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Revelación en todo sentido

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Jesús Vidal

JESÚS VIDAL

Goya a Actor Revelación por Somos Campeones, su discurso se hizo viral porque no dejó punto por tocar: apertura a personas con discapacidad, amor por el cine, agradecimiento a todos los que lo ayudaron en su carrera, y amor por su familia, con un mensaje final para sus padres que estrujó corazones.

En la introducción de la 33° entrega de los Premios Goya, luego de la característica sucesión de chistes, los conductores Silvia Abril y Andreu Buenafuente terminaron con una exhortación a los candidatos: que los discursos de agradecimiento fueran breves. La consigna por lo general se respetó, salvo un discurso que nadie se animó ni quiso interrumpir porque estuvo cargado de emoción y mensajes en cada uno de los cinco minutos que duró. Fue el de Jesús Vidal, ganador del Goya a Actor Revelación por su papel en Somos Campeones (Campeones en su título original).

La película de Javier Fesser, que se quedaría además con otras dos estatuillas, nada menos que Mejor Película y Canción Original (Este es el momento, de Coque Malla), cuenta cómo cambia la vida de un entrenador de básquetbol (Javier Gutiérrez, nominado al Goya) la noche en que es despedido. El hombre se emborracha, sale en su auto y la Policía lo detiene. Resultado: tres meses de trabajo comunitario entrenando a un equipo de básquetbol de discapacitados intelectuales.

Uno de los diez integrantes del equipo de Los Amigos es Marín, inspector de tránsito interpretado por Jesús Vidal. A diferencia de sus nueve compañeros, el actor de 43 años no es discapacitado intelectual, su problema es que solo tiene el diez por ciento de visión. Pequeño gran obstáculo que no le impidió recibirse de filólogo, realizar un máster en Periodismo en la Agencia EFE y hacer prácticas tanto en esa agencia como en la sección Deportes de la edición digital del Diario de León, de donde es oriundo. Su especialidad, el ciclismo.

Pero también cultivó el amor por las artes, cosa que se ocupó especialmente de agradecer a su madre en el discurso pronunciado en el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES Sevilla. “Mami, gracias por darme la vida, gracias por dármelo todo, por que hiciste nacer en mí el amor hacia las artes y porque me enseñaste a ver la vida con los ojos de la inteligencia del corazón. Te quiero todo”, decía Jesús ante el llanto emocionado de su hermana María José, sentada en la platea. Gracias a su madre se convirtió en actor, incursionando en el teatro con obras como Cáscaras vacías, una producción del Centro Dramático Nacional y LaZona en la que da vida a un hombre con esquizofrenia.

Somos Campeones fue su debut en el cine, el comienzo de un romance que también reconoció en su discurso del pasado 2 de febrero. “Sin duda, para mí ha sido un verdadero reto interpretar a un personaje como Marín, ya que yo venía del teatro, y el cine me ha enamorado. Espero que este idilio siga muchos años más”, dijo aludiendo a su rol de inspector de tránsito que, en sus ratos libres, juega al básquetbol con otros discapacitados intelectuales como él.

“Marín, mi personaje, tiene mucha bondad, mucha ingenuidad y también cierto lado cínico. Esa ingenuidad yo no la tengo. Es un personaje que me ha permitido afrontar el reto de interpretar a alguien con discapacidad intelectual desde mi diferencia visual y mis rasgos físicos”, confesaría en una entrevista previa con la agencia EFE.

El resto de sus compañeros de juego sí fue representado por actores amateurs y discapacitados intelectuales en la vida real: Sergio Olmo, Julio Fernández, Jesús Lago, José de Luna, Fran Fuentes, Alberto Nieto Fernández, Roberto Chinchilla, Stefan López y Gloria Ramos. Esta última, con síndrome de Down, también era candidata al Goya a Actriz Revelación, perdiendo en su categoría con Eva Llorach de Quién te cantará.

Todos nombrados.

En la noche del pasado 2 de febrero, Jesús subió al escenario para recibir su Goya, acomodó el micrófono y lo primero que hizo fue agradecer a sus compañeros de cuaterna: Moreno Borja (Carmen y Lola), Francisco Reyes (El reino) y Carlos Acosta (Yuli), todos presentes en la ceremonia, que por segunda vez en la historia se celebraba fuera de Madrid.

“Señoras y señores de la Academia, ustedes han distinguido como Mejor Actor Revelación a un Actor con discapacidad, ustedes no saben lo que han hecho”, fue lo siguiente que dijo provocando tanto risas como aplausos. “Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad, visibilidad. ¡Qué emoción!”, agregó, remarcando conceptos que ya había mencionado en la Alfombra Roja de la gala. Allí dijo estar contento porque “se reconoce el talento de gente con discapacidad. Estamos haciendo una España más rica, más diversa y más plural”.

Mientras en el escenario se refería a este tema, las cámaras enfocaban a sus compañeros de elenco, todos presentes en la sala teatral. Para ellos tuvo también palabras de reconocimiento: “este trabajo representa también a mis nueve compañeros del equipo de Los Amigos. Compañeros, sin vuestra frescura, vuestra espontaneidad y vuestro talento esto no hubiera sido posible”. Enseguida vendría la mención para el director del film y ganador de seis Goya por La gran aventura de Mortadelo y Filemón, Javier Fesser, al que agradeció “por hacerme crecer como actor y como persona”.

Jesús no olvidó que para hacer una película como esta hubo un gran mérito del equipo de coaching, formado por Allende López (gestora cultural y facilitadora de búsqueda e inclusión de personas para distintos proyectos) e Inés Enciso (gestora cultural, y directora de cortos y videoclips). A la primera la definió como su amiga, a la segunda le lanzó un beso. El actor no se olvidó del guionista, David Marqués, “por escribir esta historia tan bonita”; de las productoras Pendelton y Morena Films, y la distribuidora Universal; ni de todo el equipo técnico y artístico de Somos Campeones.

"Somos Campeones".

En Uruguay, la película se vio en el MONFIC (Festival de Cine de Montevideo) y luego tuvo estreno comercial.

Gracias personales.

Sin duda que Jesús logró emocionar más a su audiencia de los Goya cuando pasó a los agradecimientos personales. Comenzó por “la gente que me apoyó en mis inicios”, entre quienes nombró a Miguel Cuerdo, director artístico de LaZona y del Centro Dramático Nacional donde Jesús, gran admirador de Willem Dafoe, se formó en teatro. “Gracias por tu bondad, tu cariño hacia mí y por todo”, le expresó a Cuerdo quien se terminó convirtiendo en actor, dramaturgo y director teatral.

Seguidor del Real Sociedad y los Boston Celtics de la NBA, el nacido en León anunció que ya se volvía a su ciudad, “donde estáis vosotros, mi familia”. De esta última se ocupó de nombrar a sus sobrinos -Michel, Linda, Noé, Quique y Ángel Pepín- y a sus hermanas Mari Tere y María. “Mari Jose, gracias por ser la mejor hermana del mundo, y por querer y cuidar tanto a nuestros padres”, le dirigió a su hermana sentada en la platea, como introducción al momento más emocionante de su alocución, ese en el que recordó a sus progenitores. Lo que señaló de su madre ya lo reseñamos; de su padre, Don José Vidal Conde, apuntó: “gracias por haber vivido. Gracias por luchar tanto por mí, porque eras la persona con más ternura del planeta sin pretenderlo y porque, con solo una sonrisa, cambiabas y cambias el mundo”.

Para el cierre de su agradecimiento Jesús eligió una frase de Somos Campeones –“yo no querría un hijo como vosotros”- y la transformó en: “queridos padres, a mí sí me gustaría tener un hijo como yo porque tengo unos padres como vosotros”. Ovación de pie de todo el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla para los cinco minutos más emocionantes y removedores de la gala 2019 de los Premios Goya.

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