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Prof. José Luis Peña

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Daniel Borbonet | Montevideo
@|Falleció el 10 de enero el “Profe Peña”; nos enseñó la diferencia entre Profesor y Maestro. Fue Maestro de la Neonatología uruguaya. Pionero de la Neonatología dentro de la Pediatría, hermanándose con la Obstetricia, para ser un puntal de la Perinatología uruguaya.

Sin dudas marcó a generaciones enteras de médicos, pediatras, neonatólogos, obstetras, enfermeras, parteras y cuanta disciplina se vinculara con los recién nacidos.

Primer Profesor de Neonatología de la Facultad de Medicina de nuestro país. Un antes y un después de él, el recién nacido pasó de ser un “niño chico” a un Ser en crecimiento y maduración en su desarrollo, desde el útero materno, el nacimiento y adaptación a la vida extrauterina. Formador de equipos, exigente, puntual como pocos, trabajador incansable, descentralizador de los conocimientos hacia todo el Interior de nuestro país.

Destacado en todos los ámbitos por los cuales transitó: en la asistencia, en la docencia, en la producción científica, en la gestión, tanto en ámbitos públicos como privados.

Pero su casa era el Pereira Rossell. En los 70, la mortalidad de los prematuros era excesivamente elevada para nuestro país. Y tomó ese gran desafío: el mejorar la sobrevida y la calidad de la misma. Así lo hizo durante toda su vida: desde el MSP, desde el ámbito hospitalario, desde la Facultad de Medicina, desde la SUP, desde el Hospital Italiano, desde Casa de Galicia, desde el Sanatorio Americano, desde la FEPREMI, desde la Academia Nacional de Medicina, desde el Hogar Español, desde la Fundación Álvarez Caldeyro Barcia alcanzando en todas ellas y tantas otras más, los más destacados títulos y cargos. Cientos de reconocimientos, nacionales y extranjeros, por su extensa trayectoria académica, asistencial y científica.

Su ejemplo era la manera de enseñar. A las 6 y 30 de la mañana ya estaba escribiendo, a las 7 y 30 en el Hospital, a las 8:00 en los pases de guardia (a quien llegara 8:05, solo con una fugaz mirada, lo decía todo); sus días eran interminables, y de noche te avisaba lo que tenía planificado para el día siguiente.

¡Cuánto nos enseñó! ¡Cuánto le debemos querido Profe! ¡Cuántos recién nacidos le deben sus vidas! ¡Cuántos familiares de nuestros neonatos de todo el país estarán eternamente agradecidos contigo!

Abrió las puertas de la Neonatología de la capital hacia nuestro profundo interior; y del Uruguay al mundo. Miles de kilómetros recorridos por todo el país, siempre capacitando con talleres, ateneos, conferencias, estimulando a los jóvenes y creando puentes permanentemente con la Obstetricia y la Pediatría.

Desde su Asturias natal en 1932 y llegando a los 2 años de edad con sus padres; conociendo al amor de su vida, María del Carmen a los 14 años, para formar juntos una tremenda familia, que lo adoraron a pesar de ser tantas veces postergados por sus queridos recién nacidos.

A tus alumnos y a los alumnos de tus alumnos nos marcaste y los que tuvimos el honor además, de ser tus amigos, nos queda solo agradecerte por tanto que nos diste.

Es solo un hasta pronto querido Profe. Te extrañaremos.

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