Sixto Amaro, quien dijo que el 80% de las jubilaciones responde a esa situación. Además, cerca de un 5% tiene pasividades un poco más altas (hasta $ 35.000) y el restante 15% perciben prestaciones aun mayores.

El BPS estima que los 160.000 pasivos que se incorporarán (que reciben sus prestaciones y otras cajas paraestatales, como la profesional, notarial y bancaria) tienen pasividades promedio de $ 18.000, superiores al promedio general.

En un ejemplo que proporciona el BPS para ese caso promedio, afirma que pasará de pagar hoy $ 1.780 (por la cuota mutual y un 1% que se le descuenta de la pasividad para Fonasa) a $ 1.404 al ser ingresado. Por tanto, el ahorro sería de casi tres cuotas mutuales al año. Además, incluye otros beneficios (ver recuadro).

Para hacer comparaciones caso a caso entre los pagos antes y durante el Fonasa hay que tener en cuenta varios aspectos además de esa mera diferencia. Uno, es que el régimen de aportes es decreciente año a año hasta 2016, según estableció la ley 18.211.

Esto implica que a la diferencia entre el valor del aporte que se haga al Fonasa y la cuota mutual promedio se le aplicará un descuento, que en 2012 será de 20%, en 2013 será de 40%, en 2014 de 60% y en 2015 de 80%, hasta que en 2016 solo deberán realizar el aporte correspondiente al 4,5% en general (ya que en julio de ese año estarán incorporados todos los pasivos al sistema obligatoriamente).

Teniendo eso en cuenta, Amaro señaló que tal vez "ahora empatan, pero les puede convenir estar en el sistema el año que viene". Esto va de la mano con otro punto crucial a considerar: una vez que se renunció al sistema no se podrá ingresar hasta 2016.

El BPS puso en su página web un simulador donde, ingresando el monto de la pasividad y cuánto paga el afiliado actualmente, puede observar si pasará a abonar menos o más.

La renuncia debe realizarse en la mutualista de la que el pasivo es afiliado. De no hacerlo, será incorporado automáticamente el 1° de julio.

El pasivo puede darse de baja en cualquier momento, pero solo podrá recuperar los aportes retenidos si lo hace entre el 1° de julio y el 31 de agosto. Una renuncia posterior será aceptada, pero "no generará derecho a devolución de aportes", advirtió Amaro.

No obstante, ya es posible hacer el trámite en la mutualista presentando fotocopia de cédula de identidad vigente del titular para renunciar al Fonasa.

Otro detalle importante a considerar es que solo en julio de 2012 se incorporará a los afiliados a mutualista que tuvieran esa cobertura paga por ellos o sus familiares en un prestador privado en diciembre de 2010. Ese mes fue elegido para evi- tar que, tras el anuncio de que se incorporaría a los pasivos en julio de 2012 se afiliaran a último momento por conveniencia.

Por otra parte, si el afiliado se cambió de prestador de servicio de salud (ya no pertenece al mismo que en diciembre de 2010), deberá comunicarlo en la Junta Nacional de Salud. Luego, se podrán cambiar de sociedad médica cada cinco años.

PASO A PASO. Además de este colectivo que ya tenía cobertura mutual particular, el 1° de julio se incorporarán otros 30.000 pasivos que no contaban con ese servicio, con edad mayor a 74 años y cuyos ingresos superen las 3 Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC), que a la fecha son unos $ 7.251.

Por tanto, los que podrían ingresar en julio son unos 190.000 pasivos, que se sumarían a los 152.000 jubilados que ya están aportando al Fonasa. Esta es la primera vez que se incorpora a pensionistas.

En los próximos años se irá incorporando a aquellos sin prestador de salud que poseen ingresos superiores: en julio de 2013 se sumarían unos 30.000 más mayores a 70 años y con hasta 4 BPC (unos $ 9.668 hoy), en julio de 2014 a unos 35.000 que son mayores a 65 años y perciben hasta 5 BPC ($ 12.085) y en julio de 2015 un último colectivo de unos 25.000 pasivos mayores de 60 que cobran hasta 10 BPC ($ 24.170). En 2016 se incorporarán los restantes (que se estiman en unos 55.000).

Los jubilados y pensionistas que ingresan al Fonasa contarán con varios beneficios. Corresponderán tres órdenes para consulta médica gratis (mensuales y acumulables por 12 meses). Además, dos medios tiques de medicamentos o análisis clínicos, también acumulables. Incluye asimismo un examen semestral con hemograma completo, glicemia, creatinina, colesterol total, HDL y orina, así como un electrocardiograma y una radiografía anual. También hay rebaja o exoneración de tiques para diabetes, hipertensión y salud mental. Podrán sumar cobertura para cónyuges a cargo en 2016.