En la calle Paullier, Voglio propone una carta breve que asegura que cada alimento es elaborado con dedicación; lasagnas, pizzas, calzones, chivitos y papas rústicas son sus fuertes

Cocina con amor. Ese es el lema de Volgio, el restaurante que está en Paullier 1161. Una carta breve asegura que cada alimento tendrá el tiempo de elaboración y la dedicación necesaria antes de llegar a la mesa de los comensales.

Las lasagnas y el pan casero son estrellas de la casa, que incluye en su menú pizzas, calzones y chivitos. La fama de sus papas rústicas también atrae clientes. Los miércoles hay tenedor libre de pizzas y jueves, viernes y sábados hay pescado. Alguna preparación con carne también puede sumarse.

Sin importar qué, el denominador común de todos los platos es su método de cocción: el horno a leña, un artefacto que vale la pena detenerse a mirar porque está decorado con cerámicas multicolores.

La elección de ingredientes es otra clave del éxito de Voglio. Alimentos orgánicos, aromáticas cultivadas ahí mismo y combinación de sabores realzan la propuesta simple de su cocina.

El ladrillo a la vista, las luces cálidas y las plantas, sumados la calidez de la atención son sellos distintivos de la casa que timonean Soledad Godoy y los hermanos Diego y Gonzalo Hernández.

La música no falta y generalmente suenan acordes de jazz y blues. De hecho, cada tanto, en Voglio pueden escucharse algunos artistas en vivo.

Pocas mesas están en la vereda, ya que la apuesta es disfrutar de la casona puertas adentro. De hecho, el local está en pleno plan de ampliación y se prevé habilitar el patio y la bovedilla para recibir a más público.

Unos 50 cubiertos pueden servirse actualmente en el salón principal. A este recinto se suma un apartado, tipo living, ideal para celebrar reuniones cumpleaños u ocupar con amigos (es apto para unas 10 personas).

Voglio abre de martes a sábado a partir de las 20:00 y el horario se extiende hasta la 1:00. El delivery de la casa envía pedidos de pizzas, calzones y chivitos.

AFTER WORK