Fin del misterio del “síndrome de La Habana” que afectó a diplomáticos y empleados de embajadas en Cuba

“No hay denominador común” entre los afectados que manifestaron síntomas, reconoció Estados Unidos.

03/03/2023, 04:00
Estados Unidos retomó relaciones diplomáticas con Cuba en 2015, con Barack Obama.
Foto: AFP
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Agencias de inteligencia estadounidenses consideraron “muy improbable” que una potencia extranjera o un arma hayan provocado el misterioso “síndrome de La Habana”, que ha afectado a decenas de diplomáticos o empleados de embajadas en Cuba. No obstante, no dijeron qué podría explicar los síntomas.

Los primeros casos de lo que los estadounidenses denominaron “síndrome de La Habana” surgieron en Cuba en 2016, tras quejas de hemorragias nasales, dolor de cabeza y náuseas de miembros del personal diplomático, según las autoridades.

También hubo quejas de dolencias inexplicables por parte de funcionarios estadounidenses en China, Rusia, Europa e incluso Washington, lo cual motivó una investigación más a fondo del gobierno.

El espionaje estadounidense revisó documentos clasificados y literatura tanto científica como médica para determinar finalmente que “no hay evidencia creíble de que un adversario extranjero cuente con un arma o dispositivo” capaz de provocar esos problemas de salud.

“Cinco agencias juzgan que la (información de) inteligencia disponible apunta sistemáticamente en contra de la participación de adversarios estadounidenses”, mientras que una “juzga que es poco probable que un adversario extranjero haya desempeñado un papel”, y otra agencia se abstuvo, dijo la directora del Consejo Nacional de Inteligencia, Avril Haines, en un comunicado difundido el miércoles.

El espionaje también detecta “limitaciones metodológicas” en los informes médicos que desarrollaron la teoría del “síndrome de La Habana”. En suma, la conclusión de las agencias contradice un informe de expertos publicado hace un año que afirmaba que, en algunos casos, el presunto síndrome pudo deberse a ondas electromagnéticas.

En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, explicó que “no hay un denominador común” entre todos los afectados, ya que algunos casos se pueden explicar por “causas naturales”, otros por “efectos ambientales”.

Sin embargo, remarcó que el Gobierno que encabeza el presidente Joe Biden sigue comprometido a brindar asistencia sanitaria necesaria para aquellos trabajadores que siguen afectados por estas dolencias.

Microondas y armas

¿Por qué los síntomas han desconcertado a los investigadores durante tanto tiempo y cuál podría ser su causa? En 2016, varios oficiales de la CIA que trabajaban en la embajada estadounidense en Cuba describieron la sensación de presión en sus cabezas y lo que sonaba como un enjambre de cigarras.

También tenían problemas para recordar cosas y se quejaron de dolor de oído y pérdida de audición. Más tarde, los escáneres cerebrales revelaron daños en los tejidos similares a los causados por un accidente de auto o la explosión de una bomba. El gobierno de Estados Unidos se asustó y retiró a más de la mitad del personal de su embajada en la ciudad.

Inicialmente, los funcionarios estadounidenses señalaron con el dedo a las armas sónicas, dispositivos que utilizan el sonido para perturbar y desorientar. Pero esta teoría fue descartada porque las ondas de sonido en frecuencias fuera del rango del oído humano no pueden causar síntomas similares a los de una conmoción cerebral.

A continuación, consideraron las microondas. Un informe publicado en 2020 por la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM) concluyó que los haces de microondas podrían alterar la función cerebral sin causar un “daño estructural grave”, lo que explica muchos de los síntomas.

Sin embargo, otros expertos en microondas fueron más circunspectos. Aunque los científicos saben desde hace mucho tiempo que los rayos de microondas dirigidos a la cabeza de una persona pueden hacer que escuchen chasquidos, un fenómeno llamado efecto Frey, no se sabe que cause lesiones.

Puede haber una tercera explicación: enfermedad psicógena masiva. Esto es cuando las personas en un grupo perciben los mismos síntomas, a pesar de que no hay una causa externa. El estrés extremo de vivir bajo vigilancia las 24 horas en Cuba, que solo restauró los lazos diplomáticos con Estados Unidos en 2015, puede haber contribuido a los casos allí.

Aunque casi un tercio de las 21 personas examinadas informaron pérdida de audición por los ataques en Cuba, una prueba estándar encontró que la pérdida en realidad ocurrió en solo dos de ellos. Y los escáneres cerebrales mostraron cambios en la materia blanca (el tejido que constituye alrededor del 60% del cerebro) en tres de los 21 pacientes, lo que no es inusual para ese tamaño de muestra.

“Cuando quitas estos síntomas severos, esto es lo que los médicos ven en sus oficinas todos los días”, dice Robert Baloh, un neurólogo que ideó algunas de las pruebas utilizadas para evaluar a los diplomáticos afectados. Pero sin importar su causa, los síntomas son reales y, a menudo, angustiosos para los afectados.

Con información de The New York Times y AFP

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