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En Italia se quiebra la coalición de gobierno; evalúan elecciones

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Matteo Salvini, ministro del Interior de Italia. Foto: AFP

CRISIS POLÍTICA

La Liga del ministro del Interior, Matteo Salvini, rompió con M5S de Luigi Di Maio tras meses de diferencias.

Italia entró ayer jueves en una nueva crisis política, de esas que hacen caer gobiernos. El ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, dio por rota la coalición de gobierno que su partido mantenía desde junio de 2018 con el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y exigió elecciones cuanto antes.

En un breve comunicado, Salvini trasladó esta reflexión al primer ministro, Giuseppe Conte: “Acudamos inmediatamente al Parlamento para constatar que no tenemos ya una mayoría. Devolvamos rápidamente la palabra a los electores”, en referencia a la celebración de comicios anticipados.

Inmediatamente reaccionó el líder del M5S, Luigi Di Maio, quien abogó por celebrar elecciones pero una vez que el Parlamento apruebe el 9 de septiembre una de sus medidas estrella: la reducción del número de senadores y diputados.

“Estamos preparados, el poder no nos interesa y nunca lo ha hecho. Pero una cosa es cierta: cuando tomas el pelo al país y a los ciudadanos, antes o después lo pagas”, dijo Di Maio, en una advertencia a Salvini.

La coalición de gobierno que Salvini dio por terminada ayer, surgió con las elecciones legislativas de marzo de 2018, que marcaron un profundo cambio en la política italiana de los últimos 50 años.

En esas elecciones, una coalición de derecha obtuvo un 37% de los votos, y en su seno la Liga de Salvini superó con un 18% a Forza Italia de Silvio Berlusconi (14%). Pero su resultado fue insuficiente para formar gobierno. Por su parte, el M5S consiguió el 32% de votos, un resultado que tampoco bastaba para gobernar en solitario.

Silvio Berlusconi. Foto: Reuters
Silvio Berlusconi. Foto: Reuters

Salvini reivindicó el mando del futuro gobierno. Di Maio, jefe del M5S fundado en 2009 por el humorista Beppe Grillo, también pretendía convertirse en primer ministro.

No se ponen de acuerdo, así que eligen a Conte para el cargo de primer ministro, y ellos dos como viceprimeros ministros.

La convivencia no fue fácil desde entonces.

La coalición de gobierno lleva varios días tambaleándose, tras meses de polémicas y tensiones acerca de diversas cuestiones.

Esto quedó patente el pasado miércoles, cuando los hasta ahora socios votaron separado una serie de mociones sobrela construcción de la polémica línea de alta velocidad entre Turín y Lyon: el M5S en contra y la Liga a favor.

Trabajos de construcción de la línea del tren entre Francia e Italia que cruzará los Alpes. Foto: AFP
Trabajos de construcción de la línea del tren entre Francia e Italia que cruzará los Alpes. Foto: AFP

Buena parte de los líderes del M5S se forjaron en las protestas contra este proyecto de tren de alta velocidad, mientras que la Liga, que gobierna en gran parte de las regiones del norte de la península, prometió completar la obra.

Salvini descartó ayer que Conte pueda remodelar su gabinete u ofrecerles más poder. “No queremos más carteras o ministros, no queremos remodelaciones o gobiernos técnicos. Después de este gobierno, que ha hecho muchas cosas buenas, solo puede haber unas elecciones”, exigió.

En los últimos tiempos Salvini ha venido amenazando con poner fin a este gobierno de coalición si desde el M5S seguían bloqueando algunas de sus propuestas, sobre todo relativas a infraestructura y en materia fiscal.

Las elecciones, apuntó, deben ser cuanto antes y para ello “las vacaciones de verano no pueden ser una excusa para perder el tiempo”. Los parlamentarios “pueden volver a trabajar la semana que viene”.

El Parlamento italiano ha cerrado sus puertas justamente por las vacaciones estivales.

La ruptura de la coalición ya fue advertida por la oposición tras la votación de la línea de tren, tanto por el Partido Demócrata (PD) como por Forza Italia, de Silvio Berlusconi.

La eventual caída del gobierno en Italia, sin embargo, no implicar necesariamente el fin inmediato de la legislatura, pues se pueden dar varios escenarios. En primer lugar, Conte puede buscar apoyos parlamentarios para continuar con su mandato y, de no tenerlos, Mattarella puede encargar a otra persona que construya una mayoría, por ejemplo, con la unión entre el M5S y el PD, algo que no fructificó tras los comicios de marzo de 2018.

Guiseppe Conte Foto: AFP
Guiseppe Conte Foto: AFP

Si este intento fracasa, Mattarella podría nombrar a una figura de corte tecnocrático que gestione el país temporalmente hasta la celebración de elecciones, una opción que rechazan los dos partidos del Gobierno.

El M5S cuenta con más escaños en el Parlamento que la Liga, pero el partido de Salvini ahora tiene el doble del respaldo de los votantes, según sondeos de opinión, y a menudo ha amenazado con intentar capitalizar dicha alza en popularidad con nuevas elecciones.

En cualquier caso las elecciones deberían celebrarse en un mínimo de 45 días y en un máximo de 70 tras, por lo que los analistas apuntan a que al menos habría que esperar a octubre. Según las encuestas de opinión, Salvini ganaría las elecciones con cerca del 36% y podría gobernar con otro partido más pequeño de extrema derecha, Fratelli d’Italia.

En las elecciones europeas de mayo, Salvini reforzó su posición en Italia: la Liga obtuvo más del 34% de los votos y el M5S apenas el 17%.

El primer ministro Conte culpa a Salvini

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, atribuyó la responsabilidad de la eventual caída de su Gobierno al líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini.

“Como dije, en el Parlamento fui investido y volvería al Parlamento cuando se dieran las condiciones de un cese anticipado de mi encargo (...) Confío en que el pasaje parlamentario contribuya a dar plena luz en las decisiones tomadas y en sus responsabilidades”, subrayó Conte en una breve declaración, dura con Salvini.

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