DE PORTADA

En un especial del Grupo de Diarios de América, editores y periodistas de viajes recomiendan sus espacios favoritos de distintos países latinoamericanos. Barrios y paseos que cautivan a visitantes y a los que siempre están y los recorren. Entre el verde de una sierra, ríos, cascadas y el urbanismo de ciudades con su mezcla de arquitectura colonial y moderna, la tranquilidad y el movimiento giran en las distintas respuestas a continuación.

Carrasco sigue teniendo postales como el Hotel Casino o la avenida Arocena con la tradicional heladería Las Delicias, el Bar Arocena (que cumple 90 años) o la parrillada García que está en la misma esquina desde 1967 y que recientemente fue elegida como la segunda mejor de Sudamérica, según la reconocida guía de viajes Big 7 Island. En los últimos años, el barrio ha recibido una avalancha de nuevas propuestas como el Paseo Rostand, una feria gastronómica al aire libre, y han abierto restaurantes, como Manzanar o Santana Café, una buena muestra de cómo una casa se puede convertir en una acogedora cafetería.

El paseo verde en Uruguay es el Paso Centurión y Sierra de Ríos, en Cerro Largo. Está a orillas del río Yaguarón y es el lugar que cuenta con mayor biodiversidad en todo el territorio nacional. Una de las particularidades es la cantidad de especies de aves que allí se pueden encontrar. En el año 1978 ahí había 376 especies. En 2000 se llegó a 435, en 2003 a 450 y en 2008, a 484. Según el ornitólogo uruguayo Gabriel Rocha, el hecho de que se haya incrementado la cantidad de especies avistadas se debe a que hay más observadores y a que actualmente es más sencillo captarlas e identificarlas. “Con las cámaras digitales se pueden sacar 500 fotos para ver si se encuentra algo. Antes era un rollo de 36 fotos y se usaban dos” recuerda Rocha. (Rosana Decima, El País).

El barrio San Felipe está ubicado en el sur de la capital y siempre fue una zona residencial de casonas antiguas. Pero a partir de 2010 comenzaron a abrir una serie de galerías de arte como Beta, 12:00 o Flora Ars+Natura, esta última del reconocido artista colombiano José Roca. La zona se convirtió en un distrito de arte contemporáneo un poco al estilo de Wynwood, en Miami. Desde 2017, además, existe un evento llamado Noche de Galerías, que se realiza cada dos meses y durante el cual se pueden recorrer todos esos lugares gratis. A la par de las galerías, han abierto restaurantes y bares como Espacio KB, un centro cultural en casona tradicional que además tiene un bar con coctelería y comida deliciosa. Plural Nodo Cultural es otro espacio que también es salón de exposiciones.

Para pasear al aire libre, nuestra corresponsal en Colombia recomienda las Cascadas del Fin del Mundo. Más que un parque, este es un rincón natural y salvaje en el distrito de Putumayo, en el sur del país. Una zona que hasta hace unos años estaba tomada por los conflictos armados, pero que ahora luce muy distinta. Uno de los tesoros allí son las cascadas, unas impresionantes caídas de agua de 75 metros que conectan con el río Dantayaco, en plena selva amazónica. Para ir hasta las cascadas hay un sendero de alrededor de dos horas y donde se puede hacer rápel en medio del agua. Para llegar, se puede ir hasta las ciudades de Villagarzón o Mocoa y desde allí partir hacia algunos lodges de selva que están cerca del río. Es necesario reservar e ir con un buen guía como Rosemberg Huaca (tel. 57/320 259 2329 ), quien tiene ascendencia inga y puede llevar a los lugares más lindos (Natalia Nogueira, El Tiempo).

Escalante es el barrio de San José, la capital, que hay que conocer. Se ha convertido en un polo gastronómico, repleto de los más variados restaurantes, activas instituciones culturales, espacios dedicados al diseño, la moda y diferentes emprendimientos. En las 26 cuadras de Escalante conviven el comercio y el área residencial con uno de los complejos culturales más grandes y activos de la ciudad: la Antigua Aduana, que tiene dos áreas de exposiciones, un teatro y una plazoleta, así como el Centro Cultural de España y sus diferentes espacios, el Museo Histórico Rafael Ángel Calderón Guardia y el Taller Nacional de Danza.

El paseo al aire libre en Costa Rica es el Parque Nacional Marino Balleno: fue el primer parque marino del país y de Centroamérica. En esta época del año es ideal para visitar, porque se ven ballenas jorobadas y varios tipos de delfines, además de otros animales, como mantarrayas, tiburones martillo, el pez loro y macarelas. Se organizan tours para ver la fauna marina y también para realizar actividades como buceo, cabalgatas, turismo de playa y visitas a cataratas (Doriam Díaz e Ivania Varela, La Nación de Costa Rica).

Para ir hasta el barrio La Punta hay que viajar 15 minutos en auto desde Lima. Ahí, en el puerto de Callao sobre una pequeña península bañada está este balneario que hoy es un barrio residencial de casonas antiguas. Una de las razones son sus playas de piedra, como Cantolao, de oleaje calmo. Otros puntos de interés son la Plaza de Armas, la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, el castillo Rospigliosi —de estilo morisco—, el humedal costero Poza de la Arenilla y los malecones Figueredo, Wiese y Pardo, perfectos para el atardecer. La Punta tiene además una oferta gastronómica especializada en pescados y mariscos. El restaurante El Mirador, por ejemplo, regala una envidiable vista al mar.

Para pasear a cielo abierto en Perú se recomienda el Parque Nacional Huascarán cerca de la ciudad de Huaraz. Allí, a 6.768 metros de altura, se alza imponente el nevado Huascarán, que da nombre al parque. Sus 340 mil hectáreas que albergan más de 600 glaciares, 300 lagunas de origen glaciar, 120 especies de aves, 10 clases de mamíferos y casi 780 tipos de plantas. Se pueden hacer múltiples actividades al aire libre: camping, trekking, escalada, bicicleta de montaña y esquí. Hay 33 sitios arqueológicos, que incluyen arte rupestre, sistemas de andenería, tumbas, miradores, fortificaciones y muchos más. La mejor temporada para ir es entre mayo y octubre, pues el período de lluvias va de diciembre a marzo (Belén Tavares, El Comercio).

El barrio Guemes en Córdoba concentra la movida nocturna con cervecerías, bares, galerías y tiendas. Achával Rodríguez es la calle más cool y sobre Fructuoso Rivera se destaca Chilli Street Food, con menú de los cinco continentes. También hay que pasar por Nakama Ramen Corner, cuya especialidad es el auténtico ramen japonés. El arte callejero cambió la estética de Córdoba en los últimos años. El artista Elián Chali, que intervino fachadas de varios países, es uno de sus mayores exponentes. Para ver una de sus últimas intervenciones hay que visitar el recientemente inaugurado Parque Chateau Carreras, en la zona norte.

El dato verde argentino es el bañado La Estrella, en Formosa. Fauna y flora desmesurada y una gran planicie inundada donde flotan nenúfares, camalotes y algas, y donde se forman los curiosos champales, troncos secos cubiertos por enredaderas que adquieren formas llamativas y dibujan laberintos. Así es este bañado, uno de los paraísos naturales menos visitados de la Argentina. (Andrea Ventura, La Nación).

Colombia. El barrio San Felipe, además de sus casonas tradicionales, tiene una rica oferta de arte y diseño gracias a varias galerías que han abierto.

En México recomendamos Santa María la Ribera. Es un barrio viejo y popular con encanto gracias a la conservación de sus casonas y a sus atractivos como el Museo del Chopo, el Museo de Geología y el Kiosco Morisco, el monumento icónico que sirvió como pabellón de la Exposición Universal en Nueva Orleans, de 1884 a 1885. Para complementar la visita al barrio el restaurante Don Lázaro El Viajero es imperdible: hasta octubre se pueden saborear los chiles en nogada de hasta un kilo.

El paseo natural elegido es a las Islas Revillagigedo en el Pacífico sur, a unos 400 kilómetros (25 horas de navegación) de Cabo San Lucas, en Baja California Sur. Es un parque nacional que se ha convertido en el paraíso de los buzos. Su riqueza incluso se ha llegado a comparar con la de Galápagos, en Ecuador. El archipiélago lo forman cuatro islas volcánicas: Clarión, San Benedicto, Socorro y Roca Partida. Bajo el agua, los buzos podrán observar mantas gigantes de hasta siete metros. También hay delfines, impresionantes cardúmenes plateados que se mueven en una especie de danza sincronizada, varios tipos de tiburones y ballenas jorobadas (Gretel Zanella, El Universal).