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"Yo quiero que el libro despierte creatividad, ganas de cosas nuevas, poesía" y no solamente intriga por conocer el futuro, dice sobre su exitoso Horóscopo Chino.

CATERINA NOTARGIOVANNI

Ludovica Squirru abre la puerta de la habitación con una sonrisa, invita a tomar asiento y anuncia que en breve llegará el café. La panorámica de la bahía desde el piso 20 del Radisson Montevideo Victoria Plaza Hotel hace ineludible un comentario: "Viste lo que es eso, lo más romántico que vi en mi vida. Ustedes no se dan cuenta porque viven acá", señala la autora de Horóscopo Chino, libro más vendido en Uruguay en los últimos ocho años.

Sobre la mesa hay un plato con chocolates sin abrir, tentación que no resistirá la hora de entrevista, a pesar del estado de "dieta" en el que confesará estar. "Lo más difícil en la vida es el dominio de los instintos, de las pasiones, saber hasta dónde llegar, cuál es el límite", dirá a propósito de lidiar con la tentación.

Ludovica Squirru tiene 53 años, es argentina, vive en Traslasierra (Córdoba) pero viaja seguido a Buenos Aires, está en pareja desde hace tres años con un "chancho-fotógrafo" y vino a Montevideo a presentar su libro.

No se toma tiempo para pensar ninguna pregunta y suele explayarse con generosidad en cada respuesta. Su discurso va y viene, sube y baja, como si su circuito cerebral fuera un campo minado en el que una palabra produce una explosión que la lleva a seguir la charla en otro sitio, a veces alejado del punto inicial. No obstante, siempre regresa.

A lo largo de ese viaje hablará de su libro, del vacío humano de estos tiempos, de una depresión que duró tres años, de que tal vez le llegó la hora de preocuparse por su cuerpo y de las Constelaciones Familiares, técnica terapéutica que define como "reveladora, sanadora, transformadora y fascinante", y que está omnipresente tanto en su libro como en su conversación.

Porvenir. Antes de dar ninguna visión de futuro, Ludovica advierte dos cosas de la perspectiva china: cada año es una continuación del anterior ("no es un cambio mágico de calendario"), por lo tanto, para tener 365 buenos días en 2010 hay que dejar saldadas las asignaturas anteriores. "Para no arrastrar como una bola de nieve deudas económicas, peleas con familiares, con la pareja, con una amiga. Entonces, para empezar y antes de decir qué me espera, hay que hacer una linda limpieza de purificación", señala.

Hecha la aclaración, explica que para los chinos no es un año afortunado porque según su calendario agrícola, 2010 no tiene primavera. "Para ellos no es un buen auspicio. Además, la energía del tigre de metal es bélica, tiene que ver con las armas, con todo lo inflexible, con la gente que toma decisiones drásticas. No va a ser un tigre benévolo, ni compasivo ni comprensivo, más bien va a ir a la confrontación", afirma Ludovica. "Entonces, la técnica que tenemos que aplicar es estar cada vez mejor por dentro. Ese es el trabajo fundacional que hay que hacer, marcar un cambio radical entre este tiempo viejo y uno nuevo. En el mundo lo vemos: se está cayendo a pedazos un sistema, estructuras, paradigmas, modelos políticos y económicos… la gente se pregunta ¿y esto cómo sigue? Tanta crisis afuera hace que uno tenga que mirar para adentro, y si vos no mirás para adentro realmente estás perdido en la vida. Entonces el mensaje del año del tigre es reinventarse.

-Usted insiste en su libro con la idea de que hoy en día todo está puesto en el afuera…

-Sí, ¿y sabés por qué está todo puesto en el afuera? Por el vacío que tiene la gente por dentro, que proviene de tanta tecnología, mensajito de texto, celular, computadora. De repente estás en reuniones con amigos que no ves desde hace 10 años y en vez de hablar estás mirando el celular. Pero también uno es responsable. Vos podés ver (Marcelo) Tinelli o apagar la televisión, leer un libro o salir a caminar por la rambla con amigos, o sumarte a las movidas que hay acá de arte, poesía, etc. Digamos, dejarse llevar por la corriente en ese sentido no es algo benéfico para ningún ser humano, por algo la gente se siente tan vacía. Creo que hoy el vacío más grande es el espiritual, más que el económico y social. Cuando vos sentís que tu vida no tiene sentido ni misión, la desilusión es protagonista. Y cuidado, no tenés que ser el Dalai Lama ni sentirte la madre Teresa de Calcuta. Empezá por tu vida donde hay tanto para podar, para hacer, para mirar, para revertir, para transformar. El mundo pide a gritos solidaridad. Si te sobra tiempo, plata y estás aburrida podés inventar cosas, como ir a colaborar a comedores. Hay mucho para hacer con los seres humanos que nos rodean, sin necesidad de que tengas que irte a la India. Las personas buscan afuera, lejos, y no es por ahí. Yo te lo puedo decir porque lo hice. Yo sí fui a China, sí busqué, pero después me di cuenta que la búsqueda es adentro.

-¿Y por qué cree que "La desilusión es protagonista"?

-Porque las expectativas de la gente se han caído a pedazos. Eso es desilusión. Una cosa que digo es que no es bueno tener ilusión en la vida, no hay que tenerla. La ilusión es un espejismo. Vos te ilusionaste porque creíste en los pececitos de colores y la vida te demostró que no. Bueno, la vida empieza cuando te enamorás de la realidad, de lo que pasa las 24 horas y hasta de las cosas más trágicas. La gente se desilusiona porque no gana el millón de pesos con Susana Giménez, ¿cómo puede ser eso? El otro día me deprimí viendo el último programa de Susana Giménez con Graciela Alfano...

-¿Por qué?

-Porque se ocupó un espacio en televisión hablando del triste momento que tienen con los hombres, de que ellas eligen el touch and go, de que van al Conrad y tal cosa… con eso estuvieron un programa entero. ¿Cómo querés que la gente quiera trabajar, tener un sueldo, estudiar, si están esperando un programa y el azar para que les salve la vida? A una señora de Córdoba sí le salvó la vida porque se ganó un millón de pesos sin tener que hacer nada. Pero pensá en la desilusión de los millones que habrán mandado ese día y no ganaron. Entonces, no hay que desilusionarse, hay que aceptar, que es el verbo más difícil de conjugar. Aceptar la realidad, lo que te pasa en cada momento del día porque, a partir de que aceptás, podés modificar. Si negás o te escapás u ocultas o te hacés la viva... como dice Bert Hellinger (N.R: creador de la técnica de Constelaciones Familiares): todo lo que uno evita, invita. Tarde o temprano, lo que tengas que vivir como experiencia lo vas a vivir, no te vas a escapar. Y ahí está el crecimiento.

-¿Cuando dice en el libro "el juicio final está en el aquí y ahora", a qué se refiere? ¿Y qué papel juega entonces el futuro, materia prima de sus libros?

-El libro no habla del futuro, te da consejos, es como medicina preventiva. Si vos lees bien las predicciones vas a ver que no estamos dando la formulita, estamos haciendo que la gente sienta que tiene libre albedrío. Sí es cierto que hay años más benéficos que otros para determinados signos y por supuesto que hay años mal paridos. Pero no habla bien de vos que digas: "Ay, este año va a ser un desastre", y te quedes con los brazos cruzados mientras te pasan por el costado todas las oportunidades y trenes del mundo. Y eso es lo que trato de hacer en todos mis libros. Sí, la gente lo compra para saber qué va a pasar. Sí, contamos cosas y la gente también tomará examen y se preguntará si se cumplió. Pero no es la idea. Yo quiero que el libro despierte otras cosas: creatividad, ganas de hacer cosas nuevas, poesía.

-¿Y qué quiere decir entonces que el juicio final está en el aquí y ahora?

-Quiere decir que no hay que estar esperando castigos y recompensas en otro lado porque todo pasa acá, en la Tierra. Más allá de la religión de cada uno, que la respeto. Me parece que hay que dejar de proyectarse tanto en la vida eterna o en el más allá porque quien no está en el aquí y ahora no está ni el más allá ni en la vida eterna. La gente está desenchufada del presente para vivir, no para sobrevivir con el piloto automático, pagar cuentas, llegar a fin de mes con la lengua afuera. Y cuántos vacíos, porque todo el mundo se mete en un viaje que por ahí no es el suyo.

-¿Ejemplo?

-Y… parece que hay que veranear en Punta del Este porque de lo contrario no existís. ¿Y si te gusta Piriápolis? ¿Y si te gusta meter las patas en una playa en Solís? Te dicen bicho raro. Y sí, sos rara y ¿cuál es? Eso ni siquiera requiere coraje, sino escucharte un poco a vos mismo. Yo voy a Piriápolis, adoro el Hotel Argentino, que me parece un templo, porque me pongo el traje de baño y me siento más cómoda allí porque veo mujeres con celulitis, rollos y no las modelos top de Punta del Este, que me hacen agarrar un bajón. Te lo digo en serio, me siento mal en la playa. Yo no estoy dedicada a mi cuerpo las 24 horas del día. Por eso quiero ir a la playa de Piriápolis, tirarme al lado de una señora que tiene panza, relajarme y meterme en el mar.

Ludovica Squirru confiesa que a veces se siente sapo de otro pozo por no sumarse a la fiebre de las cirugías estéticas: "Ni un botox tengo hecho", dice sonriendo y agrega: "Mal no me fue con los hombres, tuve parejas y hombres muy maravillosos que se enamoraron de mí como era".

Eso no significa que a los 53 años no le haya picado el bichito de la preocupación: "Ahora quizás sí me tengo que cuidar porque se me cae todo, y a lo mejor no me veo como me gusta. A veces me digo: `Nena, lo demás lo tenés más o menos resuelto, ahora preocupate por tu cuerpo`. De todas maneras estoy convencida de que vos podés atraer a un hombre de 20, 30 o 60 por otras cosas, por eso no siento que dejo de gustarle a alguien que también me gusta. Hay 20 millones de hombres que son adictos a las cirugías, pero ellos no me interesan. Es por ahí la historia".

Room service. Tocan la puerta de la habitación. Es el camarero con el café prometido. "Qué lindo verlo, lo adoro, mil gracias, hace tantos años que vengo acá", le dice sin hacer una pausa. El hombre sonríe, sirve dos tazas y se retira.

-¿Qué hay de los momentos malos, de sus miedos, cómo los administra?

-Los he tenido, he vivido la noche oscura del alma. Me deprimí, literalmente. Yo pensé que nunca me iba a pasar. Tuve una secuela de sucesos en mi vida desde los 47 años hasta los 50, que tuvieron que ver con la muerte de mi madre, con una pareja que apareció en mi vida después de 20 años y que murió en mi campo en Córdoba, con otra pareja que se volvió loco, y también tuve a mi hermana internada dos veces en un psiquiátrico. Digamos que pasé un combo donde toqué fondo, fondo, fondo, fondo. Y yo no sabía qué era eso de estar deprimida, de no querer levantarte de la cama, de que no tenga sentido tu vida. Lo viví como una situación inesperada, y quise indagar en por qué me había pasado todo eso. Ahí empecé una terapia fabulosa con un psiquiatra y fueron tan increíbles las cosas que empecé a buscar ahí abajo, cosas de arqueología marina. Y me di cuenta que todo está en la familia, todo lo que nos pasa viene de ahí. Ya había escuchado hablar de Constelaciones Familiares por gente que merecía mis respetos, pero estuve cuatro años antes de ir a hacer la experiencia porque me daba miedo. El año pasado fui en Mendoza y a partir de ahí no paré. Estoy muy bien ahora porque eso te da mucha fuerza, pasión, te dan ganas de seguir ayudando a la gente.

Ludovica escribe a mano en cuadernos y luego traslada los textos a la computadora. De las posibilidades que brinda Internet sólo utiliza el correo electrónico; prefiere la independencia, el olor y placer del libro en mano. No tiene fechas estructuradas para escribir su Horóscopo porque todo lo que le ocurre en un año representa un insumo que ella registra compulsivamente. Lo "fatal", dice, es tener todo pronto para el día de cierre, que normalmente sucede a principios de octubre pero que este año se corrió para finales.

-Hace 27 años que edita el libro, ¿no le aburre?

-No, porque voy incorporando todo lo que me ocurre en un año, que siempre es distinto. Yo les propongo escribir otras cosas, pero no quieren (este es el karma que tenés cuando sos bestseller y vendés horóscopo chino). No porque no les da la cabeza o porque la gente no lo vaya a comprar, porque lo compraría. Cuando termine el taller de Constelaciones Familiares tengo que escribir mi biografía, es parte de la tesis. Creo que mi biografía… si no la ven, la veo yo por mi lado.

-¿Le irrita que pase eso?

-Ya no. ¿Sabés por qué? Porque soy muy afortunada. Yo vivo de mis libros, soy un caso único. El otro día escuchaba a Isabel Allende y pensaba: "Qué bueno, una mujer a la que le va mejor que a mí, que ha sido traducida a varios idiomas, y que está tan tranquila con su éxito". Porque es muy duro: alguien al que le va bien, que es bestseller y sigue vendiendo, en un mundo editorial donde los intelectuales no venden un libro, donde te envidian, donde sentís que te dicen: "Esta mina que suerte que tiene escribiendo esta boludez", que para mí no lo es. Entonces me doy cuenta que no, que sería muy desagradecida, porque gracias a mi libro puedo hacer lo que hago, viajar, investigar, hacer, vivir.

La cifras de ventas hablan a las claras de su éxito: 100.000 libros en Uruguay en ocho años (gana el premio Libro de Oro de la Cámara Uruguaya del Libro desde 2002). El año pasado, sólo en Argentina, se vendieron 180.000 unidades.

Rata. Será convocada, seducida, tentada a cambiar de ideología y creencias para alistarse en las filas de combate que arengará el tigre, y despertarán nuevas facetas de su personalidad / La viciosa ratita se sentirá tentada a cultivar sus bajos instintos ocultos.

Búfalo. Renacerá el amor como la primavera, lentamente saldrá de un largo letargo y el Eros será el motor de su vida /Su necesidad de estar en contacto con la tierra y la naturaleza se concretará durante este año / Cerrará un ciclo de vida urbana...

Tigre. Dependerá de la capacidad de adaptación, previsión, sabiduría y asesoramiento en cada área, de que se rodee de gente lúcida, coherente y de espíritu de grandeza... / Sentirá un fuerte deseo de patear el tablero, reformular su vida, dejar responsabilidades familiares y reencontrarse consigo mismo.

Conejo. La suerte lo acompañará / Nuevamente estará en tapas de revistas, en televisión, escenarios, en la boca del zoo chino y de otras creencias, pues su participación en la sociedad será sanadora, social y mediática / Viajará a lugares que siempre quiso conocer...

Dragón. La vida le demandará más atención y cuidado con lo cercano / La pasión volverá a despertar lentamente... / Su talento renacerá / Recuperará el sentido del humor, la diversión; será el gran anfitrión de fiestas inolvidables, con abundancia de placeres...

Serpiente. Cambios intempestivos de país, pueblo o ciudad serán parte de su peregrinaje / Su tranquilidad, búsqueda de paz, armonía y sosiego estarán en jaque... / ...verá diluir su fortuna como pompa de jabón / Cada día será un desafío para ponerla a prueba.

Caballo. Sentirá alegría, una energía renovadora que cambiará su look; estará activo, sociable, llenos de ideas revolucionarias, originales y de vanguardia que expresará con talento y efusividad / Profesionalmente tocará el cielo con las manos.

Cabra. Es un tiempo delicado, frágil, en el que la precaución, la moderación y la precisión de los movimientos jugarán roles fundamentales en su destino / En la familia habrá sobresaltos; reencuentros, despedidas, tiempo de crisis en la pareja y con los socios...

Mono. Será buscado como asesor, ministro, consejero, tercer ojo atento a las revueltas, mítines y conspiraciones que serán el escenario mundial... / El reinado del tigre estará plagado de trampas, estafas, delincuencia juvenil, y gente sin rumbo, que serán enviados para alterar su ecosistema.

Gallo. La consigna es fijarse metas, planes a corto plazo. Deberá estar muy convencido del rumbo que emprenderá, pues el año del tigre no espera a nadie... / La pareja estará en jaque, aparecerán nuevas personas abiertas a su amor, y provocarán cambios...

Perro. La energía del felino despertará su ambición... / Encauzará un negocio o sociedad con éxito / Viajará y se radicará temporalmente en el extranjero / Buscará caminos religiosos y espirituales al promediar el año...

Chancho. Necesita reformular la vida, refundarse, sentirse libre para elegir y decidir sobre en qué pacha, pueblo, país o continente comenzará una vida reciclada y creativa / Todos los cables que conectó en los últimos años entrarán en cortocircuito / La salud estará en jaque.

El Horóscopo Chino 2010 está lleno de referencias a una técnica llamada Constelaciones Familiares, creada por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger en los años 80. Ludovica Squirru se acercó a ella hace dos años y ahora se está formando. "Cuando hacés esta técnica, que quiere decir poner orden dentro del desorden familiar, tu vida cambia totalmente", explica.

"Hellinger dice que toda familia es un gran sistema donde siempre hay un gran desorden por las historias de tus ancestros, que te van pasando como una bola de nieve todas las cosas que no pudieron resolver. Eso produce desde enfermedades familiares, mentiras, incestos, abortos", explica Ludovica con entusiasmo. "Poner en orden" significa que "empezás a ocupar el lugar que te corresponde en la familia y no uno que quizás tomaste de algún ancestro. Entonces, por ahí toda tu vida estás identificada con tu abuela materna, que tal vez dejó una historia abierta, que se la pasó a tu madre, que tampoco la pudo resolver y la seguís vos… la mayoría de la gente vive historias que no son su propia vida, su propia misión", agrega.

Ludovica dice que no está estudiando para ser "consteladora", si no por ella. "Por mi propia búsqueda, por mi historia familiar, mi propio desorden, mis propios `temazos`; que no te puedo explicar cómo se fueron encauzando maravillosamente. Lo estoy haciendo hace dos años y resolví temas de hace 20 que tenía en stand by", ilustra.