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Las invasiones reggaetoneras II: vuelven Residente y Visitante

| Esta noche, los puertorriqueños aterrizan en el Palacio Peñarol por segunda vez

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SEBASTIÁN AUYANET - MATÍAS CASTRO

Las rimas del barrio vuelven a Montevideo distintas. El campo de acción de Residente y Visitante sigue siendo el ritmo latino y la poética vertiginosa, pero hoy el barrio es Latinoamérica y el ritmo ya está a varios kilómetros de la percusión reggaetonera.

"Lo nuestro ya no es reggaetón", vienen diciendo desde el año pasado y con insistencia René López y Eduardo Cabra, conocidos en Latinoamérica como Residente y Visitante.

Esa intención de mostrarse fuera del género madre, tan común hasta en los artistas más encorsetados (por ejemplo, los músicos de punk rock), se da en Calle 13 como en pocos grupos en todo el mundo.

Es que si hay algo que el dúo ha conseguido, por delante incluso del éxito, ha sido la capacidad de salirse del gueto reggaetonero, escapando al rígido límite del sampleo y la percusión adictiva y seriada. Y entonces Calle 13, que comenzó su andadura con éxitos corrosivos y a la vez irresistibles como Atrévete-te-te o Se vale to-to, plagados de referencias misóginas y escatológicas, decidió dar un vuelco importante a su estilo transgresor. La idea: hay otra forma de triunfar sin abusar del "pakumpa-pa" de la batería y de las letras que presumían de decirle a las mujeres que lo que las pone contentas es una y una sola cosa.

Así llegó Residente o visitante, un trabajo que arranca con un tango reggaetoneado, seguía con un hip hop y en el que aparecía hasta una bossa nova... sin un solo insulto. Hay canciones y canciones dirá René, cuya transgresión fue, entonces, salirse de la previsibilidad del género. "A nosotros el guión nos lo da la gente", dice el cantante que en uno de los primeros temas de su nuevo disco, avisa a todos los competidores de género: "Llegó el loco que se escapó del hospital Panamericano para explicarte lo que significa la palabra `urbano`".

Hoy, el género que partió de las calles de Puerto Rico presenta dos aristas bien diferentes a través de sus dos ex-ponentes más importantes. Por un lado la de Daddy Yankee, más cercana al público estadounidense, a los raperos como 50 Cent o Akon, a las bases sintetizadas y a los "hits" seriados. Y por otro la de Calle 13, que prefiere la variedad de géneros, los conciertos con más de diez músicos en escena y las asociaciones con colegas como Café Tacvba o La Mala Rodríguez. Quizá sea en Calle 13 donde el reggaetón como piedra fundamental de un movimiento puede tener un desarrollo que incorpore géneros, lo legitime y algo más importante aún, lo haga perdurar más que otras músicas importadas del Caribe.

"Vamos a ver si podemos improvisar algunas cosas e invitar gente. Estaría chévere hacer algo con candombe, aún no hemos arreglado nada pero intentaremos ponernos en contacto con gente de allá y a la hora de la prueba de sonido intentaremos ensayar algo. Mi hermano se llevó música de Uruguay de la otra vez pero no hicimos nada con bandas como el Cuarteto de Nos y otras. Nos gustaría", dice René al teléfono, y con el grupo en plena bajada por Sudamérica.

El cantante explica que Los de atrás vienen conmigo es un disco que salió con naturalidad después de una gira en la que el dúo vio mucho pero escuchó todavía más: "Todo lo que hicimos se basó en la gira del año pasado. Estuvimos en Uruguay y de ahí salió un candombe. Tocamos en Argentina y de ahí salió una cumbia vi-llera. Pasamos por ciudades como Nueva Orleans y nos trajimos un dixieland que agregamos en una de las canciones. Nos pasó también de encontrarnos con Jamiroquai en un festival, y de ahí se nos ocurrió Gringo Latin Funk, un tema en el que incluso lo mencionamos a él. Si Calle 13 no hubiera salido de Puerto Rico o hubiera mirado hacia otro lado, este disco hubiera sido imposible y no podríamos haber seguido creciendo, como nos pasó en el disco anterior".

Con seguridad otro de los temas que suenen en el concierto de este viernes sea La perla, un candombe asistido por la cuerda argentina La Chilinga y la voz de Ruben Blades pero de extracción netamente uruguaya.

El tono de denuncia social de ese tema, así como también del que pone nombre al nuevo trabajo, dispara la duda. ¿Qué es lo que hace que una banda de reggaetón sea tomada en serio cuando quiere que eso suceda? "Nos toman bastante en serio, y es algo que se da desde que empezamos. Cuando comenzamos yo hice una canción de denuncia llamada Querido FBI, y fue tomada en serio desde el principio, a tal punto de que se me comenzó a atacar desde la oposición. Es una canción que pide por Puerto Rico libre, y en mi país mucha gente está en contra de eso. Y se movió mucho. Hasta cierto punto yo sirvo como emisor, dando un mensaje de la gente que quiere ser escuchada y que nos da para que lo transmitamos. Queremos hacer eso en Latinoamérica. Representar a esa gente que sufre injusticias desde un lugar bien visible como el nuestro. Si yo estuviera del otro lado, buscaría algo como Calle 13 para trabajar en equipo".

-Hablando de eso, el año pasado colaboraron con artistas como Mercedes Sosa. Pareciera que el `featuring` es imprescindible para el grupo... ¿qué más se viene en ese sentido?

-De todo. En la prensa se habló mucho de que queremos hacer cosas con La Tigresa del Norte, pero es algo que no está definido ni mucho menos. Imagínate a ella con Calle 13, sería superrarísimo y nos encantaría, pero de momento no hemos podido. Después nos quedan muchísimo. De todas formas, siempre llegan ideas y aunque no lo creas somos bien selectivos. Sólo lo hacemos con gente que admiramos o con quienes de verdad fluye. ¿Con cuánta gente quiero colaborar? Quiero trabajar con Fito Páez, también con Calamaro o mismo con Cerati. Con Fito hemos hablado sobre temas y sobre hacer algo. Con Calamaro hace tiempo que estamos planeando, porque él nos propuso. Es gente que admiramos y que la relación es recíproca. Hace poco hicimos algo con Shakira. No salvamos al mundo con esa canción, pero seguro que haremos bailar a un montón de gente, que cuando lo haga se va a olvidar de que hay que pagar las rentas. Y eso también es importante, no hay que olvidarlo.

Los proyectos paralelos de un colectivo familiar e hiperactivo

Dos giras, edición de nuevos trabajos, colaboraciones, participación en fundaciones benéficas... Calle 13 ha pasado a ocupar el lugar de lo que se suele conocer como el fenómeno "latino" del momento, una posición que en otro momento llegaron a ocupar en esta región bandas como Maná, y que también alguna discográfica multinacional intentó con los chilenos de La Ley, sin conseguirlo.

Pero los tiempos han cambiado, y ahora un disco no dura lo que duraba hace años. De ahí que haya que generar proyectos casi de semestre en semestre.

Uno de los más importantes que maneja el grupo en este momento es el de tener pronto el disco solista de Ileana Cabra, quien ya visitó Montevideo con el grupo en calidad de cantante adjunta, bailarina y corista que después de mostrarse con el grupo fue convocada por varios músicos. Adelanta René: "Eso es prioridad. Llevamos tiempo trabajando poco con eso, pero ahora es prioridad. Mi hermano está haciendo mucha música y yo mis trabajos, así que van a salir muchos proyectos. El de mi hermana es uno. Va a tener su estilo, así que va a ser bien interesante. No se va a parecer a Calle 13. Ella va a cantar lo que le gusta, que es una gran variedad".

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