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La ley del Sunca y UPM

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El Pit-Cnt y el Frente Amplio, más o menos la misma cosa los dos, están enfrascados en hacerle la vida imposible al gobierno.

Han desatado olas de conflictividad en puntos neurálgicos del país y, como no podía ser de otra manera, en ese paquete una de las grandes prioridades es la planta de UPM en Paso de los Toros, aunque signifique trabajo para más de 6.000 personas. Y allí actúa el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) uno de los puntales del Pit-Cnt.

La ofensiva contra UPM ha ido por dos caminos, aunque hermanados en su propósito. La renovación del convenio laboral y lo ocurrido durante el paro general decretado por el Pit-Cnt del pasado 15 de septiembre, que aunque tuvo apenas el 12% de acatamiento incluyó a UPM, buscó marcar la cancha y desafiar a la LUC, la enferma obsesión de todos sus insomnios y desvelos.

Los trabajadores del Sunca, que obviamente habían adherido al paro, quisieron arrastrar a los trabajadores extranjeros, una minoría muy menor dentro de la plantilla, aunque muy especializada. Lo ocurrido es conocido: en una de las tareas de izaje (levantamiento de cargas de gran tamaño y peso) a cargo de extranjeros se produjo un incidente con representantes del Sunca que buscaron impedir la tarea. Hubo incidentes, gritos de “¡Vendido! ¡Traidor! Los vamos a correr del Uruguay”.

Y poco después, en el “Sunca Oficial” de Facebook se colgó un video, donde un dirigente que se autodefine como “Director de Seguridad e Higiene” de la obra expresa que “sepan que cuando nuestro Sunca toma medidas, ellos (los extranjeros) también las tienen que acatar porque están en nuestro territorio y bajo nuestras leyes”.

Craso error: están en territorio nacional (uruguayo) no del Sunca y su propietario es UPM según las leyes nacionales (uruguayas) y son las leyes nacionales las que se aplican (a todos) y no las del Sunca. Más allá de que la libertad de las personas es un principio fundamental del régimen constitucional del país, hay un artículo de la Ley de Urgente Consideración (el 392) que bajo el título “Libertad de trabajo y derecho de la dirección de la empresa”, establece que “El Estado garantiza el ejercicio pacífico del derecho de huelga, el derecho de los no huelguistas a acceder y trabajar en los respectivos establecimientos y el derecho de la dirección de las empresas a ingresar a las instalaciones libremente”. Tiene los mismos derechos el que hace paro como el que, en uso de su libertad, no lo hace.

Obvio que este artículo que consagra a texto expreso que las personas son libres en el Uruguay está incluido entre los 135 que el Pit-Cnt y el FA quieren derogar en el referéndum, porque prefieren la prepotencia sindical camarada.

El segundo aspecto que enfrenta UPM son las negociaciones por un nuevo convenio laboral por vencimiento del anterior. Una precisión o breve descripción previa: el avance de la planta es cada vez más notorio y eso es gracias al trabajo de unas 6.000 personas. Se han trabajado más de 10 millones de horas y el 88% de los jornales fueron realizados por uruguayos. Hoy son más de 300 empresas que se encuentran con tareas en la planta y el 75% son pymes con menos de 10 empleados cada una. ¿ Y qué pide el Sunca en esta instancia?

-Un aumento de los “premios” del orden del 400% por presentismo y no conflictividad en el ámbito laboral, aumento de viáticos y partida de transporte, pese a que UPM usa día a día casi 100 unidades de transporte para los traslados de los empleados y que en lo que va del 2021 las empresas transportistas recorrieron más de un millón de kilómetros.

-Partida alimentaria especial: actualmente existen cinco comedores para atender hasta 7.000 personas. Por día se ofrecen almuerzos con seis menús distintos para que el empleado elija. Y ahora se piden tickets para desayunos, merienda y cena.

-Se ha construido un moderno Centro Médico Especializado en Obra en la planta operado por instituciones de salud de Tacuarembó y Durazno. Ahora el Sunca reclama la construcción de una policlínica fuera del sitio de la obra, exclusiva para los trabajadores con patologías preexistentes, como pueden ser la hipertensión, diabetes y otras además del Sistema Nacional Integrado de Salud.

Se estima que acceder a todos estos reclamos -y algunos más- significa un sobrelaudo de $ 45 mil mensuales por trabajador. El equivalente a incorporar 5.000 peones más a UPM.

Quince años de gobiernos del FA y el Pit-Cnt han dejado su huella. Quieren seguir con los territorios sindicales, la falta de educación y la inseguridad que nos dio Bonomi. Pero el pueblo ya dijo no y volverá a hacerlo. Basta de Pit-Cnt y FA.

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