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Sofía Herrera es una niña argentina de tres años, que falta de su hogar desde el 28 de septiembre. Desapareció de la vista de sus padres durante un paseo de domingo. La desaparición de niños es una trágica realidad que tiene lugar en todos los países del mundo. La cifra de niños desaparecidos aumenta cada año, sobre todo por el tráfico de adolescentes para explotación sexual. Según los especialistas, el 90% aparece con vida. Los mismos entendidos aclaran que cuanto antes comience la búsqueda y más gente participe, las posibilidades de encontrarlo son mayores. El mayor enemigo de estos chicos es el silencio. El mejor amigo es el teléfono que suena y aporta nuevos datos.

La desaparición de Sofía Herrera, una niña de 3 años, cambió la fisonomía de la ciudad de Río Grande, en Argentina. Los ómnibus llevan un afiche con el rostro de la niña, el mismo que sonríe desde los taxis, los hoteles y las paradas, conmoviendo a los vecinos de la zona. Todos preguntan a diario si hay noticias de Sofía. Pero la respuesta es contundente: Sofía no aparece. Sin embargo, nadie baja los brazos. Se reúnen todas las noches en la esquina más transitada de la ciudad, con carteles y fotos pidiendo que "devuelvan a Sofía".

Ayer las autoridades ascendieron a 130 mil pesos argentinos el monto de la recompensa que se ofrece a quien brinde información.

La niña es hija única de María Helena y Fabián Herrera, una pareja joven que vive una gran angustia. María Elena es ama de casa y está embarazada de cinco meses. Fabián es empleado textil. Desde que empezó la búsqueda está en el campo junto a los rescatistas.

Fabián y Elena están juntos desde hace 12 años. El domingo 28 de septiembre salieron con Sofía, su hija de 3 años y nueve meses, un matrimonio amigo, sus dos hijos de 2 y 9 años y un amiguito de 6. Compraron carne, cargaron nafta y manejaron hasta el camping John Goodall, en Río Grande. Cuenta Helena que, cuando llegaron, Fabián, su amigo y todos los nenes bajaron del auto y fueron a buscar un lugar para instalarse. Que quince minutos después volvieron, pero sin Sofía. "Es tan madrera que mi marido pensó que había vuelto conmigo", dice. Comenzaron a buscarla por cielo y tierra pero fue como si a la niña la hubiera tragado la tierra.

el 90% aparece. La desaparición de niños es una triste noticia que tiene lugar en todos los países. Argentina, Estados Unidos, México, Uruguay y tantos otros. Pero las cifras que marcan el reencuentro de estos niños con su familia, afortunadamente son elevadas.

Juan Carr pertenece a la Red Solidaria de Argentina, una institución sumamente respetada, que colabora activamente en estos casos. Carr afirmó que "el 90% de los chicos cuya desaparición se denuncia, aparecen, y vivos". Entre jóvenes y adultos, los que aparecen sanos son el 65%. Sin embargo, Carr hizo notar que la desaparición de personas está creciendo, sobre todo por el tráfico de adolescentes para explotación sexual y, en segundo término, por el secuestro parental de chicos menores de 10 años.

El tiempo es un factor clave a la hora de dar con los chicos. Carr aconsejó "avisar inmediatamente a todo el mundo si desaparece un hijo. Cuanta más gente se compromete en la búsqueda, más rápido se inicia, la posibilidad de que aparezca es mayor".

cuidados y consejos. Para evitar robos o extravíos de menores, la organización "Missing Children" recomienda tomar los siguientes cuidados:

No permitir que ningún extraño agarre al bebé en la calle. No importa si el extraño elogia al niño y pide permiso para acariciarlo.

Cuando pasee al bebé en cochecito, siempre es conveniente orientar el cochecito para ver de frente al niño. No es aconsejable circular con el bebé mirando hacia delante porque facilita el accionar de los ladrones.

En la plaza, hay que estar atento, sin perderlo de vista. Lo primordial es no distraerse charlando con otras madres, mientras el chico juega.

No bordar el nombre del niño en el delantal, ya que personas extrañas pueden llamarlo por su nombre y hacerle creer que son conocidos.

Ante una situación de confusión, lo mejor es agarrar al niño y retirarse del lugar.

Enséñele al niño a gritar en caso de que una persona quiera llevarselo a la fuerza. Que griten "este hombre (o mujer) no es mi padre (o madre) y está tratando de llevarme".

Enseñele a sus hijos que si están perdidos en un lugar público, no deambulen buscándolos. Que lo que deben hacer es acercarse a un guardia o ir a un negocio y pedir ayuda.

(En base a Agencias)

Actuar con rapidez: apenas sospecha que su hijo está perdido, llame a los amigos para averiguar cuándo lo vieron por última vez y qué información le pueden brindar.

Llame a sus familiares contándoles la situación, para que colaboren con usted.

Haga la denuncia y solicite una copia. Averigüe en la comisaría qué Juzgado de Menores le corresponde, incluyendo el nombre del juez y/o secretario. Exponga en el juzgado el hecho denunciado.