Blancos acusan que “7.000 niños son tomados de rehén”.

La situación que se vive en Florida por la renuncia de 21 pediatras a la mutualista del departamento llegó ayer a la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, donde el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, aseguró que la situación está controlada, gracias al plan de contingencia por el cual los niños son derivados al hospital de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE).

Sin embargo, el senador del Movimiento de Participación Popular (MPP), Ernesto Agazzi, planteó enviar una consulta al Colegio Médico para que evalúe la ética de los profesionales que abandonaron sus cargos, según dijeron a El País fuentes que participaron de la Comisión.

En tanto, el senador nacionalista Javier García insistió en rueda de prensa tras la reunión con la idea de que se decrete la emergencia sanitaria en el departamento, hasta que se solucione la asistencia en la Cooperativa Médica de Florida (Comef), donde quedaron solo tres pediatras.

También achacó el conflicto a "diferencias políticas que dejan de rehén a los 7.000 niños" que se atienden en la mutualista. Cuando se le pidió que sea más específico sobre este tema achacó el problema a una pelea entre la Federación Médica del Interior (FEMI) y el Sindicato Médico del Uruguay (SMU).

Pese a ello, el ministro Basso insistió en que la situación estaba controlada gracias al "plan de contingencia" que se armó con ASSE, el cual consiste en que los tres pediatras que quedaron en Comef atiendan en consultorio y el resto reciba una primera atención de médicos de guardia que luego los derivan al Hospital de Florida. En el caso de las internaciones, Basso precisó que la mutualista llegó a un acuerdo con otras instituciones privadas cercanas por el cual los niños están siendo trasladados a estas.

El ministro también dijo que se están haciendo "los mayores esfuerzos" para "limar asperezas" entre las partes, y así arribar finalmente a una solución.

El conflicto en Comef lleva más de 20 días y las posturas parecen irreconciliables. La semana pasada la mutualista denunció un "bloqueo" por parte del SMU, por el que ningún pediatra aceptaría ser contratado por la institución.

El presidente del gremio, Julio Trostchansky, dijo que en realidad la institución no conseguía médicos porque paga menos del laudo y puso tres condiciones para que los pediatras renunciantes acepten estudiar la posibilidad de volver: que se concrete un convenio de complementación con ASSE (por el cual se generaría una maternidad y una puerta de emergencia únicas), la creación de cargos de alta dedicación (con sueldos superiores a los 120.000 pesos) y que se haga una comisión integrada por Ministerio de Trabajo, MSP y SMU que "proteja" a los pediatras del "hostigamiento" de Comef.

Todo esto luego de que una asamblea del Sindicato Médico de Florida terminara a las piñas.

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