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Madres decisivas padres involucrados

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Foto: Shutterstock.

Ciencia

Estudio asegura que la actitud de las madres define el rol de los padres.

Puede ser tan sutil como una mueca de irritación cuando él juega con el bebé o miradas de crítica contenida cuando él prepara la mamadera, hasta actitudes tan obvias como un "déjame que yo lo hago mejor" o simplemente apartarlo para terminar de cambiar al bebé, bañarla o hacerla dormir.

Las reacciones críticas o negativas de la madre durante los tres primeros meses de vida de su primer hijo pueden hacer que el padre asuma un rol menos participativo y se involucre menos en su crianza.

Al contrario, cuando ellas estimulan la interacción entre padre e hijo, son flexibles para aceptar que él puede hacer las cosas a su manera y reconocen positivamente sus capacidades de crianza, ellos se involucran más y asumen un rol más protagónico.

Así lo indica un estudio publicado esta semana en el Journal of Child and Family Studies, en el que encuestaron y observaron interacciones entre 182 parejas padre-madre cuando sus hijos tenían tres meses y luego nueve meses.

De acuerdo con la publicación, se evaluaron variables de cierre a la crianza como por ejemplo que cada padre informó con qué frecuencia la madre decidió hacerse cargo de las tareas del bebé porque el no las estaba haciendo correctamente y con qué frecuencia le miraba irritada con respecto a su crianza. Por otro lado, evaluaron casos de apertura a la crianza como que el padre ayude a bañar al bebé o las veces que la madre le hace saber que aprecia sus contribuciones a la crianza de los hijos.

Los padres que habían recibido más críticas negativas de la madre a los tres meses de nacido su hijo, seis meses más tarde no se desempeñaban tan bien en parámetros como responder a gestos y expresiones del niño, sonreirle, hablarle en tono cálido y estar comprometido con él.

Cuestión de práctica.

"Es posible que las madres ni siquiera estén conscientes de que sus críticas hacia el padre pueden influir negativamente en la forma en que ellos ejercen su paternidad", dice Lauren Altenburger, autora principal del estudio.

"Si los padres sienten que sus parejas no tienen confianza en su forma de ser padres, pueden retirarse y volverse menos positivos y sensibles con su hijo", sobrayó Altenburger.

Para Daniela Aldonay, investigadora del Centro de Apego y Regulación Emocional de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo, la actitud crítica de algunas madres "responde en gran medida a que todavía pensamos que ellas tienen más responsabilidad que los padres en torno a los niños y que lo hacen mejor". Sin embargo, no hay evidencia científica que muestre que los padres estén menos capacitados que las madres para ejercer la crianza. "Si la madre desempeña mejor estas funciones es probablemente porque al pasar más tiempo con la guagua lo ha ensayado más", añade.

Para Aldoney es clave darles espacio a los padres para realizar las actividades cotidianas, aunque al principio les tome más tiempo o no tengan la destreza de la madre. "Conocer al hijo tiene que ver también con la práctica", señala.

Beneficios de largo plazo.

Pero el rol no es solo de la madre. El derecho a posnatal para el padre, mudadores públicos en espacios unisex y permisos para cuidar al hijo enfermo son también avances de la sociedad que ellos deben aprovechar.

"Si ambos padres trabajan como equipo, las consecuencias positivas en la calidad de la crianza paterna redundarán en beneficios para el niño", dice Altenburger.

Entre estos, se ha visto que papás más involucrados "tienen un efecto único e independiente del de la madre en áreas como la autorregulación, lo que ayuda a reducir pataletas, esperar su turno al jugar o prestar atención en clases", ejemplifica Aldoney.

Otros estudios muestran mejor desarrollo del lenguaje, mayor autoestima y conexión con el exterior, más habilidades sociales y menos problemas de conducta.

Apoyo mutuo - Resulta clave en la crianza

Los investigadores aseguraron que madres y padres necesitan apoarse mutuamente en las primeras etapas de sus hijos para que el pequeño supere con éxito los primeros meses, son difíciles para todos.

La razón - Por la que las madres deciden

"Todavía hay una suposición en la sociedad de que las madres son las principales encargadas del cuidado y que tienen el poder de determinar la participación de otras personas", explicó la autora del estudio.

El camino - Para una crianza conjunta

"Se trata de darles a los papás el espacio para ser padres también. Ambos necesitan mantener la comunicación abierta y no criticarse tan rápido", aseguró Altenberg en el estudio.

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