La economía como protagonista de las elecciones argentinas: desafíos y propuestas de Massa y Milei

Quien llegue al gobierno va a tener por delante el desafío de gestionar una compleja coyuntura económica.

Personas pasean frente a un puesto callejero de venta de ropa en Argentina.
Foto: Juan Mabromata/AFP
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Hoy es un día clave para Argentina. La necesidad de un cambio es una de las pocas cosas en la que la mayoría coincide. La diferencia, claro está, es en quién consideran que es el mejor candidato para hacerlo.

Sea el libertario Javier Milei o el actual ministro de Economía, Sergio Massa, quien llegue al gobierno en diciembre va a tener por delante el desafío de gestionar una compleja coyuntura económica: la gran protagonista de estas elecciones.

“En este escenario es imposible seguir viviendo. Es imposible para los ciudadanos, para los que invierten y para los políticos”, dijo días atrás el historiador y analista político argentino, Carlos Pagni, en relación con las medidas económicas que considera deben implementarse para estabilizar la economía del país vecino.

Esa sensación de hartazgo, de urgencia por un cambio y en otros casos, de desconfianza en el sistema político, se hace evidente por estos días en Buenos Aires. Lo dejan de manifiesto los afiches, se escucha en la calle, en la parada del ómnibus, en la fila del supermercado, en una conversación de vereda entre porteros o en la charla con el taxista.

Escenario actual

La crisis económica que enfrenta el país es, en gran medida, la explicación de esa sensación. Algunas cifras evidencian la fragilidad económica. La inflación acumulada en lo que va de este año fue de 120% y en los últimos 12 meses la suba de precios fue de 142,7%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina, valores que no se registraban desde 1991 tras la salida de la hiperinflación de 1989.

El nivel de pobreza fue del 40,1% en el primer semestre del año, según las últimas cifras disponibles, lo que significó que alcanzó a 18,5 millones de personas y aumentó 3,6 puntos frente a igual período del año pasado. La indigencia, en tanto, llegó al 9,3%.

Asimismo, según economistas argentinos, el salario en dólares está cerca de los valores mínimos registrados durante crisis anteriores como la de 2001 y el “Rodrigazo”, en 1975.

La informalidad laboral llegó, a finales del año pasado, al 47,6% (incluidos los asalariados no registrados y los cuentapropistas no profesionales), casi la mitad del total de personas que declaró tener un empleo en ese año.

El Producto Interno Bruto (PIB) argentino cayó 2,8% en el segundo trimestre del año frente a igual período de 2022, y los principales organismos multilaterales esperan una recesión este año al estimar que la actividad económica se contraiga 1,6%. Eso, sumado a pagos pendientes al Fondo Monetario Internacional (FMI), y a una fuerte crisis de reservas en el Banco Central, lo que provocó un endurecimiento del cepo cambiario, la implementación de tipos de cambio diferenciales y nuevos impuestos.

La semana pasada, el dólar oficial mayorista -que estuvo congelado a $ 350 durante tres meses- reanudó las microdevaluaciones diarias (crawling peg), pero analistas económicos argentinos estiman que esta cotización es usada solo por el 25% de la economía, mientras que el resto utiliza otros tipos de cambio más elevados. Actualmente, la brecha cambiaria entre el dólar “blue” y el oficial está en 157% y en 169% respecto al mayorista.

Las reservas netas del Banco Central argentino “están negativas en US$ 10.000 millones”, según indicó a La Nación este sábado Martín Polo, estratega jefe de Cohen Aliados Financieros, que además afirmó que a la situación del dólar a $ 350 “no le queda mucho tiempo y habrá que hacer un ajuste”.

Según adelantó Polo, si hoy gana Massa se vislumbra un “escenario de devaluación más moderado, con controles de cambio y muchos tipos de cambio”, y si gana Milei se dará “un ajuste de shock, pero con expectativas”.

Esas variables, por mencionar algunas, son las que explican en parte por qué la economía ha sido el eje central de estas elecciones. Según Pagni, “el deterioro del poder adquisitivo acumulado en los últimos años se combina con la necesidad de un ajuste futuro (dólar, tarifas) para estabilizar la economía, todo en un terreno incierto que, al mismo tiempo, profundiza el desánimo y la desconfianza en la política”.

Propuestas

¿Cuáles son las propuestas de los candidatos para mejorar la situación económica? Las diferencias entre Massa y Milei son muy claras en sus propuestas, aunque aún no se sabe con certeza cómo y cuándo aplicarían sus planes y tampoco si lograrán los consensos políticos para realizarlos. En líneas generales, el candidato de La Libertad Avanza propone una reducción del Estado mediante la eliminación de ministerios, disminuir el gasto público, la eliminación “progresiva” de planes de asistencia social, la finalización del cepo cambiario, la revisión de subsidios y de los fondos de jubilaciones y pensiones. Asimismo, confía en que el crecimiento económico debe ser impulsado por el libre comercio, la apertura comercial de la economía y las exportaciones.

Sin embargo, sus dos propuestas principales -y las que han provocado mayor polémica- son la dolarización de la economía y la eliminación del Banco Central. “Vamos a terminar con la inflación para siempre”, dice Milei en su último spot publicitario de campaña. Esta es una de las prioridades y principales promesas de campaña del candidato liberal.

En sus últimas apariciones públicas brindó más detalles respecto a cuándo podrá “eliminar la inflación” y afirmó que demorará entre 18 a 24 meses de gestión.

“El día que uno frena la máquina de emitir dinero, tarda entre 18 y 24 meses para que la inflación desaparezca”, explicó el economista al ser entrevistado por La Nación+.

En tanto, en relación con la dolarización, el libertario manifestó que si es elegido podría llevarla adelante nueve meses después de su asunción.

Por su parte, el candidato peronista defiende un Estado “fuerte, eficiente y transparente”, con foco en la producción nacional y convertir la asistencia social en puestos de trabajo de calidad. En sus apariciones públicas, Massa ha planteado que, de ser elegido presidente, levantará el cepo cambiario sobre fines de 2024, cumplirá con las metas acordadas con el FMI y buscará el equilibrio fiscal.

Para el actual ministro de Economía, tener un dólar competitivo, aumentar las exportaciones (principalmente del sector agropecuario y el minero), recomponer los ingresos de los argentinos deteriorados por la inflación e impulsar una mayor distribución de esos ingresos, son las herramientas que le permitirán a Argentina alcanzar el crecimiento económico, basado en la “justicia social”, un concepto clave en su propuesta.

Finaliza el dólar exportador

El dólar exportador finalizó el pasado viernes. Desde el Ministerio de Economía niegan que se vaya a prorrogar, aunque los economistas dudan al respecto. La Nación (GDA) señala que en otras ocasiones también se negó una posible extensión de esta divisa y, finalmente, con el tiempo y la falta de reservas en el Banco Central, volvió a implementarse: los exportadores no quieren vender al oficial; menos, cuando se espera una corrección en el horizonte. El resultado que arrojen las urnas en el día de hoy será clave.

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