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BUENOS AIRES

Entrevista a Pablo Cavallero: de "Peñarol lleva más gente que Boca" a "tener a Bielsa es un antes y un después"

El actual manager de Independiente y exjugador carbonero, habló acerca de su amor por el mirasol y también le hizo una recomendación al fútbol uruguayo.

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Pablo Cavallero, acatual manager de Independiente de Avellaneda.
Pablo Cavallero, acatual manager de Independiente de Avellaneda.
Foto: Independiente.

Por Enrique Arrillaga
Su pasaje por Peñarol entre 2008 y 2009 no fue el mejor desde lo deportivo. El equipo no obtuvo buenos resultados y él no pudo mostrar su calidad individual. Pero esos aspectos no impidieron que Pablo Cavallero (49 años) se llevara una gran imagen del club mirasol y hasta incluso amistades que mantiene hasta el día de hoy.

El exarquero argentino de 49 años es actualmente manager de Independiente, pero visitó a la delegación de Peñarol que viajó a Buenos Aires para enfrentar a Defensa y Justicia por Copa Sudamericana, se encontró con varios amigos y compartió un café con el Embajador de Uruguay Carlos Enciso, Jorge Barrera e Ignacio Ruglio.

“El fútbol pasa, pero las grandes personas que cuando uno está fuera de su país son muy importantes en la adaptación y el día a día, quedan. Y mantener esa relación es muy gratificante para mí”, le contó Pablo Cavallero a Ovación en Buenos Aires. Y agregó: “Peñarol es un equipo que me marcó a fuego. No tuve mi mejor versión como jugador. Estaba en un momento difícil de mi vida porque me estaba separando y regresando de Europa con algunos inconvenientes personales que se vieron reflejados en mi rendimiento, pero a pesar de eso tengo los mejores recuerdos porque conocí un club muy grande desde adentro, con Chiquito Mazurkiewicz, con toda la historia que tenía dentro de Peñarol, entrenándome con muchísima humildad, con jugadores de jerarquía con los que aún mantengo relación y una hinchada única”.

Carlos Enciso, Jorge Barrera, Pablo Cavallero e Ignacio Ruglio en Buenos Aires.
Carlos Enciso, Jorge Barrera, Pablo Cavallero e Ignacio Ruglio en Buenos Aires.
Foto: Enrique Arrillaga

Acerca de la pasión del hincha, Cavallero, que surgió en Vélez Sarsfield y luego jugó en Unión de Santa Fe para dar el salto a Europa y defender al Espanyol, Celta de Vigo y Levante antes de firmar con Peñarol en 2008, dijo: “A veces en asados con amigos me ponen en la punta de la mesa y se enojan conmigo porque les digo que Peñarol lleva más hinchas que Boca”. “El club me marcó y siempre está presente en mi vida. A mis hijos les muestro videos de la hinchada y los partidos que siempre miro y estoy pendiente. Me queda llevarlos a que conozcan el Campeón del Siglo. Ya fui varias veces pero con perfil bajo: llego, miro el partido y me voy”, explicó.

El argentino recordó sus momentos con Ladislao Mazurkiewicz en el club y contó: “Mi padre fue director técnico y siempre me habló de Chiquito, pero jamás me iba a imaginar que volviendo de Europa lo iba a tener como entrenador de arqueros. Y una de las cosas que más me llamaban la atención de Mazurkiewicz era que no nos hacía la entrada en calor antes de los partidos. Me decía que mirara hacia la tribuna que él iba a estar ahí, que me quedara tranquilo porque me iba a levantar la mano. Los partidos los analizábamos el día después. Fue un tipo extraordinario con una humildad impresionante, un tipo que me dedicó tiempo, que me entrenaba y me cuidaba con cariño. Y todas esas cosas te quedan marcadas”.

Pero en Buenos Aires también se encontró con Fernando Álvez, su referente: “En la revista de Vélez —club en el que surgió— me preguntaron por un golero y les hablé de Fernando Álvez. En ese momento el Pato Fillol estaba haciendo su última etapa en Vélez y me miraron como para matarme, pero la sobriedad de Álvez, su tranquilidad para atajar, las bermudas largas que usaba y ese buzo gris plomo eran cosas que me llamaban la atención y lo seguí mucho en el Mundial 1986. Recién ahora pude decírselo personalmente y darle un abrazo porque antes no lo había conocido y esas cosas también me ponen muy
contento”.

Pablo Cavallero como arquero de Peñarol en la temporada 2008-2009.
Pablo Cavallero como arquero de Peñarol en la temporada 2008-2009.
Foto: Archivo El País.

En Peñarol, Pablo Cavallero no logró títulos, pero se llevó cosas que entiende son importantes: “No me tocó andar bien, pero hice amistades con jugadores como Tony Pacheco, Nico Rotundo, Gonzalo De los Santos, Petete Correa que hace poquito hablé con él, Darío Rodríguez y Gerardo Alcoba, con quien a pesar de haber jugado un solo año juntos nos hicimos íntimos amigos. Me hubiese gustado dejar otra imagen en lo futbolístico, pero en mi corazón siempre está Peñarol porque desde lo humano me trataron de maravilla y fue el mejor grupo que me tocó integrar. A pesar de que a nivel estructural habían algunas falencias y yo sentía que el contraste de venir desde Europa era grande en ese momento, a nivel humano fue lo mejor que me pasó y no te miento porque hasta hoy mantengo muchísimas amistades del club y cada vez que el equipo juega me pongo frente al televisor”.

Cavallero también habló del prototipo de jugador uruguayo: “Yo no jugué en grandes clubes pero estuve mucho tiempo en la selección argentina y sé lo que es ponerse la camiseta de Peñarol y la historia que tiene. También he visto a muchos futbolistas de Uruguay y lo que nunca vi fue un uruguayo que arrugue. No existe. Esa es una mística que hay que cuidarla porque más allá del físico que tenga, que juegue bien o mal, el uruguayo siempre va al frente y eso lo viví incluso en Peñarol porque en un partido que jugábamos en el Centenario íbamos perdiendo 2-0 en el primer tiempo y cuando vamos a salir por el túnel para jugar el segundo tiempo, se para Darío (Rodríguez) en el último escalón, gira y dice ‘muchachos, tranquilos que lo damos vuelta’. Lo agarré de un brazo y le digo ‘Darío, no pateamos al arco’. Ahí me respondió: ‘Pablo, somos Peñarol’. ¡Y lo ganamos 3 a 2! El primer gol lo metimos a los 30’, el segundo a los 38’ y el tercero a los 43’. El árbitro corriendo y pidiéndole al Tony Pacheco para que le guardara la camiseta. Son cosas impresionantes. Yo soy muy respetuoso con los hinchas de Nacional, pero Peñarol es el club más grande. Ahí me di cuenta lo grande que es y lo que pesa esta camiseta. Por eso esa valentía y ese sentir cuando jugás en el club, hacen que los jugadores se empoderen y de recordarlo se me eriza la piel porque solo un grande de verdad se hace sentir desde adentro y desde afuera, porque los rivales lo saben. Es algo impresionante que siempre lo digo en reuniones o asados con amigos porque lo tenés que vivir vos para poder entenderlo”.

Hoy el presente de Cavallero está en Independiente de Avellaneda, el club de sus amores. Se desempeña como manager desde octubre y acerca de la actualidad del Rojo expresó: “La mala gestión administrativa y deportiva de los últimos cuatro años nos llevó a este presente y había que hacerse cargo. Estamos tratando de avanzar y hay un buen proyecto, pero lamentablemente todo se ve reflejado en los resultados y no es una situación fácil”.

Pablo Cavallero en la selección argentina bajo el mando de Marcelo Bielsa.
Pablo Cavallero en la selección argentina bajo el mando de Marcelo Bielsa.
Foto: AFP.

El objetivo de Cavallero es poder plasmar en el club la metodología de Marcelo Bielsa, a quien tuvo como entrenador en Vélez y en la selección argentina y está próximo a llegar a Uruguay: “Tener a Bielsa es un antes y un después. Lo tuve ocho años, uno en Vélez y siete en la selección. En Independiente queremos llegar a diciembre con el 100% de la metodología de trabajo de Marcelo porque es un tipo que labura puesto por puesto. En cada posición tiene 10 ítems para trabajar con pelota, sin pelota, en lo técnico, en lo táctico, en lo físico”.

“Me pone contento por el fútbol uruguayo porque van a tener a un tipo impresionante. Hay que tenerle paciencia, ayudarlo y brindarle la infraestructura que necesita. Si eso pasa la selección, que siempre fue competitiva con el maestro Tabárez y con Diego Alonso que le puso su impronta, con Bielsa, si lo acompañan y apoyan, a largo plazo van a lograr grandes resultados porque va a querer dirigir el Preolímpico y va a querer ir a los Juegos Olímpicos”, agregó.

Por último, Pablo Cavallero le mandó un mensaje especialmente dedicado a los directivos del fútbol uruguayo: “Recomendaría a los presidentes de los equipos de Uruguay a intentar capacitar a sus entrenadores juveniles aunque trabajen en fútbol amateur, con la metodología de Marcelo para alienar, como lo hizo Alemania en su momento. A Argentina haber salido campeón del mundo nos puede llegar a distorsionar y creo que estamos muy lejos de cómo se puede entrenar. El fútbol ha progresado muchísimo y tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Tenemos algunas cosas y a veces coincide un resultado, pero creo que el camino a seguir es el de Marcelo”.

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