RIVERA

Lo sabe, lo entiende, pero no le importa. Esa fue la respuesta de una jerarca del Hospital de Rivera al ser consultadla por la Fiscal de Rivera Bárbara Zapater sobre la actitud del paciente de 73 con COVID-19 que tosió sobre una auxiliar de limpieza de 19 años dentro de esa institución.

Luego de una audiencia judicial que tuvo lugar en la tarde de este martes el hombre fue imputado por reiterados delitos de desacato, uno de ellos en concurso formal con un delito de violencia privada. La fiscal de Rivera Bárbara Zapater solicitó la medida cautelar de arresto domiciliario por 120 días, pero la Justicia se la dio por 30.

Toser sobre la mujer antes de decirle “que linda que sos” no fue lo único que hizo el hombre. Cuando estaba esperando los análisis para confirmar si tenía el virus y debía quedarse en asilamiento había viajó a varias ciudades del interior en auto y también se tomó un ómnibus, según el dictamen fiscal al que accedió El País.

Todo empezó el 24 de marzo cuando el hombre estaba en Montevideo y consultó a un prestador de salud por dificultades respiratorias. Ahí le comunicaron que debía permanecer enaislamiento social mientras seguían de cerca su evolución. Cuatro días después volvió a realizar una consulta: esta vez fue por “malestar general”. Los médicos le explicaron la importancia de mantenerse en cuarentena.

Pero en el marco de ese seguimiento para ver la evolución del paciente el 31 de marzo personal de salud lo llamó tres veces a su celular y a su teléfono fijo. El hombre no atendió.

“Por protocolo establecido por el MSP se le indicó medidas de cuarentena, entre ellas aislamiento en su domicilio por 14 días”, dice el dictamen fiscal sobre lo que su prestador de salud le informó debía hacer luego de sus consultas.

Pero “sin perjuicio de ello”, agrega el dictamen, a los siete días el hombre viajó en auto a Rivera, luego a la ciudad de Minas de Corrales y regresó a Rivera en ómnibus. El hombre de esta manera “desobedeció abiertamente el mandado de los funcionarios públicos” que le indicaron cuarentena por ser posible portador del virus, explicó la fiscal en el texto.

El 1° de abril el hombre volvió a realizar una consulta médica en el Hospital de Rivera por un cuadro respiratorio. Ahí fue cuando ingresó a una sala especial y se lo aisló a la espera del resultado de COVID-19. Tres días más tarde se confirmó que tenía coronavirus.

En la sala donde se encuentra aislado, todos los funcionarios de salud que entran a la habitación lo hacen de tapabocas, guantes e indumentaria especial para evitar el contagio.

Pero el pasado domingo cuando la auxiliar de limpieza de una empresa tercerizada entró a la habitación para hacer su trabajo fue que el hombre tosió sobre ella luego de decirle “que linda que sos”; según consta en el dictamen fiscal.

La fiscal sostuvo en su acusación que además de “sometarla y obligarla a tolerar su accionar imprudente, provocó en la víctima miedo y mucha angustia”.