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La policía y las Fuerzas Armadas brasileñas lanzaron el mayor operativo armado en las favelas de Río de Janeiro y tomaron el control de la favela Complexo do Alemao. Aunque dominan la localidad, creen que muchos narcotraficantes huyeron.

Poco antes de las ocho de la mañana, miembros de la tropa de elite de la policía, con apoyo de tropas del Ejército y de la Marina, y con helicópteros de la Fuerza Aérea Brasileña, lanzaron una inédita ofensiva sobre los puntos estratégicos de las favelas del Complexo do Alemao, principal reducto del narcotráfico de Río de Janeiro.

La irrupción policial tuvo como punta de lanza el intenso fuego de ametralladora lanzado por un helicóptero de esa fuerza de seguridad, que de ese modo abrió paso a los carros blindados que subieron las colinas de la comunidad, también disparando hacia puntos considerados sospechosos.

Ochocientos miembros del Ejército y 106 de la Armada dieron apoyo logístico desde el cerco de seguridad que fue trazado en torno a los barrios que conforman el complejo donde viven cerca de 200.000 personas. En todo el operativo participan unas 2.600.

Dos horas después del inicio de la ofensiva, la Policía Militar colocó el pabellón brasileño en lo más alto del cerro. "Vencimos, trajimos la libertad para el Complexo do Alemao", declaró el comandante de la policía de la ciudad, Mario Sergio Duarte.

Sergio Cabral, gobernador de la ciudad, aseguró que el hecho fue "histórico". "Recuperamos las favelas para el Estado democrático", afirmó Cabral.

Cabral asumió en 2007 y desde entonces inició una política de confrontación armada contra las bandas delictivas. Ayer sostuvo que el operativo lanzado contra el principal bastión de los narcos cariocas puso fin a "30 años de abandono, de populismo" y de gobiernos que hicieron una interpretación errada de los Derechos Humanos que impuso restricciones al accionar policial.

El vocero de la Policía Militar, el coronel Lima Castro, comentó que las horas posteriores al control de la favela fueron para "peinar" la zona, a fin de "encontrar heridos, drogas y armamento", ya que "el área es muy grande" y hay "informaciones de que aún están escondidos". Castro cree que los delincuentes no se fugaron, sino que se escondieron en la zona.

Luego de varias horas de ofensiva policial-militar se informó que un sospechoso murió baleado y que fueron incautadas al menos 13 toneladas de marihuana, 12 armas de guerra y granadas. También hubo 10 presuntos narcos arrestados, entre los que se destaca Elizeu Felicio de Souza, "o Zeu", uno de los narcotraficantes condenados por el asesinato del periodista Tim Lopes en 2002.

Invadieron, asimismo, la mansión del narcotraficante apodado "Pezao", uno de los jefes del Comando Vermelho, la principal organización criminal de Rio de Janeiro.

Pero hasta ayer no pudieron hallar a ninguno de los delincuentes considerados "cabecillas". Además, la prácticamente nula resistencia presentada por las bandas irregulares alimentó la sospecha de que algunos jefes lograron huir a través de las redes de desagüe de la localidad.

En este sentido, el comisario Marcos Vinicius Braga declaró: "la situación es alarmantemente tranquila; creemos que esto no es normal".

Por su parte, el general Adriano Pereira Junior, jefe del Comando Militar del Este, admitió la posibilidad de una fuga previa a la irrupción de las fuerzas conjuntas. "Creo que esa posibilidad existe, ellos conocen perfectamente el terreno, la posibilidad de huir a través de los caños está, pero no tenemos información sobre eso, nosotros no controlamos ese tipo de vías de escape", comentó.

Policía: "Vencimos, trajimos la libertad para el Complexo do Alemao", señalaron.

En pleno operativo de repacificación del Complexo do Alemao, en las entradas de la favela había decenas de personas que esperaban para volver a sus casas, luego de haber ido a hacer las compras o a misa. Otros esperaban desde el jueves, cuando las autoridades ingresaron a la zona y comenzó un tiroteo que los obligó a mantenerse lejos de su casa.

La policía recibió un evidente apoyo de la población, que desde las ventanas de sus casas pedía "paz" con carteles caseros y pañuelos blancos.

"Todos queremos la invasión, no se aguanta más", comentó Tiago, un chico de 18 años consumido por la ansiedad de no poder regresar a su casa para ver si su madre y hermanita estaban bien.

Junto al monumento del Cristo Redentor, en el cerro Pan de Azúcar, se celebró una Misa por la paz en Rio de Janeiro, donde leyeron un mensaje con "palabras de paz" que fue enviado a la diócesis por el Papa Benedicto XVI.

Fieles y turistas pidieron en el Corcovado el fin de la violencia a causa del narcotráfico en las favelas de Rio. AFP Y ANSA

La organización Comando Vermelho (CV) es la mayor y más antigua facción del narcotráfico de Río de Janeiro. Nació de una unión de presos políticos del último gobierno militar, con reclusos comunes en una aislada prisión local.

Con el crecimiento de los cárteles en América Latina, en Brasil el núcleo del CV se consolidó como el más poderoso del narcotráfico carioca, controlando buena parte de la actividad en las favelas. Con el contrabando de armas se convirtió en el más fuerte e hizo aumentar la violencia en Río de Janeiro.

Con los años el poder del CV fue cayendo, por el combate de las autoridades y por la lucha con otras dos facciones: el Tercer Comando Puro (TCP), creado en los 80; y la ADA (Amigos de los Amigos), surgida a mediados de los 90 de una escisión violenta de un líder del grupo.