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Robos en Playa Hermosa

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@|La tranquilidad, principal valor de la zona, en riesgo. Cuenta regresiva. Es solo cuestión de tiempo.

Estoy convencido de que entre los ocupantes de esos terrenos debe haber escasos vietnamitas o esquimales y seguro, ningún marciano.

Apostaría a que más del 51 % son uruguayos y uruguayas (por usar una obvia aclaración estúpida) que, puestos a elegir, preferirían vivir en pleno Gorlero, Altos de la Tahona o en Punta Carretas.

En cualquier momento al honrado “ahorrista”, Balcedo, le pelan hasta el tejido con columnas y todo.

Esto pasa por gobiernos (entre ellos, todos los nuestros) que, en vez de atacar las históricas causas sociales, son desbordados por sus efectos, mientras siguen regalando dinero a cambio de nada y barriendo y ocultando los problemas bajo la alfombra. El síndrome del padre cómodo e irresponsable que se prodiga en regalos para no ocuparse de sus hijos.
Hoy nos parece imposible, pero no sería de extrañar que, no muy lejos en el tiempo, se levanten más cercos de alambre como el de la foto, para separar al, por suerte, creciente turismo de buena parte de la población uruguaya cantegrilizada, que solo tendrá acceso visual y desde lejos, a las codiciadas playas que aún disfrutamos todos.

El barrio Kennedy nació al influjo de Punta del Este, como una gris excrecencia de ésta. Nada nuevo. El hombre siempre siguió a sus presas.
Hoy estas usan coches y lentes oscuros, pero, para el ojo del cazador hambriento, siguen siendo renos y gacelas trashumantes.
Muchas de las paradisíacas playas caribeñas siguen esas tendencias: zonas privilegiadas cercadas; y a escasas manzanas, un vivero humano de mano de obra muy barata. Nada nuevo.

¿Por qué los nuestros han de ser menos que esos astutos inversores del Caribe?

Hoy, por la ineficiencia o indiferencia (cuando no connivencia) municipal y nacional, se están gestando los dramas, evitables, del futuro cercano.
La gestación de la miseria nunca es un fenómeno ruidoso, violento ni espontáneo. Sus manifestaciones sí. En los guettos en Varsovia predominaba el silencio.

Es un fenómeno mundial, no exclusivamente nuestro, si queremos que nos sirva de torpe consuelo..

En España, por ejemplo, casas y barrios decentes de Madrid, Barcelona, Alicante o La Coruña, se han desvalorizado al haber quedado sitiados, lentamente, por el avance silencioso de los “okupas”, mientras en todos los partidos políticos, con el del gobierno a la cabeza, campea la corrupción económica.

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