La rentabilidad excepcional que tuvieron los bancos en Uruguay en 2023 y lo que estuvo detrás

Las ganancias del sistema bancario uruguayo en 2023 ascendieron a US$ 1.250 millones, esto es US$ 782 millones más que en 2022.

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 La rentabilidad excepcional que tuvieron los bancos en Uruguay en 2023
La rentabilidad excepcional que tuvieron los bancos en Uruguay en 2023
Francisco Flores/Archivo El Pais

Los bancos en Uruguay tuvieron un año excepcional, con un “aumento significativo” de su rentabilidad que es la mejor en al menos 20 años. Si bien en 2024, el sistema bancario local seguirá teniendo buenos resultados, no podrá repetirse el “histórico” 2023.

Ese es el resumen del análisis que realizó la consultora CPA Ferrere sobre el desempeño del sector y sus perspectivas.

Las ganancias del sistema bancario uruguayo en 2023 ascendieron a US$ 1.250 millones, esto es US$ 782 millones más que en 2022. “Este crecimiento se tradujo en una mejora significativa de la rentabilidad, medida tanto sobre activos (ROA) como sobre patrimonio (ROE) que alcanzaron niveles históricamente elevados, reflejando un desempeño sólido en el sector bancario”, señaló el informe de CPA Ferrere.

El ROA del Banco República (BROU) alcanzó a 2,7% y el del conjunto de bancos privados a 2,6%. En tanto, el ROE del República fue de 26,9% y el de los bancos privados de 30,5%.

El 2023 fue “excepcional” en términos de resultados para los bancos, ya que es “la rentabilidad más alta (tanto sobre activos como sobre patrimonio) de al menos los últimos 20 años”, dijo a El País el socio de CPA Ferrere, Alfonso Capurro.

El informe explicó que el aumento en la rentabilidad se dio “principalmente por el incremento en el margen financiero bruto, tanto en moneda nacional como extranjera”.

“El margen financiero recoge la diferencia entre los ingresos y los costos financieros; es decir, la diferencia entre la rentabilidad del activo (los créditos, préstamos e inversiones financieras que la entidad tiene en su balance, principalmente) y el costo de intereses del fondeo que necesita para financiar ese activo (como los depósitos)”, añadió.

Según CPA “el escenario de tasas de interés internacionales y locales elevadas ha favorecido los resultados de la mayoría de los bancos en plaza, especialmente en operaciones en moneda extranjera, dado que las tasas internacionales se mantienen en niveles históricamente altos. Notablemente, el margen financiero en moneda extranjera de los bancos privados superó al de moneda nacional, una relación que no se había observado en los últimos años”.

Capurro señaló que las tasas de interés a nivel internacional “subieron muy rápido”, lo que rentabiliza los activos de los bancos muy rápido, algo que no sucede con los pasivos (depósitos). Eso “se acomoda en el mediano plazo” en la medida que los depósitos a plazo van recogiendo la suba de tasas, añadió.

Por eso, ya en 2024 no estará este fenómeno tan marcado, porque por un lado los depósitos empiezan a recoger ese fenómeno y por otro, las tasas a nivel internacional empiezan a bajar, explicó Capurro.

El otro factor que impulsó la rentabilidad de los bancos fue el de menores pérdidas por tipo de cambio (diferencia de cambio). “En 2022, el peso uruguayo experimentó una fuerte apreciación del orden del 10,35%, lo que generó pérdidas significativas por diferencia de cambio. En cambio, en 2023 la apreciación fue del 2,62%, reduciendo el impacto en la rentabilidad por este concepto”, indicó el informe.

“Por otro lado, el aumento de gastos operativos deterioró parcialmente los resultados”, agregó.

Más volumen de negocios

En 2023 el crédito bancario volvió a crecer a tasas de dos dígitos. En este caso, el aumento sobre 2022 fue de 15% en moneda constante (se valoran los créditos en moneda extranjera en dólares corrientes y el negocio en moneda nacional a un tipo de cambio constante de diciembre de 2023, con el objetivo de evitar que las variaciones del tipo de cambio influyan en la evolución de la cartera en moneda nacional).

Así, los créditos vigentes de los bancos privados y el República al sector no financiero (empresas y familias) totalizaron US$ 21.343 millones al cierre de 2023.

De ese monto, US$ 11.322 millones fueron de préstamos en moneda extranjera y los restantes US$ 10.021 millones en moneda nacional.

“Se observó un crecimiento generalizado en los préstamos, destacándose especialmente el aumento en los créditos destinados al sector agropecuario, a las familias y a la construcción”, indicó CPA Ferrere.

La relación entre los créditos y el tamaño de la economía creció y los préstamos representaban 29% del Producto Interno Bruto (PIB). “No obstante, este indicador sigue siendo bajo en comparación con otros países de la región como Chile o Brasil”, marcó la consultora.

Itaú lidera el market share en créditos en moneda extranjera (25,8% del total), seguidos por Santander (24,5%) y el BROU (22,3%). En lo que respecta al stock de créditos en moneda nacional, el BROU mantiene la ventaja con el 39,4% de la cartera a fin de 2023 y lo siguen Santander (21,5%) e Itaú (12,1%).

Del otro lado, los depósitos de empresas y familias en bancos privados y el BROU totalizaron US$ 39.131 millones a fin de 2023, un leve aumento de 1% respecto al cierre de 2022 (valuando los depósitos en moneda extranjera en dólares corrientes y el negocio en moneda nacional al tipo de cambio de diciembre 2023).

“Sin embargo, el crecimiento se explica en gran medida por el comportamiento observado en el primer trimestre, ya que luego los depósitos mostraron cierta estabilidad, para experimentar una caída más pronunciada en diciembre de 2023”, aclaró CPA.

La dolarización de los depósitos pasó del 76% en 2022 al 74% en 2023.

El BROU es la entidad que capta más depósitos del sistema tanto en moneda nacional como extranjera, con el 56,8% y el 45,9% respectivamente. Lo siguen Santander (13% y 17%) e Itaú (10% y 16%).

Morosidad: sube, pero en nivel bajo histórico

La calidad de la cartera de créditos del sector no financiero (familias y empresas), medida como la proporción de cartera con retraso mayor a 60 días sobre la cartera total (es decir, la morosidad del sistema), experimentó un leve deterioro al comparar el cierre del 2023 respecto al año anterior. La morosidad pasó de 1,5% a fin de 2022 a 1,8% a fin de 2023. “A pesar del aumento, el nivel sigue siendo relativamente bajo desde una perspectiva histórica y menor a los niveles pre-pandemia”, destacó CPA Ferrere.

¿Cuál es la expectativa para el sistema bancario en 2024?

El informe de CPA Ferrere, señaló que “la evolución de las tasas internacionales y locales impactarán en el desempeño del sistema financiero local en 2024”.

Eso porque a nivel local, “dado que las expectativas de inflación continúan desancladas, no se espera que haya mucho margen para que el Banco Central continúe reduciendo la tasa de referencia de la política monetaria”, expresó.

En tanto, “a nivel internacional se espera una reducción de las tasas de referencia de los principales bancos centrales, aunque persiste cierta incertidumbre sobre la intensidad y magnitud de este proceso”, añadió.

“Los datos sugieren que el mercado financiero uruguayo se benefició en 2023 del contexto de suba de tasas y de la posibilidad de colocar el exceso de liquidez con retornos más elevados. En un contexto de baja de tasas, es probable que en 2024 se reduzca el margen financiero de las entidades bancarias en comparación con los registros de 2023”, estimó CPA Ferrere.

“Además, ciertas exigencias regulatorias aumentarán en 2024; por ejemplo, se requerirá que los bancos incrementen su colchón de capital al 0,75%, en comparación con el 0,5% actual, a partir del mes de julio”, añadió.

La consultora mencionó también que “diversas iniciativas y proyectos de ley en curso podrían intensificar la regulación en el sector, generando presiones adicionales sobre los costos y reduciendo la rentabilidad”.

“Entre estos proyectos, destaca especialmente el relacionado con la usura, el cual podría tener un impacto significativo en el negocio financiero, especialmente para aquellas entidades centradas en el mercado de créditos al consumo”, advirtió.

“Por otro lado, el negocio en Uruguay ha experimentado un crecimiento en los últimos años y es actualmente considerablemente más amplio que simplemente la intermediación financiera, lo que abre más oportunidades para las instituciones del sistema. En consecuencia, el sistema financiero para el 2024 presenta tanto desafíos como oportunidades”, concluyó.

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