Los piojos son un problema frecuentepara niños y adultos.Estos insectos no reconocen barreras geográficas, socioeconómicas ni culturales.

La infestación (o invasión de un organismo vivo por agentes parásitos) más frecuente en los niños es la del cuero cabelludo. Aunque todos conocen a estos pequeños, difíciles de ver y fastidiosos parásitos, es importante conocer como viven para eliminarlos y prevenir el contagio.

En primer lugar, los piojos son hematófagos, se alimentan de sangre. Primero raspan el cuero cabelludo y luego lo atraviesan con diferentes estructuras y toman cerca de 1 cc. o ml. de sangre diariamente.

La saliva del piojo causa irritación, provoca el enrojecimiento del cuero cabelludo, la región detrás de las orejas y la nuca. La picazón es el síntoma más frecuente y puede demorar en aparecer varias semanas, aunque haya piojos adultos. No debemos ir a buscarlos cuando hay picazón, sino antes.

Los piojos se adhieren por contacto directo al pelo de los niños en forma de huevos (liendres) que son difíciles de quitar y que en su evolución se transformaran en piojos adultos.

Estos parásitos no saltan ni vuelan, caminan. La forma más frecuente de contagio es cabeza a cabeza, pero también llegan, en forma indirecta, a través de objetos como peines, cepillos, gomitas, vinchas, gorras, bufandas, auriculares, entre otros. También pueden llegar a través de muebles u objetos, tales como sillones, apoyacabezas, alfombras, colchones, muñecos de peluche, areneros o piscinas.

Foto: Freepick

Estos parásitos se adaptan a estar fuera de su hábitat natural y pueden vivir un tiempo fuera del cuero cabelludo. Tienen preferencia por el entorno cálido que proporciona el pelo largo.

Es importante que los niños no sean discriminados por tener piojos: está en los padres y cuidadores tomar las medidas de prevención para evitar que si adquirieron un piojo adulto, este quede se quede en su pelo y ponga huevos (liendres) que continuarán el ciclo, una y otra vez.

Eliminar los piojos no es una tarea sencilla, requiere tiempo, dedicación, paciencia y la colaboración de los educadores al detectar que un niño los tiene.

Las estrategias para prevenirlos y controlarlos han sido múltiples, apelando desde tratamientos naturales hasta productos químicos diversos. Sin embargo, nada supera a la efectividad de la revisión sistemática de la cabeza y el uso de peines finos que además es inocua.

Las medidas generales recomendadas incluyen:

• Mantener el pelo corto o recogerlo con una cola.

• Luego del lavado de la cabeza y con el pelo mojado, pasar el peine fino por pequeños sectores hasta revisar toda la cabeza. Luego de cada pasada limpiar con una toalla de papel el peine para ver si hay piojos vivos y liendres.

• Mantener las uñas limpias y cortas de los niños, esto evitará que se lastimen al rascarse, algo que los pequeños hacen con frecuencia e intensidad.

• Es importante que los peines (recomendaciones también en las peluquerías) sean de uso personal y cada 2 o 3 días se coloquen en agua a 60ºC, durante diez minutos. Esto matará los piojos que no vemos.

• Si se realiza un tratamiento con algún producto, es esencial lavar con agua caliente la ropa de cama y otros implementos, como gorros y bufandas porque pueden permanecer vivos en las prendas. Además será necesario aspirar colchón, alfombras, etc.

A la hora de elegir un tratamiento, será el pediatra tratante el que recomiende el indicado. Algunos frecuentes son:

• Permetrina. Es un insecticida que actúa sobre el piojo y tiene poco efecto secundario. Se usa directamente en la concentración al 1% aplicándose sobre el cuero cabelludo seco, se deja actuar un mínimo de 6 horas y luego se enjuaga con champú y agua tibia pasando posteriormente el peine fino para quitar las liendres. Se recomienda aplicar una segunda dosis a la semana. Este tratamiento puede no ser efectivo porque se ha utilizado como primera línea durante mucho tiempo y los piojos se han hecho resistentes en grado variable.

• Dimeticona. Es un compuesto oleoso derivado de la silicona que actúa de manera física, asfixiando al piojo. Este mecanismo hace mucho mas difícil que el mismo se haga resistente. No tiene efectos nocivos.

• Ivermectin. Es un pediculicida oral que se utiliza en única dosis que se repite a la semana.

• Aire caliente. Es un dispositivo tipo ventilador que entrega un flujo continuo de aire caliente a nivel de las raíces del cabello. Genera daño térmico a las liendres y parásitos adultos. Su principal desventaja es su elevado costo comparado con los demás tratamientos y la capacitación que requiere quien lo aplica.

Todas estas opciones están disponibles, pero es importante insistir una vez más que prevenir es el mejor tratamiento: lo ideal es la revisión periódica de la cabeza y el uso de peine fino en forma adecuada. Hay productos naturales recomendados reiteradamente para prevenir la infestación, que pueden ser utilizados aunque ninguno ha demostrado la efectividad del peine fino.