NEGOCIOS

Fabiana Culshaw

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No es un juego, es un tema serio. Las jugueterías tienen una visión pesimista sobre la situación económica por venir en el país y evalúan como negativos sus niveles de rentabilidad. Así se desprende del «Monitor de Sectores Productivos. Edición: Jugueterías», un estudio de Opción Consultores, que consistió en encuestas realizadas entre enero y febrero a los directores o gerentes de ocho empresas representativas del sector en Montevideo y el Interior.

El estudio arrojó que 50% de las jugueterías consultadas piensa que la situación en lo que queda del año será «mala o muy mala», mientras que 38% considera que será neutra, es decir, «ni buena ni mala». El 13% restante visualiza una mejora de la situación económica.

Los motivos por los cuales la mitad de los encuestados tiene una visión negativa son, básicamente, la pandemia, los menores ingresos registrados, el hecho de que las personas dejaron de consumir artículos no esenciales y la falta de trabajo.

Por el contrario, quienes manifiestan una visión más alentadora la fundamentan en las expectativas de mejora de la situación sanitaria y económica del país, que daría lugar a la recuperación de las pérdidas por el efecto COVID-19. También destacan como factor de peso a favor la reactivación de los estudios cinematográficos y la llegada de novedades.

Más de la mitad de los encuestados (63%) evalúa los niveles o condiciones de rentabilidad del sector como «muy malos o malos», en tanto que la cuarta parte (25%) los considera neutros y 13% «muy buenos o buenos». Esto último se fundamenta en el aumento del interés por los juegos de caja durante la pandemia. Este dato se destaca ya que, a pesar del auge de los juegos por Internet en este período, muchos padres procuran matizarlos con actividades lúdicas tradicionales para sus hijos.

Como factores de peso negativos en las expectativas señalan la caída de las ventas, la suba de los costos pero no de los precios, los altos impuestos, la competencia con productos que llegan del exterior, los costos fijos elevados y de los fletes, siempre en un marco de pandemia.

En cuanto a la inversión en el sector, la mitad considera que se mantendrá, mientras que 38% prevé retraimiento y 12% espera alza.

La visión predominante sobre el personal o mano de obra del rubro indica estabilidad (63%), al tiempo que 25% teme que se retraiga.

Políticas y desafíos

Las políticas económicas en las que se enmarca el sector son consideradas «neutras» por el 75% de los encuestados.

Las demandas que manifestaron los empresarios pasan por un mayor apoyo a la industria nacional, baja de los impuestos y más incentivos por parte del Estado.

En relación a las políticas laborales, la mitad de los consultados las evalúa como neutras («ni buenas ni malas»), y las demandas se refieren a la flexibilización y a continuar reforzando las políticas laborales impulsadas por el gobierno durante la pandemia, como el seguro de paro parcial.

Los principales desafíos que enfrenta el sector, según surge del Monitor de Opción Consultores, son: aumentar la ventas, desarrollar ventas por la web, estar a la vanguardia y crear nuevos juegos, invertir en tecnología para bajar costos, exportar y rentabilizar el e-commerce, entre otros ítems.

Las tendencias en el rubro indican que los consumidores se volcarán cada vez más a las compras web, a los productos económicos, a los artículos reciclados, juegos familiares y, cuando sea posible, compras en el exterior. Los gerentes consultados también piensan que la adquisición de juguetes para «previas» en el público joven marcarán tendencia.

Finalmente, respecto a las áreas de mayor sensibilidad para el desarrollo futuro de las jugueterías en el país, la mayoría de los gerentes consultados consideran que la gestión comercial y de ventas es y será la más relevante, seguida de cerca por el área de planificación estratégica.