Francescoli, manager del "Millonario", opinó sobre un posible partido contra Barcelona en el Mundial de Clubes y recordó la Intercontinental de 1996.

Faltan más de cuatro meses, pero es inevitable imaginar una final ante Barcelona en el Mundial de Clubes. Enzo Francescoli tampoco se sustrae a esa posibilidad.

-Vos jugaste la Intercontinental de 1996. Aquella vez, Juventus estableció una gran diferencia con River, más allá del 1-0. ¿Se corre el riesgo de que ahora pase lo mismo ante Barcelona?

-Los partidos hay que jugarlos. Aquella final la sufrimos mucho en el primer tiempo, tendríamos que haber perdido por más goles. El segundo lo emparejamos bastante; antes del gol de Del Piero hubo una pelota de Ortega en el palo que quizás hubiera cambiado la historia. Antes de Barcelona hay que jugar una semifinal; el fútbol está muy parejo. Falta, estamos lejos todavía de Barcelona, pero para nosotros es un orgullo. Este River tiene más posibilidades que aquel del '96.

-¿Cómo pensás que River lo puede incomodar a Barcelona?

-Tiene que jugar el partido de su vida, perfecto. Sobre todo en lo relativo a la presión, a tratar de que Barcelona tenga la menor posesión posible. Vi personalmente a Barcelona en la final de Berlín contra Juventus. Te das cuenta de que es un equipo muy complejo; no sólo tiene posesión, sino varios jugadores, aparte de Messi, que te cambian el partido en una sola jugada. Será un desafío interesante, lindo, único.

-Es uno de los pocos partidos en que River no sería favorito.

-Sí, hay que buscar al campeón de Europa para que se dé algo así.

-Muchos dicen que los árbitros fueron permisivos con el juego brusco de River en la Libertadores. Y que si juega así contra Barcelona va a sufrir más de un expulsado. ¿Qué opinás?

-(Gesto de fastidio). Esas cosas... ¡Qué sé yo! Yo jugué cada partido por las eliminatorias y las copas Américas, que estos partidos de la Libertadores son un chiste. No sé... A ver, pasó lo mismo en los clásicos. En los partidos de gran importancia hay otro nivel anímico. El otro día la cancha estaba muy complicada por la lluvia. A mi criterio, la mayoría de los foules, como el de Alario, son por llegar tarde. Qué sé yo... Yo viví el fútbol de los 80 y se pegaba mucho más que ahora, de manera más desleal. Quizá, para el que no vio eso, lo de ahora le parece brusco. Veremos qué pasa si enfrentamos a Barcelona. Es cierto que el fútbol de América es mucho más trabado y friccionado; hay más foules. El fútbol europeo es más veloz.

-¿Este River es mejor que el que integraste en 1996? ¿Quién ganaría si se enfrentasen?

-Podríamos hacer un partido. Varios de nosotros tenemos un poco de panza, je. Son diferentes. Aquel River era un equipo muy maduro y se hacía muy fuerte de local. Todo el mundo habla de la Bombonera, de Wembley, pero cuando el Monumental está como en la final contra Tigres, se hace sentir. El constante apoyo del hincha es un estímulo muy grande para el jugador.

-En octubre nos dijiste que el hincha de River lo que más te pedía era a Aimar. ¿Ahora qué te pide?

-Que sigamos así. Hoy el hincha está feliz por los logros y las maneras. River volvió a ser River, el River que yo conocí. El hincha vuelve a sentirse orgulloso.

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