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Rusia intenta ampliar sus fronteras, límites que el G7 "no reconocerá nunca"

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El Ejército ruso se repliega y renuncia a la toma de Járkov; se evidencia la destrucción en la zona. Foto: Agencia
EFE/EPA/MARIA SENOVILLA
MARIA SENOVILLA/EFE

GUERRA EN UCRANIA

“Mantendremos nuestro compromiso de apoyar la soberanía y la integralidad territorial de Ucrania, incluido Crimea (...)”, precisaron los miembros del G7.

El G7 “no reconocerá nunca” las fronteras que Rusia quiere imponer por la fuerza en su guerra en Ucrania, afirmaron ayer los ministros de Relaciones Exteriores del G7, que reúne a las siete naciones más industrializadas del mundo, en una declaración difundida tras un encuentro en Wangels, al norte de Alemania.

“Mantendremos nuestro compromiso de apoyar la soberanía y la integralidad territorial de Ucrania, incluido Crimea (...)”, precisaron.

La jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, cuyo país asume la presidencia del G7 este año, insistió en que Ucrania debía “decidir ella misma” sobre el asunto “porque es su territorio”.

Estas declaraciones se producen mientras arrecian los combates en la región del Donbás (este), controlada en parte desde 2014 por separatistas prorrusos y en la cual Moscú centra su ofensiva desde hace algunas semanas, pero sin realizar avances significativos.

La cifra

3,3 millones de ucranianos entraron a Polonia, principal país de acogida de ese éxodo, seguido por Rumania.

Los ministros volvieron a pedir a Rusia que ponga “fin a la guerra que empezó sin provocación [por parte de Ucrania] y al sufrimiento trágico y las pérdidas de vida humanas que sigue provocando”. También pidieron a Bielorrusia que “deje de facilitar la intervención de Rusia y respete sus compromisos internacionales”.

Los siete países (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) también condenaron “las amenazas irresponsables del uso de armas químicas, biológicas o nucleares” por parte del presidente ruso Vladimir Putin.

Donetsk y Lugansk son las últimas dos repúblicas separatistas que Rusia ocupa de hecho desde que Vladimir Putin llegó al poder en el año 2000, en un intento por volver a poner bajo el dominio de Moscú las regiones que otrora pertenecieron a la Unión Soviética. En todos los casos la historia es parecida: regiones pobladas por rusos étnicos que se declaran autónomas, luego van a la guerra con su República de origen, finalmente Rusia reconoce su independencia y sus tropas ingresan a la región “en defensa” de la población rusófona.

El G7 prometió “ampliar las sanciones” económicas hacia Moscú por su invasión de Ucrania a “sectores en los que Rusia es particularmente dependiente” y pidieron a China que “no socave” estas medidas punitivas. “Le pedimos a China que no ayude a Rusia en su guerra de agresión contra Ucrania, que no socave las sanciones impuestas a Rusia por su ataque contra la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, que no justifique la acción de Rusia en Ucrania y que renuncie a la manipulación de la información, la desinformación y otras medidas para legitimar la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”, estipula el comunicado final.

Lanzamiento de un cohete en un camión en el este de Ucrania. Foto: AFP
Lanzamiento de un cohete en un camión en el este de Ucrania. Foto: AFP

Referéndum en Osetia

El presidente electo de Osetia del Sur, Alán Gaglóyev, puso ayer en duda la convocatoria en julio de un referéndum para la integración de la región separatista georgiana con Rusia.

“¿Ha llegado ahora el momento histórico para emitir un decreto sobre un referéndum y forzar su celebración?”, se preguntó Gaglóyev en declaraciones a la prensa rusa.

Gaglóyev se refería al decreto emitido el viernes por el presidente saliente, Anatoli Bibílov, que convocaba el referéndum para el 17 de julio. “¿Apoya usted la unificación entre Osetia del Sur y Rusia?”, es la pregunta que deberán responder los surosetas.

Recientemente, Bibílov adelantó que se proponía convocar un referéndum de integración, ya que “Rusia es la patria histórica de los osetas” y llamó a no desaprovechar la ocasión como ocurrió en 2014 cuando Moscú se anexionó la península ucraniana de Crimea.

Bibílov confirmó el viernes en su canal de Telegram que la Comisión Electoral Central de la república caucasiana aprobó “unánimemente” la adhesión a Rusia. No obstante, Gaglóyev subrayó ayer que el acuerdo que rige las relaciones entre Moscú y Tsjinvali desde que el Kremlin reconociera la independencia suroseta en 2008 tras una guerra con Georgia estipula la coordinación de su política exterior.

“Surge la pregunta. ¿Cumplió Anatoli Bibílov lo que estipula el acuerdo, acordó su decisión con las autoridades correspondientes de la Federación Rusa?”, dijo y acusó al presidente saliente de no consultar con él el anuncio del referéndum.

Al tiempo que apoyó la reunificación del pueblo oseta dentro de Rusia, advirtió que la consulta de julio puede correr la misma suerte que el referéndum celebrado en 1992 tras la caída de la Unión Soviética.

Dicha consulta recibió el apoyo del 98 % de los surosetas a la integración en la Federación Rusa, pero no tuvo consecuencias jurídicas vinculantes, resaltó.

Por su parte, Gaglóyev subrayó que sus acciones en relación con el anunciado referéndum estarán dirigidas al cumplimiento del derecho internacional y de los acuerdos con Rusia.

Desde 2008 Osetia del Sur es un protectorado ruso, donde Moscú cuenta con una base militar y cuyo presupuesto depende en un 90 % de las arcas del Estado ruso. Allí habitan unas 50.000 personas,

En los últimos días, envió a cientos de voluntarios a combatir en las filas del Ejército ruso en Ucrania. Mientras Georgia ve ilegítimo el referéndum, el Kremlin ha dicho que respetará la voluntad del pueblo suroseta.

Referéndum en Mariúpol

Fuentes de la alcaldía de Mariúpol, asediada por las fuerzas rusas, alertó ayer que Moscú prepara la celebración de un referéndum para anexionarse la localidad similar al anunciado para la región georgiana de Osetia del Sur.

Un asesor de la alcaldía de Mariúpol, Petro Andriushchenko, ha afirmado desde el exilio que las fuentes que tiene en lo que queda de la ciudad tras semanas de combates creen que están ya preparando una votación pese a que la población está sin alimentos ni agua, según informó The Guardian.

Putin: “Decisión errónea”

El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a su homólogo finlandés, Sauli Niinistö, que la renuncia a la tradicional política de neutralidad militar para ingresar en la OTAN sería una decisión “errónea”, ya que “no existe ninguna amenaza para la seguridad de Finlandia”, informó el Kremlin en un comunicado ayer.

El Kremlin destacó que dicho cambio en la política exterior de Helsinki “puede influir negativamente en las relaciones ruso-finlandesas, que durante muchos años se caracterizaron por un espíritu de buena vecindad y cooperación entre socios”, dice el comunicado.

No por esperada, la decisión de Finlandia de ingresar en la Alianza Atlántica ha dejado de sentar como un jarro de agua fría al gobierno de Rusia, que ha amenazado a Helsinki con medidas “técnico-militares”.

Finlandia

La compañía energética rusa Inter RAO cortó en la madrugada de ayer, sábado, el suministro eléctrico a Finlandia a través de su filial RAO Nordic Oy, alegando “problemas para recibir pagos por la electricidad vendida”, informó Fingrid, la empresa finlandesa que gestiona la red eléctrica.

RAO Nordic Oy había advertido que se veía “obligada a suspender la importación de electricidad a partir del 14 de mayo”, en un momento en que las tensiones entre Rusia y Finlandia crecen a raíz del anuncio de esta última de que podría pedir su ingreso en la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania.

Según explicó Fingrid en un comunicado, la electricidad importada desde Rusia supone alrededor del 10 % del consumo total del país nórdico, por lo que el suministro no se ve amenazado por esta decisión.

Inter RAO es el único operador de exportación e importación de electricidad en Rusia, y su principal cliente ha sido históricamente Finlandia.

Finlandia cuenta con que su adhesión a la OTAN se producirá aunque reconoce que el proceso puede durar “varios meses” y confía en que su frontera con Rusia “permanecerá pacífica”, declaró ayer en Berlín su ministro de Exteriores, Pekka Haavisto. “Abordaremos este asunto el lunes y es muy probable que haya una fuerte mayoría en nuestro Parlamento en apoyo de un ingreso en la OTAN y podremos presentar la solicitud durante la próxima semana”, dijo el ministro a su llegada a una reunión informal de ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica.

Finlandia y Suecia han comunicado su disposición a iniciar el proceso de solicitud de ingreso en la OTAN y, por parte finlandesa, su presidente, Sauli Niinistö, comunicó ayer por teléfono a su homólogo ruso, Vladímir Putin, esa intención.

Niinistö explicó a Putin que las demandas rusas para evitar la ampliación de la OTAN de finales de 2021 y la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 han alterado de modo fundamental el entorno de seguridad de Finlandia.

Ayer el Partido Socialdemócrata de Finlandia (SDP) que lidera la primera ministra, Sanna Marin, aprobó por rotunda mayoría dar su apoyo al ingreso del país nórdico en la OTAN, durante una reunión extraordinaria.

Miembros del Congreso de EE.UU. en Ucrania

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski recibió ayer a representantes del Congreso estadounidense, a los que pidió endurecer las sanciones contra Rusia por los crímenes que ha cometido en Ucrania.

“Además, consideramos que Rusia debe ser reconocida oficialmente como un país patrocinador del terrorismo. Tales crímenes no se veían en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, sostuvo.

Asimismo, Zelenski afirmó que la “agresión” rusa, que incluye el bloqueo de los puertos ucranianos, está provocando una crisis alimentaria a nivel mundial.

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