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Brasil anunció una serie de medidas para mitigar el impacto comercial derivado de un mayor proteccionismo mundial y redujo su perspectiva de crecimiento. En Uruguay creen que la solidez fiscal no será suficiente para enfrentar la crisis.

El gobierno de Brasil recortará su proyección de crecimiento económico para este año a un rango de entre un 3,5% y 4% de una estimación anterior del 4,5%, según lo anunció ayer el secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Nelson Barbosa. De todos modos, se mantuvo el 5% de expansión del PIB para el 2012. Es que el país vecino prevé un mayor proteccionismo en el comercio mundial de los países desarrollados y por eso prepara una serie de medidas para mitigar este impacto sobre la marcha de su economía interna.

Para los analistas locales, el menor crecimiento de Brasil no afectaría al turismo. Asimismo, tampoco ven un efecto significativo sobre la corriente exportadora de los principales bienes que vende Uruguay a ese mercado -que abarca el 20% de las ventas locales- básicamente de origen agropecuario.

De todos modos, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, declaró el fin de semana en un foro en Barcelona que si bien los países de la región "tienen una situación más sólida fiscalmente", no es "suficiente para ser optimista", consignó el diario ABC de España.

"Los shocks que podían desestabilizar la zona en 2008 fueron absorbidos por la política fiscal compensatoria que se aplicó de manera transitoria y funcionó porque la crisis duró poco. Pero eso podría no ser suficiente para la crisis que se acerca", alertó Lorenzo.

El ministro de Economía ve con preocupación un posible brote proteccionista a nivel mundial ya que, según estimó semanas atrás, podría tener un impacto comercial superior al de 2008. En este sentido, el ministro ve clave el desarrollo de los acontecimientos en Europa de este mes así como la diversificación de los mercados.

Precisamente, el canciller brasileño, Antonio Patriota, anunció que su país lanzará un plan de defensa y promoción comercial para hacer frente a los efectos de la crisis y mitigar las trabas proteccionistas que diseñan algunos países.

Una de las iniciativas de Brasil fue crear una oficina internacional de abogados en Washington para que hagan un monitoreo permanente del comercio a nivel mundial, además de otro grupo destinado a evaluar la relación con China (principal socio de Brasil pero también competidor directo). Según declaró Patriota a medios brasileños, los países de la Unión Europea, China y Estados Unidos, están aplicando medidas defensivas para afrontar los efectos de la crisis.

El director de la consultora Oikos, Pablo Moya, comentó a El País que una menor expansión económica de Brasil "no tendría un impacto severo" sobre el turismo brasileño que arriba a Uruguay porque el perfil de los visitantes es de "renta media y alta". Recordó que todo hace pensar que el real seguirá valorizándose frente al dólar, por lo que los departamentos fronterizos de Uruguay "mantendrían el dinamismo económico que muestran hoy". En tanto, el economista jefe de KPMG, Marcelo Sibille, dijo que siempre cualquier medida proteccionista es "negativa" para Uruguay. Por eso indicó que en caso que aumente el proteccionismo dentro del Mercosur por la política que está impulsando Brasil, "hay que asegurar el acceso del mercado intrazona". Sin embargo, explicó que las medidas defensivas de Brasil están dirigidas a su industria y para Uruguay el mayor flujo comercial está dado por las materias primas.

Ayer Argentina reflejó un nuevo impacto de una menor compra desde Brasil. La automotriz Renault Argentina anunció que suspenderá su producción durante los cuatro lunes de noviembre en su fábrica de Córdoba, informó La Nación, "por una baja en la demanda de vehículos de Brasil", el destino de exportación de más de la mitad de los 115.000 vehículos anuales que produce.

AFP | América Latina, representada en el G20 por Brasil, México y Argentina, llegará a la cumbre de noviembre en Cannes, con posiciones comunes, anunció ayer en París la secretaria general de Unasur, la colombiana María Emma Mejía.

"Hemos dejado de ser periferia y estamos en el centro de las posiciones políticas y económicas", dijo Mejía citando al brasileño Marco Aurelio García, uno de los más destacados asesores del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y de la actual mandataria Dilma Rousseff.

Los cancilleres de la Unasur, integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, acordaron meses atrás reforzar su coordinación en materia económica. De hecho, los ministros de Economía de Unasur tenían previsto reunirse para "coordinar" posiciones con miras a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 en Cannes.

Ese encuentro se enmarca en una "mirada más estratégica acerca del peso que para el mundo tiene Sudamérica" que "empieza a poder dar ciertas lecciones al mundo en lo macroeconómico, a ser capaz de superar sus crisis, a cuidar sus recursos naturales y a buscar medidas comunes en materia de confianza", consideró Mejía.

"Siempre mirábamos hacia la estrella del Norte. Hoy queremos mirarnos más a nosotros mismos (...) y tener una posición regional más sólida", afirmó, "porque ya no se trata de hablar de "cooperación norte-sur, sino que ahora es sur-sur", dijo la jerarca antes de participar en una mesa redonda en el seminario sobre "Los retos presentes y futuros de América Latina", en París.