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Profesor Doctor Elbio Juan Zeballos (1942 - 2004)

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Dr. Henry Cohen | Montevideo
@|El pasado 26 de abril, se cumplieron 20 años del fallecimiento del Profesor Dr. Elbio Zeballos. Decíamos en aquel triste momento: “La sociedad uruguaya pierde a un humanista, médico y docente de las más altas calidades.

El Dr. Zeballos se distinguió, a lo largo de su exitosa carrera profesional, por su compromiso con el cuidado y atención de los pacientes, así como con la docencia y la investigación.

Desde joven se destacó entre sus compañeros por su don de gente, tranquilidad, espíritu componedor y fraterno.

Nunca faltaba su palabra de aliento, su firmeza y su consejo para quienes lo rodeaban.

Supo mantener silencio cuando las circunstancias lo aconsejaban, pero jamás le tembló la voz para dar a conocer sus más íntimas convicciones, cuando de principios se trataba.

Recorrió todos los peldaños de la carrera universitaria, demostrando un profundo compromiso con la Facultad de Medicina y con la Universidad de la República. La culminó con el ejercicio brillante de la Dirección de la Clínica de Gastroenterología del Hospital de Clínicas de Montevideo. Su Profesorado generó una unanimidad poco frecuente en el ambiente médico con respecto a la excelencia de su tarea, que con su estilo único, ejerció durante 12 años. Fue miembro titular de la Academia Nacional de Medicina y Secretario General de la misma. Ocupó la Presidencia de la Sociedad de Gastroenterología del Uruguay entre 1984 y 1986, culminando con un excepcional congreso nacional. En lo internacional, fue miembro de honor de múltiples Sociedades de Gastroenterología del continente americano y Presidente de la máxima Asociación de la especialidad de las tres Américas, la Asociación Interamericana de Gastroenterología (AIGE), entre 1999 y 2001. Su brillante labor permitió al Uruguay organizar el Congreso Panamericano en Octubre de 2003, del cual fue su Presidente de Honor, dando una nueva muestra de su generosidad al permitir que sus discípulos lo presidieran bajo su atenta mirada.

En el terreno científico colaboró activamente en el desarrollo de la laparoscopia diagnóstica en su país. Su verdadera pasión, la Enfermedad Celíaca lo convirtió en un especialista de talla en el tema. Últimamente, la Organización Mundial de Gastroenterología (OMGE), lo había reconocido, designándolo para co-coordinar las pautas internacionales sobre esta patología.

El Profesor Zeballos era el consultante por excelencia. Sus profundos conocimientos médicos, sus inalterables principios éticos y su equilibrio permanente, lo transformaron en la máxima figura de la especialidad en Uruguay.

Docente por naturaleza, preocupado por las nuevas generaciones y también por cada uno de sus alumnos, que se distribuyen en toda América, dejó decenas de trabajos científicos y su última obra, “Semiología Gastroenterológica”, es ya un clásico de la especialidad.

En su perfil humanista fue un estudioso de la historia de su país y también de la de la Medicina, sobre todo de la especialidad que abrazó, legando varios trabajos sobre el desarrollo de la gastroenterología en el Uruguay y en el continente.

Amó el Arte en varias de sus ramas y fue un destacado pintor. Su natural modestia le impidió mostrar más esta cualidad, en la cual lograba amalgamar su sensibilidad estética, su fino sentido del humor y de la ironía y una gran creatividad.

Fue un Amigo sin igual, siempre presente cuando se lo necesitaba, siempre dispuesto a ayudar sin pedir nada a cambio, fiel y leal como pocos.

Sin embargo, de todas sus pasiones, la más destacable fue la que desarrolló por su familia. Elbio vivió pensando en su compañera de siempre, Rosario, a quien amó y admiró y en sus maravillosos hijos, quienes vieron en su padre un verdadero ejemplo de vida, a tal grado que ambos son ya prestigiosos médicos. Muchas veces, Elbio nos manifestó que lo que él podía legar a sus hijos era un ejemplo, que si la vida se prolongaba después de la muerte, era justamente de este modo. Estamos seguros que el orgulloso padre consiguió largamente su objetivo.

El Profesor Zeballos fue un hombre justo y bueno. Así lo recordaremos”.

Hoy solo me queda decir que lo extrañamos todos los días y que está presente en su inolvidable sonrisa y en cada una de sus enseñanzas. La sociedad uruguaya toda, y la gastroenterología en particular, le deben un muy merecido homenaje.

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