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Planta nuclear se torna incontrolable

Catástrofe en Japón. Otra explosión en el reactor dos de Fukushima 1 hace temer fuga radiactiva Tokio, desesperado por la situación, pide ayuda a la AIEA EE.UU. también envía técnicos

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AP, AFP Y ANSA

El miedo a un desastre nuclear se intensifica. Una explosión -la cuarta en tres días- en otro reactor de planta Fukushima 1 abrió las puertas a una fuga radiactiva. Japón pidió ayuda a la AIEA para afrontar la situación que se le hace incontrolable.

Tokio solicitó oficialmente a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que envíe un equipo de expertos para ayudar en la actual crisis nuclear, anunció el director general de ese organismo de Naciones Unidas, Yukiya Amano.

"Hoy, el gobierno de Japón pidió a la agencia que envíe misiones de expertos. Estamos discutiendo los detalles", dijo Amano a los representantes de los Estados miembros durante una reunión de información técnica a puertas cerradas en la sede de la AIEA en Viena.

La Agencia precisó que no hay peligro de que se desate un nuevo Chernóbil. Sin embargo, desde la agencia atómica de Francia advirtieron que lo que sucede en el país es más grave de lo que Japón y la ONU se animan a confesar.

El presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, André-Claude Lacoste, citado por el portal web de El País de Madrid, discrepó con el nivel de gravedad que la AIEA y Japón le dan al asunto. Estos lo calificaron como de nivel 4 ("accidente con consecuencias de alcance local") en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), pero ellos sostienen que ya llegó al nivel 5 ("accidente con consecuencias de mayor alcance" -así fue calificado el incidente de la central estadounidense Three Miles Island, en 1979-. Incluso, aseguran que puede llegar al nivel 6 ("accidente importante"). El número 7 ("accidente grave") solo fue alcanzado por la catástrofe de Chernóbil en 1986.

La Comisión Nuclear Regulatoria de Estados Unidos, por su parte, ha despachado a dos expertos técnicos a Japón, informó el director del organismo, Gregory Jaczko. El Departamento de Energía envió también a expertos en reactores y en respuestas de emergencia. El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó ayer que ofreció toda la ayuda que su país pueda prestar para afrontar los "múltiples desastres".

"Es una situación grave y seguimos aportando cualquier asistencia que es solicitada", indicó, por su parte, Jaczko, que habló ante periodistas en la Casa Blanca.

Riesgo latente. El sinnúmero de problemas presentados en la planta Fukushima 1 -en tres de sus reactores: 1, 2 y 3- exacerbaban ayer los inmensos desafíos que afronta el gobierno. En el reactor dos de la central hubo una explosión ayer que, según informó el propio gobierno, pudo "haber producido una fuga de material radiactivo".

El agua habría bajado más de un metro en el reactor, por lo que la piscina de condensación -que se encarga de la refrigeración del mismo- estaría dañada.

Después de la explosión, según informó el portal web de El País de Madrid, la radiación en los alrededores de la planta habría sobrepasado 10.000 veces los límites legales. En tanto, la Agencia de Seguridad Nacional de Japón, informó que tras el estallido se pasó de 1.941 microsieverts a 8.217. Unos 8.000 microsieverts ya son tres veces más los que una persona está sometida por año a radiaciones.

La empresa comenzó a evacuar de inmediato a los trabajadores de la planta y dejó solo allí a los que se dedicaban a la inyección de agua de mar en el reactor en busca de enfriarlo.

La agencia de noticias japonesa Kyodo señaló que el gobierno teme una fuga de materiales radiactivos en el reactor; lo hace citando a una fuente anónima de la "agencia de seguridad".

Otro funcionario japonés de alto rango dijo, horas antes de la explosión, que las barras de combustible en esos tres reactores nucleares de la Fukushima 1 que presentan daños, parecen estarse fundiendo.

Más peligro. En la madrugada de ayer (hora uruguaya) hubo otra explosión en el reactor número 3. Otras tres plantas: la Fukushima 2, Onagawa -en Miyagi- y Tokai 2 -a apenas 120 kilómetros de Tokio- también presentaban problemas.

"Las unidades 1 y 3 están en cierta forma estabilizadas por el momento", dijo el funcionario de la Agencia Nuclear e Industrial, Ryohei Shiomi. "La unidad dos es la que ahora amerita todos nuestros esfuerzos y atención", reconoció.

En cierta forma, las explosiones en la Unidad 3 no fueron tan funestas como pareció, señaló. Las detonaciones disminuyeron la presión que se acumulaba en el interior del reactor en problemas, y las autoridades dijeron que el crucial contenedor -un blindaje de concreto alrededor del reactor- no está dañado.

Más de 200 mil personas fueron evacuadas en las inmediaciones de la planta nuclear Fukushima 1 tras la primera explosión, el sábado, en el reactor número uno. Las autoridades de la prefectura dijeron que solo 190 de estas personas quedaron expuestas a cierto nivel de radiación de la planta.

Por otro lado, la Armada informó que varios buques estadounidenses participantes en las acciones de asistencia tuvieron que alejarse de la planta nuclear Fukushima 1 cuando se detectó que las embarcaciones y 17 tripulantes de helicópteros habían sido expuestos a bajos niveles de radiación.

El portaaviones estadounidense Ronald Reagan estaba a 160 kilómetros frente a las costas cuando detectó la radiación, que los funcionarios norteamericanos dijeron era la misma de una exposición de un mes a un área de radiactividad natural.

Radiactivo. En cualquier central nuclear a fisión, incluso después de que se apaga el proceso de decaimiento de los productos, aquel prosigue y continúa produciendo calor. Esta reacción sigue su curso en el interior de las barras que contienen el combustible. Se trata de tubos de acero de un diámetro de un centímetro y de cuatro metros de largo en los cuales el combustible nuclear se encuentra en forma de pastillas.

Una acumulación excesiva de calor puede provocar su rotura, como consecuencia de la cual se produce la fusión de combustible y con ella la liberación en el ambiente de los isótopos radioactivos. Este es el principal temor de las autoridades japonesas.

Las cifras

210 Son los miles de personas que fueron evacuadas tras la primera explosión en la central Fukushima 1, en un radio de 20 kilómetros.

160 Son los kilómetros que separaban a la planta Fukushima 1 de un barco de EE.UU. que detectó altos niveles de radiaciones.

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