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Qué dice la ciencia sobre los cambios en el cerebro y las emociones de las mujeres durante el embarazo

El cuerpo de la mujer cambia en muchos sentidos durante esta etapa, y esto tiene un efecto incluso a nivel de la neuroplasticidad y las hormonas.

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Embarazo
Mujer embarazada.
Foto: Freepik.

Redacción El País
Estudios realizados por el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario Gregorio Marañón de España encontraron que durante el embarazo aumenta la plasticidad del cerebro de las mujeres. Para los investigadores, esto favorece la adaptación a los cambios que implica la llegada de un bebé.

De hecho, la comunidad científica considera al embarazo como la etapa de mayor neuroplasticidad durante la vida adulta.

“La literatura científica acerca del embarazo contiene multitud de estudios que describen cómo el cuerpo de la mujer se adapta a nivel cardiovascular, renal, metabólico, respiratorio, muscular o endocrino. Sin embargo, apenas se conoce cómo el cerebro de la mujer cambia durante el embarazo ni qué implicación tienen estos cambios para la salud y bienestar de la madre y del bebé”, afirmaron desde el equipo de investigación.

Preparar el cerebro para la llegada del bebé.

El doctor Alejandro Andersson, neurólogo y director médico del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA), explicó que durante el embarazo existe un aumento significativo en los niveles de estrógeno y progesterona, y estas hormonas tienen un efecto sobre el cerebro, modulando las respuestas emocionales, la memoria y la plasticidad cerebral.

Además, agregó que este aumento en la plasticidad cerebral permite "una reorganización de ciertas áreas cerebrales relacionadas con la percepción social, la empatía y la comprensión de las necesidades del bebé", lo que facilita la construcción de lazos afectivos. Otras áreas que se fortalecen en esta etapa son la memoria y la atención.

De la mano de la plasticidad cerebral, los neurotransmisores —mensajeros químicos en el cerebro— también cambian. Por ejemplo, la liberación de dopamina cuando la madre está con el bebé motiva su deseo de cuidarlo, señaló Andersson.

Las emociones durante y luego del embarazo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) al menos 1 de cada 10 madres sufre depresión post parto. Sin embargo, son pocas las mujeres que solicitan ayuda.

Según Patricia Martínez, psicóloga de Halitus Instituto Médico, la reducción de los niveles de progesterona tras el parto puede desencadenar la disforia posparto, que se manifiesta como un cuadro de decaimiento o un descenso momentáneo del estado de ánimo que en pocos días se revierte, dependiendo del contexto de cada mujer. No obstante, en algunos casos puede darse depresión pos-parto durante varios meses.

Los estados emocionales durante el embarazo también pueden ser delicados. “Los primeros tres meses, en particular, suelen caracterizarse por incertidumbre y malestar", indicó Martínez. Y añadió que a muchas mujeres "les cuesta alojarse en ese cuerpo que está cambiando". El segundo trimestre suele ser más alentador. "En este período, el embarazo se vuelve más creíble, los niveles hormonales se estabilizan y el sentir la presencia del bebé en la panza aumenta la sensación de alegría y energía”, expuso la especialista.

El tercer trimestre del embarazo también tiene sus particularidades. “Vamos acercándonos al momento del parto, rodeados de fantasías, temores e incertidumbre. Es una experiencia que no pasa únicamente por el cuerpo sino también por la cabeza”, reflexionó la psicóloga.

El fantasma de la depresión pos-parto.

“En el caso de la depresión postparto, la mamá no puede cuidar al bebé ni a sí misma, no puede amamantarlo ni comunicarse con él", subrayó Martínez. Otro trastorno aún más grave es la psicosis puerperal, que puede generar conductas agresivas y poner en peligro la vida tanto del bebé como de la madre.

En cuanto al tratamiento, señaló que la depresión posparto puede tratarse con psicoterapia y psicofármacos. Además, recientemente se aprobó una píldora llamada zuronalona, que trabaja sobre la depresión posparto específicamente.

Martínez destacó que existe un gran prejuicio en relación a la salud mental y el embarazo. “A veces la mujer puede estar mal porque se murió un familiar, porque se peleó con alguien o porque le va mal en el trabajo, entonces hagámosle lugar a que pueda estar triste aún cuando esté embarazada”. Finalmente, aconsejó consultar a profesionales de la salud mental si se siente tristeza o malestar persistente.

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