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Los dos se agarran de número

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Foto: AFP
MIGUEL ROJO

Las estadísticas de Uruguay y Chile en la historia y en 2015 dicen una cosa; en algún caso, la realidad es otra.

Las estadísticas sobre los resultados de los partidos de fútbol son, obvio, un reflejo de lo que ocurre adentro de la cancha: es tan claro como lo que Tabárez suele responder cuando le preguntan por uno de los indicadores que surgen de aquellas, que son las tendencias, las rachas: "Están por algo, pero…también están para quebrarlas".

Por esta última afirmación, entonces, la primera queda relativizada; aparte de que las estadísticas sólo toman en cuenta los resultados, y no los diferentes aspectos referidos al funcionamiento de los equipos adentro de la cancha, y que a veces pueden no verse reflejados en el marcador por imponderables, o situaciones circunstanciales, como en Quito pudo ser el remate de Cavani que pegó en un caño.

En ese contexto, pues, es posible incluir a gran parte de las reflexiones que surgen en torno a los apuntes matemáticos relacionados con las selecciones de Uruguay y Chile de cara al partido de mañana.

Vox populi.

Por ejemplo, históricamente Uruguay está muy por encima de Chile: de 77 partidos, "la Celeste" ganó 42, "la Roja" 17, y hubo 18 empates; y en el marco de esa realidad incontrastable es que, a partir del ingenio de algunos hinchas uruguayos, nació ese "yo 15, vos 0", antes de la Copa América pasada: "Vox populi vox dei", pese a que en este caso a los chilenos no les haga gracia. Aunque siguiendo con el razonamiento en ese plano, se verá que la mayor parte de la diferencia está basada en los partidos jugados entre ambos durante el siglo pasado.

"Recalientes".

Por contrapartida, en cambio, se apunta, con razón, que este Chile de las Eliminatorias no parece tan poderoso como el de la Copa América, y acá no sólo las estadísticas señalan lo contrario: en la Copa América el local ganó el 77% de los puntos que disputó, pero desde ahí hasta hoy logró el 83%, que incluye un triunfo ante Brasil y otro frente a Perú de visitante; con un agregado importante: en lo futbolístico, Chile no hizo una gran Copa América: la conquistó con justicia y en forma inobjetable, pero sólo venció con holgura a Bolivia; empató con México y en la final se impuso por penales. Tan es así que, si muchos uruguayos "se recalentaron" por el incidente Cavani-Jara, fue porque quedó la sensación de que previo al mismo el local se estaba poniendo nervioso con el empate, ya le entraba a pesar la responsabilidad y, de no ser por la roja al salteño, iba en camino a repetir el plato que "se comió" cuando los celestes le ganaron en el estadio del Colo Colo tan sólo siete meses antes.

Pobres.

Con el citado porcentaje de puntos ganados desde julio hasta hoy (83%), el Chile actual parece ser el mejor del año, porque en todo 2015 obtuvo sólo el 71% de las unidades disputadas; y acá sí, hay un dato de la realidad futbolística que respalda lo que sugiere el indicador matemático: la conquista de la Copa América potenció a los futbolistas chilenos, pues los llevó a confiar más en sí mismos, algo que desplegando similar tipo de fútbol —tocador, vivaz, dinámico— les faltaba antes.

De manera que, de cara al partido de mañana, todo es relativo en el aspecto estadístico; o no tanto. Si no, véase que Uruguay llega con registros mucho más pobres que los de Chile: en la Copa América ganó el 33% de los puntos que jugó; de ahí hasta hoy logró el 60%; y obtuvo el 57% a lo largo de todo el año. Sin embargo, no en vano, por ejemplo, el periodista chileno Álvaro Poblete del diario "La Tercera" hace el esfuerzo de plantearse y tratar de develar por qué Chile jamás consiguió una victoria en el Centenario.

Como dice Tabárez sobre las tendencias o las rachas: "Están por algo, pero… están también para quebrarlas".

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Foto: AFP

eliminatoriasJORGE SAVIA

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