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La cacería del octavo terrorista

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Decenas de parisinos asistieron ayer a Notre Dame. Foto: Reuters.
People attend mass at the Notre Dame Cathedral in Paris, France, November 15, 2015, that is held in homage to the victims of a series of fatal shootings in the French capital on Friday. REUTERS/Lionel Bonaventure/Pool FRANCE-SHOOTING/
POOL/REUTERS

Tras los atentados de París, la pista terrorista se ha conducido desde Francia a Bélgica, donde las autoridades creen que se organizaron parte de los ataques. Hasta ahora, la investigación desembocó en siete detenciones y en la búsqueda de un octavo terrorista prófugo.

El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo ayer que los atentados fueron preparados en el exterior y "movilizaron a un equipo de actores en Bélgica, que se beneficiaron de complicidades en Francia".

Uno de los focos de la atención policial se encuentra en la ciudad de Bruselas y en la comuna de Molenbeek, distrito multirracial conocido por ser un lugar en el que han vivido o se han ocultado en el pasado numerosos presuntos yihadistas y terroristas.

El autor de la matanza en el Museo Judío de Bruselas, en 2014, los dos presuntos yihadistas abatidos por la Policía en enero en la ciudad de Verviers, el cabecilla de la célula terrorista desmantelada llamado Abdelhamid Abaaoud, o la hermana del presunto terrorista autor del ataque el pasado agosto en un tren Thalys con destino a París, han pasado por el distrito de Molenbeek.

También Abdelkader Belliraj, líder de una red terrorista islamista desarticulada en Marruecos en 2008, dejó su huella en ese distrito bruselense.

Este distrito tiene un tamaño de seis kilómetros cuadrados, viven unas 80.000 personas, cuenta con una gran población musulmana y tiene un índice de desocupación juvenil muy alto (40%).

Detenidos.

Hasta el momento en Bélgica fueron detenidas siete personas, todas en Molenbeek y en otras zonas de Bruselas, por su presunta vinculación con los atentados de París, entre ellas tres ciudadanos belgas.

La cooperación francobelga ha permitido determinar que dos de los terroristas suicidas eran franceses y residían en Bruselas.

Uno de ellos, de 20 años de edad, perpetró un atentado suicida junto al Estadio de Francia, mientras que el otro también murió tras detonar su cinturón de explosivos frente al restaurante Comptoir Voltaire, muy cerca de la sala de conciertos Le Bataclan.

La Fiscalía federal belga ha podido confirmar asimismo ayer que se han encontrado dos coches con matrículas belgas en París, uno cerca de la sala de conciertos y otro en los alrededores del cementerio parisino de Père Lachaise.

Estos vehículos fueron alquilados a principios de esta semana en la región bruselense.

Se busca.

La policía francesa hizo ayer un llamamiento a los ciudadanos para que aporten cualquier testimonio sobre el eventual paradero de Salah Abdeslam, nacido en Bruselas en 1987, quien alquiló el Volkswagen Polo con el que los asaltantes de Le Bataclan llegaron a la sala de conciertos para cometer la masacre de al menos 89 personas.

Ayer por la mañana, antes de que se le relacionara con los ataques, fue parado en otro coche junto a dos individuos en un control de carretera junto a la frontera belga por gendarmes franceses, quienes, tras verificar sus identidades, los dejaron marchar.

Uno de los ocupantes del coche estaba fichado en Bélgica y cuando se supo que Salah Abdeslam había alquilado el Polo, la Policía belga puso en marcha una operación en Molenbeek y practicó varias detenciones, en particular, la de su hermano, Mohamed.

No obstante, no dio con Salah, y al desconocer su paradero ayer la Fiscalía belga emitió una orden de detención internacional, que también ha sido recogida por Francia.

Un tercer hermano identificado por los medios de comunicación franceses como Ibrahim, es uno de los terroristas suicidas que murió al hacer estallar su chaleco de explosivos en los atentados del viernes.

Abdeslam puede haber huido, según considera la Fiscalía belga.

La investigación busca determinar no solo la identidad de todos los autores de los atentados, sino también identificar a los presuntos cómplices o detallar la financiación de esa masacre.

Conmocionados.

Los parisinos, conmocionados todavía por lo ocurrido, no dudaron ayer en salir a la calle con homenajes improvisados, pese a que las autoridades han prohibido las manifestaciones hasta el próximo jueves.

Reflejo de la tensión que reina entre los ciudadanos, no obstante, fue la estampida que hubo ayer de tarde en la Plaza de la República. Según fuentes policiales citadas por el diario "Le Parisien", un policía habría sacado su arma tras confundirse con el estallido de una bombilla, lo que desencadenó el pánico.

A su vez, cientos de personas dejaron durante toda la jornada flores, velas y mensajes en los lugares de los atentados.

En la iglesia de Notre Dame sonaron campanas antes de la misa en la que participaron personalidades de toda Francia, para homenajear a las víctimas.

Para hoy, la alcaldía de París anunció la reapertura de los museos, que permanecieron cerrados durante dos días.

A su vez, en la mañana, se celebrará un minuto de silencio en Francia como en todos los países que integran la Unión Europea.tentados en París, Francia, Bélgic

Piden a Hollande "cambios radicales"

n La unidad nacional que buscaba ayer el presidente francés, François Hollande, frente al terrorismo quedó en entredicho ante las peticiones de los responsables de la derecha y la ultraderecha de cambios radicales en sus políticas de seguridad y exterior.

Tras los atentados del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que acabaron con al menos 129 personas en París el pasado viernes, Hollande recibió ayer a los líderes de los partidos políticos, comenzando por su predecesor al frente de la jefatura del Estado, el conservador Nicolas Sarkozy, líder de la oposición.

Sarkozy reclamó "modificaciones drásticas" en la política de seguridad porque a su juicio la existente no permite a los ciudadanos franceses "sentirse seguros" y "el riesgo" de que atentados como los del viernes vuelvan a producirse "es real".

Entre las ideas que lanzó el líder conservador, habló de "adaptar (el) dispositivo destinado a quienes consultan sitios (de internet) yihadistas, a los que hacen la yihad".

También reclamó que se ponga a todas las personas fichadas por los servicios secretos por radicalismo religioso en residencia vigilada con un brazalete electrónico "para saber dónde están, qué hacen", para que "las fuerzas de seguridad puedan evaluar su peligrosidad".

Pero sobre todo, la mayor crítica a Hollande de Sarkozy vino por su política exterior, y en concreto por el deterioro de la relación con Rusia, que tiene a su juicio consecuencias en la lucha contra el Estado Islámico (EI), el principal objetivo.

A ese respecto, le instó a dar "un giro en (la) política exterior" porque "todo el mundo es necesario para exterminar al EI, y en particular los rusos". "No puede haber dos coaliciones en Siria", añadió el expresidente.

Por su parte, el centrista François Bayrou, propuso a Hollande imitar a Estados Unidos con su Guardia Nacional.

CERRARÁN MEZQUITAS QUE "GENEREN ODIO"

n El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, aseguró ayer que ha tomado las medidas legales para cerrar las mezquitas en las que hay personas que propagan el odio, dos días después de los atentados yihadistas que provocaron al menos 129 muertos y provocaron más de 300 heridos en París.

"No he esperado a que se decrete el estado de emergencia para combatir a los predicadores del odio, pero con el estado de emergencia podremos ir más rápido", dijo Cazeneuve en la cadena de televisión "France 2", en respuesta a quienes acusan al Ejecutivo de no hacer lo suficiente para combatir el terrorismo.

El expresidente francés y líder de la oposición, Nicolas Sarkozy, había pedido la expulsión "manu militari" de "los imanes que recen oraciones de signo radical" y que se cierren sus mezquitas. Cazeneuve dijo que siempre ha alertado de la elevada amenaza.

Testimonio de una sobreviviente de Le bataclan: "Me hice la muerta"

Isobel Bowdery fue una de las sobrevivientes de la masacre de la sala de conciertos Le Bataclan, en donde fueron asesinadas 89 personas.

Ayer, la sudafricana que reside en París escribió una carta abierta en su cuenta de Facebook, en la que relata lo que sucedió en el concierto luego de que irrumpieron los terroristas.

"Decenas de personas fueron asesinadas justo enfrente de mí. Charcos de sangre llenaron el piso. (...) Futuros demolidos, familias con el corazón roto, en un instante", expresó.

Para evitar que la asesinaran tomó una decisión. "Me hice la muerta. Me quedé inmóvil durante una hora, sin moverme, sin ni siquiera respirar. En aquellos momentos solo pensaba en las personas a las que amo, pensaba en el modo de decirles que les quiero. He sobrevivido, pero 89 personas no han tenido la misma suerte que yo".

En el mensaje, que fue replicado por más de 2 millones de usuarios, Isobel agregó: "Estas cosas nunca piensas que te pueden pasar a tí". "Era solo una fiesta del viernes, un concierto de rock en el que la gente se divertía, bailaba, cantaba y era feliz".

Isobel agradece a todas las personas que la ayudaron en el momento en que se produjo el tiroteo. "Ser sobreviviente de este horror me permite ser capaz de arrojar luz sobre los héroes. Para el hombre que me tranquilizó y puso su vida en riesgo para tratar de cubrir mi cerebro mientras yo gemía, a la pareja cuyas últimas palabras de amor me mantuvieron creyendo el bien en el mundo, a la Policía que realizó el rescate de cientos de personas y a los desconocidos que me recogieron en la carretera", expresó.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Decenas de parisinos asistieron ayer a Notre Dame. Foto: Reuters.

Lanzaron alerta internacional para capturar belga que se encuentra prófugo

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