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Cuatro recomendaciones para fomentar lealtad en el líder y sus equipos

Graciela Foggia, directora de Up Coaching, detalla la fórmula bidireccional para lograr la motivación, confianza y compromiso en una empresa

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Equipo

Trabajando a través de Up Coaching con líderes en la construcción de sus valores como equipo, llegaron a la conclusión que el pilar fundamental para todos era la lealtad, entendida como la coherencia entre lo que hablan, los acuerdos que realizan y las acciones que llevan adelante. «La lealtad encierra en sí misma una serie de valores fundamentales, como la confianza, el respeto y la honestidad. A su vez, cada uno de estos principios requiere de ciertos compromisos», reflexionaron.

La lealtad como cultura de trabajo tiene como denominador el bien común. Está despojada de dobles intenciones. «Debe ser bidireccional, nadie va a ser leal si no recibe lo mismo del otro lado», destacaron.

«No alcanza con que la gente tenga frutas todo el día y demos un espacio divino con pufs de colores y una mesa de ping pong. ¡Eso está bueno!, ¡ayuda!, pero no es lo relevante», señalaron. En cambio, «es fundamental que la comunicación sea clara y sin sorpresas para preservar la confianza que por momentos es causa y en otros consecuencia de la lealtad». Para ese equipo un aspecto clave es ser capaces de «mantener todo tipo de conversaciones, honestas, sinceras pero cuidadas en sus formas, para que la gente no sienta miedo o quede con rencor».

Durante el proceso, compartieron el impacto negativo que tuvo en el equipo el despido de personas «leales» y apreciadas en la organización y que además no fueron acompañadas por una adecuada comunicación. «Esto repercute en la motivación, en la confianza y en el compromiso de quienes continúan en la empresa», explicaron. «Automáticamente te decís: se lo hicieron a esta persona, ¡la próxima soy yo! Es inevitable pensarlo y eso dinamita la confianza y la lealtad».

En línea con lo anterior y de nuestra experiencia en organizaciones, observamos que las promesas incumplidas por parte de la empresa y de algunos líderes, afectan los niveles de confianza y por lo tanto de lealtad. Una persona que recurrentemente es «traicionada» en su confianza, o no se siente valorada, ni tenida en cuenta, es altamente probable -dependiendo de su personalidad y expectativas- que esté atenta a otras oportunidades laborales o que entre en conversaciones improductivas consigo mismo y/o con otros. Hay jefes que esperan que sus equipos sean leales, pero a la hora de desarrollarlos, defender el trabajo o darles visibilidad no lo hacen.

Pero esto también corre en la otra dirección. Personas que recibiendo confianza y lealtad de sus líderes, mantienen comportamientos inadecuados y/o desleales. En organizaciones donde la cultura es de cuidado mutuo, serán «eyectadas» del sistema, pero si eso no sucediera, el líder tiene que estar atento y tomar acción para no afectar el clima laboral y fundamentalmente mantener a salvo la cultura organizacional.

¿Cómo promover la lealtad en las empresas?

Al igual que muchas tareas de gestión, requerirá voluntad, esfuerzo y dedicación para mejorar y/o instaurar el sentido general de la lealtad en la cultura.

Por otro lado, si bien hay principios comunes que acompañan y determinan la lealtad, es necesario investigar cuáles son los valores específicos que habrá que tener en cuenta, según el tipo de negocio, los intereses de las diferentes generaciones que conviven en la empresa, etc. Sin embargo, hay algunas recomendaciones (no taxativas) para fomentar una cultura leal:

1) Si se pide lealtad, hay que brindarla también. Las fórmulas funcionan cuando son de ida y vuelta. Si como líder, no se defiende el talento y se mira para el costado, entonces, no funciona.

2) Mantener una comunicación abierta en todas las direcciones es clave. Manejar la expectativa. Apuntar a la transparencia y claridad. Cuando hay temas confidenciales, si somos conscientes que debemos cuidar la confianza, encontraremos la forma de manejarlo con asertividad.

3) Promover conversaciones de todo tipo en los equipos, fundamentalmente las incómodas o difíciles. Ser leal no significa aceptar conductas inadecuadas o no corregir los errores. Es necesario mantener conversaciones abiertas, empáticas, respetuosas y sinceras que promuevan que las personas puedan expresarse y corregir lo que está mal.

4) Empoderar a las personas para que se sientan comprometidas. Evitar el micromanagement dejando que la gente despliegue su potencial, acompañando y promoviendo su desarrollo, estando atentos a sus necesidades, dándole visibilidad y trabajando en las oportunidades de mejora.

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