El año pasado el presidente José Mujica dijo que si le llegaba un proyecto de ley de medios lo tiraría a la papelera. Ayer relativizó sus dichos y se mostró a favor de una regulación para los medios de comunicación.

Mujica participó del Debate entre líderes políticos y sociales, desarrollado en la sede del Mercosur y del que también fueron expositores el expresidente de Brasil, Inácio Lula da Silva, y el secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de la Américas, Víctor Báez.

Allí Mujica señaló que "agarrar al pie de la letra" su frase de que si le presentaban una ley de medios la tiraría a la papelera "puede ser un error". "La distribución de los medios materiales es bastante dispar en el marco de la sociedad que nos toca vivir", sostuvo el mandatario, para quien en la medida en que la "famosa libertad de prensa es una expresión a través de un sistema empresarial, no se puede pretender que los más débiles tengan fuerza económica para disputar lo empresarial".

Por ello, Mujica consideró que "las sociedades tienen que instrumentar ciertos mecanismos de regulación que aseguren, más allá de la fuerza económica, la existencia de opiniones que pueden ser distintas y que se manifiesten públicamente". Si no se logra eso "y la libertad de prensa tiene que pasar por el ojo de la cerradura del sistema empresarial, no tenemos una efectiva libertad de prensa", agregó.

El presidente dijo que hay "libertad de opinión en la gente" y que no le "horroriza" que a través de los medios se expresen posiciones políticas y filosóficas "bastante conservadoras". "Yo diría `mi gente no sabe leer`", dijo, pero añadió "yo pertenezco a una organización de izquierda que ha llegado al gobierno y si tuvieran tanta importancia los medios de derecha no hubiéramos llegado al poder".

"Tanto poder no tienen, se les puede desafiar. Claro, hay que manejar otras claves", expresó Mujica. Acotó que "podemos tener sistemas de regulación que aseguren una representatividad diversa en la información" pero para eso se necesita un sistema político "maduro".

Horas después de haberse referido a la presidenta argentina Cristina Fernández como "la vieja" y a su difunto esposo Néstor Kirchner como "el tuerto" (ver página A/7), Mujica no hizo referencia al tema.

Sí apuntó a la Iglesia Católica. "Es una cosa bárbara, porque práctica la monarquía pero elige viejos veteranos, que si los elige buenos, es por Dios y si salen malos es un error humano", afirmó, con la sonrisa cómplice de parte del auditorio en el que estaban decenas de dirigentes del gobierno y del Frente Amplio.

CONSTITUCIÓN. Por otra parte, Mujica se manifestó partidario de realizar cambios a la Constitución, pero que no incluyan la posibilidad de la reelección del presidente, ya que defiende la fortaleza de los partidos. "Hay temas constitucionales que necesitan cambios", la Constitución "está vieja y tiene algunas cosas que son atávicas", como que siendo un país agroexportador "la tierra no se puede tocar, no se le puede poner impuesto". Dijo que las repúblicas tienen "cosas feudales" que no comparte, pero que "eso no es lo peor". "Estoy contra el continuismo" porque la democracia "tiene que ser renovadora y no debe haber "una casta de gobierno".