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Los salarios chinos son la variable económica de mayor importancia

| Faltan años para que se termine el excedente del denominado Ejército Industrial de Reserva y cuando se acabe debería ser festejado

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¿Cuál es el precio más importante en el mundo? Las respuestas más comunes son el precio del petróleo, las tasas de interés de Estados Unidos o el dólar. Sin embargo, se puede afirmar que los salarios chinos son más importantes. China tiene por lejos la fuerza laboral más grande del mundo, alrededor de 800 millones de trabajadores, casi el doble de la de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón juntos. Por esto, las afirmaciones recientes de que se está quedando sin mano de obra barata tendrían, si fueran ciertas, enormes consecuencias no solamente para China, sino también para el resto del mundo.

Una oferta aparentemente ilimitada de mano de obra barata ha sido una de las principales fuerzas detrás del rápido crecimiento económico de China. Pero en los últimos dos años, los propietarios de las fábricas se han quejado de escasez de mano de obra y los salarios han aumentado más rápidamente, llevando a algunos a la conclusión que el "excedente" de mano de obra de China se habría agotado. La política de hijo único del país, introducida en 1979, ha provocado que el crecimiento de su oferta laboral se haya enlentecido abruptamente (ver gráfico adjunto). Después de crecer un 1,3% anual durante la década terminada en el 2005, se espera que la población en edad de trabajar aumente a una tasa anual de 0,7% hasta el 2015, y luego se reduzca en un 0,1% anual hasta el 2025.

Pero tanto como impulsar el crecimiento, el flujo de trabajadores desde el campo hacia las fábricas ha mantenido bajos los salarios de la industria manufacturera no solamente en China, sino también en todo el mundo. La teoría detrás de esto fue expuesta por primera vez por Sir Arthur Lewis, un economista de St. Lucia, que ganó el Premio Nobel de Economía en 1979. Lewis sostuvo que un país en desarrollo con un "excedente" de mano de obra rural -es decir, subempleado- puede expandir el empleo industrial durante muchos años sin causar inflación salarial, porque los empleadores cuentan con una oferta muy grande de mano de obra. Durante los primeros cincuenta años de la revolución industrial británica, los salarios reales permanecieron más o menos constantes mientras que las ganancias se disparaban. De la misma forma en China, mientras millones de migrantes abandonaron el campo para trabajar en fábricas urbanas y empresas de construcción, los salarios reales de los trabajadores no calificados apenas subieron durante los ochenta y los noventa, a pesar de las enormes ganancias de productividad; han empezado a subir rápido sólo recientemente.

Esta aceleración de los salarios ha hecho que algunos concluyeran que el superávit de mano de obra del campo se ha agotado. El año pasado Cai Fang, director del Instituto de Economía Laboral y Población de la Academia China de Ciencias Sociales (IPLE por sus siglas en inglés), sostuvo que China ha alcanzado el "punto de quiebre de Lewis". Pronosticó que para el 2009 habría una escasez generalizada de trabajadores, ejerciendo presión sobre los salarios industriales. ¿Significa esto el fin del modelo de crecimiento chino?

Como generalmente sucede en China, este debate está ensombrecido por información muy pobre. Hasta hace poco, la mayoría de las estimaciones de excedente de mano de obra oscilaban entre los 150 y los 200 millones de personas. Pero la cifra real es probablemente mucho menor, porque las cifras del gobierno referidas a la fuerza laboral rural incluyen millones de migrantes que ya se han ido a las ciudades, y otros que trabajan en industrias rurales, no en agricultura.

Además la población está envejeciendo: el número de trabajadores que tiene entre 20 y 29 años cayó de 233 millones en 1990 a 165 millones en 2005. Muchas empresas textiles y electrónicas contratan sólo mujeres jóvenes de veinte años, ya que se las considera menos problemáticas y más dispuestas a trabajar muchas horas. Las empresas de la construcción favorecen a los hombres jóvenes solteros. La gente mayor no solamente es más difícilmente empleable, sino que también es más difícil que quiera migrar si tienen hijos. Después de tomar en cuenta esto, Cai estima que el excedente de mano de obra china está virtualmente agotado.

Pero Stephen Green, un economista del Standard Chartered, piensa que es prematura la discusión sobre la desaparición del excedente de mano de obra de China. En un informe de este año, sostiene que el excedente no va a acabarse en la próxima década. Aunque la cantidad de personas entre 20 y 29 años haya disminuido en la última década, su número está creciendo nuevamente. Basándose en el censo del 2005, Green estima que el grupo de veinte y pico va a aumentar en un tercio en los diez años hasta el 2015, al unirse a la fuerza laboral los hijos de los baby boomers; solamente después va a comenzar a reducirse abruptamente.

Más aún, la reciente aceleración de los salarios urbanos no es necesariamente prueba de que el excedente ya no exista. Green sostiene que para atraer a trabajadores migrantes, los empleadores urbanos deben pagar más que el ingreso rural, que ha aumentado en los últimos años gracias a políticas del gobierno y precios más altos de los alimentos. El incremento temporario en los próximos años del grupo entre 20 y 29 años también va a aliviar la presión al alza de los sueldos urbanos.

MOMENTO DE FESTEJO. El Banco Mundial está de acuerdo con que el excedente de mano de obra de China todavía no se ha terminado. Incluso cuando el número de gente joven cae, la oferta de mano de obra está determinada por otras razones aparte de las demográficas. Los trabajadores migrantes están normalmente excluidos de los esquemas urbanos de seguridad social y tienen que pagar más por la educación y la salud. El Banco sugiere que ir haciendo desaparecer el sistema de permisos de vivienda incentivaría a más gente a irse a la ciudad. El entrenamiento vocacional para los residentes rurales mayores de 30 años los prepararía mejor para los trabajos industriales. Y los incentivos financieros para que los trabajadores se retiren más tarde podría también impulsar la oferta de mano de obra: sólo el 60% de los hombres y el 30% de las mujeres mayores de 50 tienen trabajo.

Además, la estimación de Cai del excedente de mano de obra de China asume que 180 millones de trabajadores, el 24% de la fuerza laboral total, son necesarios para la agricultura. Pero eso se basa en la agricultura de hoy. La mecanización y la consolidación de las parcelas de tierra van a impulsar la productividad, lo que significa que se van a necesitar menos agricultores. Eso a su vez va a liberar a más trabajadores para la industria. En los países desarrollados sólo el 3% de los trabajadores trabaja la tierra.

El excedente de mano de obra de China eventualmente se va a acabar, pero para esto parecen faltar unos años todavía. De todas formas, ese momento debería ser festejado, no temido, en China y en todas partes, porque llevará a mayores ganancias en el ingreso y en el consumo. Ese, después de todo, es el fin último del desarrollo.

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