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Los incendios en la Amazonia resisten y aumenta la tensión entre Bolsonaro y Macron

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Zona devastada de la Amazonia por los incendios forestales. Foto: AFP

FUEGO Y CRISIS DIPLOMÁTICA

Por su parte Macron criticó las "torpezas de algunos dirigentes", en referencia a la tensión de los últimos días con Bolsonaro, a cuenta de los incendios en la Amazonía.

Aestas alturas la ayuda de la comunidad internacional para combatir los incendios forestales en la Amazonia está en manos de dos hombres enfrentados y con sus orgullos heridos.

El presidente brasileño Jair Bolsonaro rechazó una ayuda del G7 de 20 millones de dólares -poco para las grandes economías mundiales, pero algo es algo-, hasta que su colega francés Emmanuel Macron se desdiga de las críticas a Brasil sobre su capacidad para preservar las riquezas naturales de la selva amazónica.

Pero nada indica que Macron vaya a retractarse, más luego que Bolsonaro se burlara de su esposa Brigitte, actitud que desencadenó una crisis diplomática que amenaza con incinerar hasta el acuerdo de libre comercio del Mercosur con la Unión Europea.

“Primero que todo, Macron debe retirar sus insultos. Me llamó mentiroso. Antes de hablar o aceptar algo de Francia (...) debe retirar esas palabras”, dijo ayer martes Bolsonaro. “Primero las retira, luego ofrece y después responderé”, agregó sobre la oferta del G7.

La negativa a aceptar esta ayuda preocupó a los nueve gobernadores de los estados amazónicos de Brasil, que instaron al mandatario a flexibilizar su posición en una reunión en Brasilia. “Los extremismos no son adecuados para enfrentar una temática compleja como la del medio ambiente”, señaló el gobernador de Maranhao, Flavio Dino, del opositor Partido Comunista de Brasil, PCdoB.

Durante la reunión con los gobernadores, de más de dos horas, Bolsonaro dijo que no estaba en contra de “dialogar con Francia”, aunque volvió a cuestionar a Macron, afirmando que usaba la cuestión amazónica para tratar de “salir de una situación complicada en que se encuentra en su país”.

Emmanuel Macron y Jair Bolsonaro. Foto: AFP
Emmanuel Macron y Jair Bolsonaro. Foto: AFP

El ministro de Seguridad Institucional brasileño, el general Augusto Heleno, también cargó contra Macron, al afirmar que “un 90% de las (ex) colonias francesas viven en condiciones lamentables” y que “Francia no puede dar lecciones a nadie al respecto. Por donde pasaron, dejaron un rastro de destrucción, confusión y miseria”.

En medio de este clima caldeado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aportó lo suyo. Bolsonaro “trabaja muy duro en los incendios de la Amazonia y en todos los aspectos haciendo un gran trabajo para el pueblo de Brasil. No es fácil. Él y su país tienen el pleno y completo respaldo de Estados Unidos!”, afirmó Trump.

Brasil también rechazó una oferta de ayuda de Canadá, anunció la ministra de Medio Ambiente canadiense, Catherine McKenna. El primer ministro Justin Trudeau ofreció este lunes a Brasil el envío de aviones cisterna y 15 millones de dólares canadienses (11,25 millones de dólares estadounidenses) para combatir los fuegos de la Amazonia.

McKenna afirmó que el gobierno canadiense no se plantea congelar las negociaciones con el Mercosur para la firma de un tratado de libre comercio. Canadá y el Mercosur lanzaron en marzo del año pasado negociaciones para la firma de un tratado de libre comercio.

Soberanía

Macron se interrogó el lunes sobre la oportunidad de conferir un “estatuto internacional” a la selva amazónica, en caso de que “un estado soberano tomase de manera concreta medidas claramente contrarias al interés de todo el planeta”. La Presidencia francesa había afirmado previamente que Bolsonaro “mintió” cuando se comprometió a respetar los compromisos de lucha contra el cambio climático.

La tensión bilateral tomó dimensiones personales, cuando Bolsonaro hizo el fin de semana un comentario en Facebook que terminaba con una risotada a un mensaje injurioso contra Brigitte Macron, primera dama de Francia. Macron calificó los comentarios de “extraordinariamente irrespetuosos”.

“No humilles, ja ja”, había escrito Bolsonaro en respuesta a un mensaje de un seguidor que publicó fotos de las primeras damas de Francia y Brasil juntos a sus esposos, y la pregunta: “¿Ahora entienden por qué Macron persigue a Bolsonaro?”.

“Yo no puse esa foto de su mujer. Alguien la puso y yo le dije que no hiciera tonterías”, dijo Bolsonaro, buscando justificar su reacción. Sin embargo, puso fin abruptamente a la entrevista cuando los periodistas insistieron en preguntarle sobre los “ja ja” que escribió.

Esperando la lluvia.

Los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Brasileñas contabilizan 82.285 puntos de incendio desde enero, un 51,9% en la selva amazónica. La cifra total marca un aumento de 1.650 focos respecto al domingo.

Brasil había desplegado hasta el lunes 2.500 militares, cientos de vehículos y quince aeronaves, entre ellas dos aviones cisterna Hércules C-130, para controlar las llamas.

En el estado Rondonia, uno de los más afectados por los fuegos y las humaredas, la situación daba señales de mejora después de algunas lluvias en los últimos días. Pero es poco probable que las débiles lluvias apaguen los incendios, y solo traerían un alivio aislado hasta el 10 de septiembre, según datos meteorológicos y expertos.

Los incendios no se han limitado a Brasil. Al menos 10.000 kilómetros cuadrados están ardiendo en Bolivia, cerca de sus fronteras con Paraguay y Brasil.

La temporada lluviosa en el Amazonas, en general, comienza a fines de septiembre y las precipitaciones generalizadas tardan semanas en producirse.

El pronóstico de lluvia en los próximos 15 días se concentra en las áreas que menos lo necesitan, según Maria Silva Dias, profesora de ciencias atmosféricas en la Universidad de San Pablo. Se espera menos precipitación en las partes de la Amazonia que sufren los peores incendios, agregó.

“Toda el área necesita que llueva más regularmente y eso solo sucederá más adelante, por octubre”, agregó Dias, quien estimó que se necesitarían al menos 20 milímetros de lluvia en 1 a 2 horas para apagar un incendio forestal, más para incendios más intensos. (En base a AFP, EFE, Reuters)

“Si tuviera un arma no salen vivos”
Las llamas siguen devastando la Amazonia. Foto: Reuters

En el campo de Helio Lobardo, en el corazón de la Amazonia brasileña, las llamas han arrasado con todo. Este agricultor de 56 años apunta a la mano criminal como origen de estos devastadores fuegos: “Si yo estuviera armado, ellos no saldrían vivos”.

“La producción está en riesgo, pero yo no me voy a quedar aquí apagando el fuego”, relató Lobardo, dedicado a la ganadería en la zona rural de Porto Velho, capital de estado de Rondonia y una de las ciudades más afectadas por el humo provocado por los incendios.

Lobardo tiene la convicción de que el origen de los incendios fue premeditado, al menos el que carbonizó su campo. “Creo que el fuego fue criminal porque vino del lado opuesto a la propiedad. Ellos prendieron fuego desde la carretera y hacia dentro”, afirmó. Solo consiguió salvar el ganado al retirarlo antes de que llegara el fuego.

Lobardo defiende el uso de armas en propiedades privadas rurales, como ha sido establecido en la flexibilización a la tenencia y porte promulgada por el presidente Jair Bolsonaro.

“Si yo estuviera armado ellos iban a caer. Aquí no volverían vivos, no”, aseveró Lobardo, para quien el uso de las armas “está en la ley, es bíblico, para destruir al enemigo. Y el enemigo es aquel que te causa prejuicios”.

La finca de Lobardo está a 150 kilómetro de Porto Velho, en el epicentro de los fuegos. Para acceder a esta remota zona, es necesario atravesar la Hidroeléctrica de Samuel, con 57 kilómetros de extensión.

Eso ha dificultado que los Bomberos, el Ejército y la Fuerza Nacional de Seguridad Pública (FNSP), no hayan pasado por su propiedad.

Por su parte, Aurelio Andrade, otro productor de la zona de Porto Velho, defendió la tala de árboles en la Amazonia. “Deforestamos para sobrevivir”, confiesa, mientras las llamas consumen la maleza de la finca de su vecino.

Al igual que Lombardo, este hombre menudo y robusto de 65 años libra su propia batalla, ajeno a la crisis política y diplomática generada por el avance de las llamas.

Su terreno, de pocas hectáreas si se compara con las grandes haciendas, era “tierra de nadie”, que Andrade ocupó hace 19 años con su mujer evangélica (que anda cuatro horas para ir a misa al pueblo más cercano), y espera que sea reconocida como su propiedad por las autoridades. Ese procedimiento para apoderarse de tierras públicas (“grillagem” en portugués) es fuente permanente de conflictos entre comunidades indígenas, “invasores” y poderes estatales más o menos presentes.

“Aquí no tenemos apoyo de gobierno federal ni de nadie, solo de Dios. Así que cortamos árboles para plantar pasto para sobrevivir, para que el ganado coma”, explica Andrade.

Su finca la componen una precaria casa de cemento y un terreno que ha ido deforestando con los años, en el que cría vacas, gallinas, cerdos, patos y caballos.

“Es solo cortar unos árboles, esperar tres meses y tirar semillas”, explica este productor. (En base a EFE y AFP).

Colombia y Perú citan a una cumbre amazónica

Los presidentes de Perú y Colombia anunciaron ayer martes que convocarán a una reunión de países amazónicos en los próximos días para promover la protección de la selva tropical.

El encuentro se llevaría a cabo en la Amazonia colombiana, dijo el mandatario Iván Duque en una conferencia de prensa junto a su par peruano Martín Vizcarra, desde la ciudad amazónica de Pucallpa en Perú, donde se reunieron para el V Gabinete Binacional.

“Vamos a hacer un llamado para que todos los países amazónicos podamos hacer un planteamiento común... para hacer ahí también el lanzamiento de un compromiso de cara a esta realidad tan importante a la que no se le está dando la debida atención”, dijo Vizcarra.

El mandatario peruano señaló que esta política tendrá como objetivo evitar la deforestación y buscar alternativas para que los bosques generen progreso y desarrollo a las comunidades. La reunión se realizará el 6 de septiembre en la región amazónica de Leticia.

Paulo Coelho se disculpa ante los franceses
Coelho y su museo.

El escritor brasileño Paulo Coelho pidió ayer martes disculpas a los franceses por lo que calificó de “histeria” del presidente Jair Bolsonaro.

“Discúlpenme, discúlpenme mil veces. Es un video un poco triste para pedir perdón a mis amigos franceses por la crisis, yo diría la histeria de Bolsonaro, respecto a Francia, al presidente de Francia y su esposa” Brigitte, dijo el autor de El Alquimista en un video en francés publicado en Twitter.

Coelho indicó que las críticas de Bolsonaro a Macron y a su esposa Brigitte son una cortina de humo para tapar su actuación en Amazonia. “Mientras arde la Amazonia, no tienen ningún argumento y solo insultan, niegan, dicen cualquier cosa para evitar asumir su responsabilidad”, dijo el escritor, mensajero de paz de Naciones Unidas, en referencia a los dirigentes brasileños.

“Es un momento de tinieblas en Brasil, pasará como pasa la noche (...) Les pido disculpas”, concluyó Coelho.

El novelista nacido en 1947 en Río de Janeiro es uno de los autores más leídos del mundo.

El escritor fundó además en Río el Instituto Paulo Coelho, encargado de ayudar a brasileños en dificultades, en particular a los ancianos y los niños.

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