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Tabaré Vázquez echó ayer por tierra toda aspiración en el Frente Amplio de un publicitado encuentro con José Mujica como broche de oro de la campaña electoral. Ayer sí se abrazó en público con Danilo Astori, al que prefería como candidato.

"La Constitución no me permite realizar actividad política partidaria", respondió el presidente Vázquez a los periodistas cuando lo consultaron sobre el anunciado encuentro con el candidato del Frente Amplio.

Mujica, por su parte, trató ayer de quitarle trascendencia a la dilatoria del presidente, y dijo que "nada especial" tiene que hablar ahora con Vázquez. Igual consideró que "la foto con Tabaré sale en cualquier momento".

Al participar ayer en el programa Igualito no es lo mismo de Omar Gutiérrez en canal 5, Mujica habló del tema. "La foto sale, sí, en cualquier momento, cuando lo encuentre. Yo no me dejo manipular por lo que quiere informar la prensa. No tienen información y me sacan la bronca con Vázquez. Yo lo voy a ver a Vázquez, en cualquier momento. Lo voy a encontrar en algún lugar. Pero ahora no tengo nada especial para verlo o para no verlo", precisó.

En la coalición de izquierda se entendía que la difusión de un encuentro entre Vázquez y Mujica representaría un espaldarazo en el último tramo de la campaña. Consideraban además que la reunión debía convertirse "en un golpe de efecto" hacia el electorado que aprueba la gestión de Vázquez pero que aún se encuentra indeciso.

Sin embargo, fuentes próximas al mandatario dijeron a El País que Vázquez había manifestado su aceptación a reunirse con Mujica en forma reservada, pero "no para la platea". Añadieron que luego que Váz-quez dijo el pasado 30 de septiembre en Villa Soriano que no sabía quién le había solicitado entrevistas, Mujica no realizó ningún planteo formal para reunirse con el presidente.

"No he tenido ni tiempo de revisar la agenda. No sé qué entrevistas están solicitadas", dijo Vázquez en Villa Soriano, a pocas horas de regresar de una gira de dos semanas por Washington y Nueva York. En esa gira fue que el presidente se enteró de los dichos de Mujica en el libro Pepe Coloquios y lanzó la frase más dura contra el candidato frenteamplistas: Mujica "a veces dice estupideces".

El 1° de octubre, el candidato de la izquierda admitió en su audición de M24 que no había pedido la entrevista.

La decisión de Vázquez de desestimar el encuentro con Mujica tuvo distintas interpretaciones en el Frente Amplio.

El diputado del MPP Juan José Domínguez dijo que le parece bien "que en este momento desde Presidencia se tome todo tipo de precauciones" para que no se acuse a Vázquez de proselitismo. "Eso no implica que no haya contactos, porque no nos puede negar nadie que tengamos contacto con el presidente de nuestro gobierno y Mujica es un senador", agregó el diputado.

En cambio, la senadora socialista Mónica Xavier consideró que "no hace a la campaña el encuentro en esta oportunidad, hay muchas más cosas para hacer en estos días que faltan".

"No me parece que esa reunión, que obviamente pretende aclarar cosas, sea unas de las tareas más importantes para estos días", añadió.

Otro legislador del FA que prefirió no ser identificado opinó que se trata de "una mala señal para el Frente".

El último encuentro formal entre los dos líderes se realizó el pasado 7 de julio, una semana después de que Mujica le ganara a Astori la elección interna y en pleno proceso de negociación para la conformación de la fórmula del FA.

Mientras Vázquez dilata el encuentro con Mujica, el candidato evita encontrarse con el presidente en público. Así fue que no asistió a las inauguraciones del aeropuerto y del nuevo muelle del puerto de Montevideo, actos en los que Vázquez confraternizó con los ex presidentes Julio María Sanguinetti, Jorge Batlle y Luis Alberto Lacalle.

Ayer, Mujica tampoco concurrió a la ceremonia de entrega de las últimas computadoras XO del Plan Ceibal. Astori sí asistió, entregó una de las computadoras y se abrazó antes las cámaras de televisión con el presidente.

J. L. ÁLVAREZ / H. RAMÍREZ

De gira por el litoral, el candidato nacionalista Luis Alberto Lacalle insistió ayer en la necesidad de debatir con su adversario José Mujica y opinó que la campaña electoral "encuentra una situación muy compleja" luego que el presidente Tabaré Vázquez "le negó la entrevista y ha dicho que no quiere recibirlo porque es violatorio de la Constitución".

En Soriano, Lacalle dijo que se "inclina" por las encuestas de MPC, que le otorgan una amplia ventaja en segunda vuelta. Dijo que el indeciso "es un ser extraño" y que muchos de ellos "no quieren contestar a quién votan", aunque ya tienen decidido su sufragio.

En San José, el candidato a vicepresidente Jorge Larrañaga adelantó que no hablará de las encuestas, ya que "en 2004 el Partido Nacional encuestaba mal pero terminó votando notablemente bien y no hubo segunda vuelta por 9.000 votos".

Luego de recorrer el país, Larrañaga aseguró que el 25 de octubre ningún partido alcanzará el 50% y ni siquiera la mayoría parlamentaria. Para el senador blanco, la mayoría de los indecisos "acompañarán finalmente a los partidos tradicionales" y los blancos ganarán "con largueza" en el interior. Larrañaga también dijo que la fórmula frenteamplista "esta acusando una gran debilidad" y que Mujica "pide la hora".

SONDEOS. "En las encuestas me inclino por la consultora que dio las tres cifras correctas en las internas (en referencia a MPC), pero falta pocos días para que se conozca la verdad", señaló Lacalle.

Y explicó su defensa a esa consultora, que marca cifras distintas al resto de las empresas de opinión pública: "Yo la conozco desde hace muchos años, le he comprado su trabajo desde tiempo atrás, como hago con todas".

En Soriano los periodistas le preguntaron por el comportamiento de los indecisos y Lacalle respondió: "Es un ser extraño. Yo conozco a muchísimos que no quieren contestar a quién votan y las encuestadoras lo ponen como indeciso. Pero tienen todo el derecho a decir no contesto".

Lacalle presentó lineamientos de un manual de buen manejo agrícola y aprovechó para criticar una ley aprobada en este período por el Frente que transfiere al Instituto Nacional de Colonización las tierras fraccionadas y vendidas a privados antes de 1948 por el BHU. Se trata de una ley cuya entrada en vigencia fue prorrogada hasta abril del año 2010.

"Es una barbaridad jurídica. Las leyes no pueden ir para atrás, no hay retroactividad. Esta ley le trae inseguridad a quienes colonizaron cuando no había Instituto de Colonización y tienen un título sano como el que puede tener cualquiera. Es una ley inconstitucional desde la primera a hasta la última letra", indicó Lacalle.