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Una oración por La Habana

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Una multitud recibió al Papa en La Habana. Foto: Reuters
Pope Francis arrives to give the first mass of his visit to Cuba in Havana's Revolution Square, September 20, 2015. REUTERS/Tony Gentile POPE-CUBA/
TONY GENTILE/REUTERS

Francisco realizó una misa a la que asistieron miles de personas; la disidencia denunció que hubo detenciones.

Personas de todas las edades y procedencias —desde otras provincias de Cuba hasta Puerto Rico, México o Florida— se congregaron en el lugar, donde Francisco, flanqueado por la efigie del guerrillero Ernesto Che Guevara, argentino como él, y el prócer independentista cubano José Martí, ofreció su primera misa en la isla.

En la madrugada, con la noche todavía cerrada, empezaron a llegar a la plaza los primeros grupos, que no dudaron en tumbarse en el suelo y recuperar horas de sueño hasta la llegada de Francisco, al que todos esperaban ver de cerca en su recorrido previo a la misa alrededor de la plaza en un papamóvil descubierto construido para la ocasión en Cuba.

Francisco, tercer Papa que celebra una misa en este lugar tras Juan Pablo II y Benedicto XVI, lanzó un mensaje que fue más allá de propósitos solo pastorales y apeló a poner por delante de cualquier ideología la protección de los más necesitados.

"El servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas", continuó el papa argentino delante de Castro y próximo al gran icono que se exhibe en este lugar: la gran imagen del líder revolucionario Ernesto "Che" Guevara sobre la fachada del edificio del Ministerio del Interior.

Una multitud recibió al Papa en La Habana. Foto: Reuters
Una multitud recibió al Papa en La Habana. Foto: Reuters

La referencia destacó precisamente por ser este el lugar en el que se concentran símbolos que en Cuba son los pilares ideológicos básicos del régimen cubano, al pie del monumento al líder independentista José Martí, y que La Habana utiliza frecuentemente como escaparate de su apoyo entre las masas.

El pontífice, que recorrió en el papamóvil el lugar para saludar de cerca a las miles de personas que le esperaban desde el amanecer, dijo en su homilía que el pueblo cubano tiene "vocación de grandeza" y que debe cuidarla, pero especialmente mediante el servicio a los más frágiles.

Al finalizar la misa, Francisco saludó al presidente de Cuba, Raúl Castro —con quien mantuvo una reunión horas más tarde— y con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien viajó especialmente a la isla para acudir a la misa del pontífice.

Denuncia.

Ayer, miembros de la disidencia interna cubana denunciaron decenas de detenciones y arrestos domiciliarios de opositores desde la llegada del papa Francisco a Cuba.

La líder del movimiento disidente "Damas de Blanco", Berta Soler, dijo que fue detenida temporalmente el sábado y ayer, cuando se disponía junto a 22 integrantes de su grupo y su marido, el ex preso político Ángel Moya, a asistir a la misa papal.

"Salimos de la sede (de las Damas de Blanco) 23 damas de blanco y Moya a las 5 de la mañana para poder llegar a la plaza y fuimos arrestados todos", declaró Soler, tras volver a su casa luego de permanecer detenida varias horas en una comisaría de Alamar, su zona de residencia.

La disidente dijo que ha recibido reportes de arrestos similares de sus compañeras en la provincias de Matanzas, Villa Clara, Guantánamo, así como de Holguín y Santiago de Cuba, las otras dos diócesis que visitará el Sumo Pontífice durante su estancia de cuatro días en la isla.

Soler refirió que había sido invitada por un responsable de la Nunciatura a saludar a Francisco a su llegada ayer sábado a la sede diplomática vaticana en La Habana, donde se ha hospedado el Papa los dos primeros días de su visita a Cuba.

Pero, según explicó Soler, se vio impedida de acudir a la Nunciatura porque fue detenida junto a su esposo a la salida de su domicilio y conducida a una estación policial, donde permaneció hasta la noche.

Según el portavoz de la "Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional" (Ccdhrn), Elizardo Sánchez, se han registrado en los últimos días decenas de detenciones a los disidentes, bajo las modalidades domiciliaria, por uno o varios días, por varias horas, y, en otros casos, cuando intentaron trasladarse desde otras provincias hacia la capital cubana.

El pedido de los exiliados

Un grupo de Damas de Blanco y activistas del exilio cubano pidieron ayer en Miami (EE.UU.) que el papa Francisco se reúna con los disidentes durante su visita a Cuba y reconozca la existencia de presos políticos en la isla. Una de las integrantes del grupo, Marielena Alpízar, mostró su "indignación" por la posición que ha mostrado el Papa, en la que no tiene previsto un encuentro con la oposición interna.

En EE.UU. valoran la llegada del Papa

Estados Unidos espera con entusiasmo la visita del papa Francisco que será recibido con grandes multitudes en un país cuya población católica respalda mayoritariamente los cambios que el pontífice ha llevado a la Iglesia.

Más de seis de cada diez católicos estadounidenses ven favorablemente al Papa, mientras que un insignificante 3 por ciento tiene una opinión negativa, según una encuesta publicada hoy por The New York Times y la cadena CBS.

Esos niveles de popularidad son muy superiores a los que tenía en el país el papa Benedicto XVI y similares a los que disfrutó Juan Pablo II.

Desde la llegada de Bergoglio, los estadounidenses ven una evolución, que respaldan ocho de cada diez católicos.

Francisco visitó a Fidel y le hizo regalos

El papa Francisco mantuvo ayer un encuentro con el expresidente de Cuba Fidel Castro, a quien visitó en su domicilio de La Habana, según anunció el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. El encuentro se produjo tras la misa que el pontífice ofreció en la Plaza de la Revolución de La Habana, duró unos cuarenta minutos y se desarrolló en un ambiente "muy familiar e informal", según Lombardi.

El Papa visitó a Fidel Castro. Foto: Reuters
El Papa visitó a Fidel Castro. Foto: Reuters

Francisco visitó al líder cubano acompañado del nuncio apostólico, Giorgio Lingua, en un encuentro donde también estuvieron la esposa, hijos y nietos de Fidel Castro, en total unas diez personas.

El pontífice y Castro hablaron de "temas de la problemática mundial de hoy", entre ellos el medio ambiente.

Fidel Castro aprovechó para preguntar a Francisco sobre "grandes cuestiones sobre el mundo de hoy" que preocupan e interesan al ex presidente cubano, dijo el portavoz vaticano.

Además de charlar, Francisco y Fidel Castro intercambiaron varios regalos.

En concreto, el pontífice le obsequió dos libros de Alessandro Pronzato, experto en catequesis y en la Biblia y divulgador teológico, uno de ellos titulado "Evangelios molestos" y otro sobre la relación entre el humor y la religión.

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