El informe clínico señala que el agente recibió dos balazos: uno en el tórax y otro que le rozó el cuello. Tiene fractura en dos vértebras y permanece internado.

En la noche del miércoles, sobre las 23 horas, cuatro hombres llegaron en un auto negro a una estación de servicio ubicada en Camino Corrales y avenida Dámaso Antonio Larrañaga, en el barrio Ituzaingó.

Uno de ellos se quedó en el vehículo, mientras que los otros tres descendieron del mismo.

En el lugar se encontraba trabajando como pistero un hombre de 37 años.

Dos de los desconocidos se dirigieron hacia él, quien se identificó como policía. Acto seguido, sacó su arma, dio la voz de alto y comenzó un forcejeo con los delincuentes, incluido el conductor del vehículo, quien bajó del mismo para ayudar a los otros delincuentes.

Efectivos de la zona operacional III que concurrieron al lugar determinaron que el vehículo había sido utilizado para cometer otra rapiña. Más tarde fue encontrado abandonado y con las puertas abiertas en Palencia y Lisboa, a pocas cuadras del estadio de Danubio, en jardines del Hipódromo.

Al no lograr quitarle el arma, los desconocidos dispararon al agente, hiriéndolo en la zona lumbar. Le quitaron el arma y se dieron a la fuga.

El policía fue trasladado al Hospital Policial, y esta tarde sobre las 14 horas el Ministerio del Interior hizo público el informe clínico del agente.

El mismo indica que se le realizó una tomografía computada que mostró la fractura de dos vértebras.

Los médicos constataron que el agente recibió un balazo en el tórax con orificio de entrada en cara posterior de hemitórax izquierdo, sin orificio de salida. También tiene otro impacto de bala a nivel de cuello que lo rozó.

El policía permanece internado.

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