@|El coronavirus le ha declarado la guerra al turismo y ya le ha cerrado fronteras, le ha quebrado las dos alas, le impide moverse, es un enemigo que no da tregua y siembra la incertidumbre sobre cuándo llegará el final y la industria turística podrá ponerse de pie nuevamente.

La industria turística mundial y por lógica en Uruguay, nuevamente está sufriendo los embates de un terremoto invisible que está llevando a la quiebra de muchos prestadores turísticos.

Como es lógico suponer, la reactivación del turismo internacional que depende de la apertura de fronteras, demorará muchos meses en concretarse, lo cual ya nos indica que la temporada de verano será paupérrima en los servicios y en la cantidad y calidad de turistas.

Es por esto que Uruguay debe elaborar en forma urgente una estrategia para activar como primer paso el turismo interno y/o social, a los efectos de que la infraestructura turística vaya tomando cuerpo nuevamente y los uruguayos puedan circular por el país cuando se den las condiciones, luego de un largo confinamiento.

El Turismo Social debe ser fundamental como herramienta de penetración en miles de hogares y la forma mediante la cual se puede entrar en el micro-clima de miles de familias durante todo el año.

Esta herramienta tiene un alcance de llegado capilar departamento por departamento, pueblo por pueblo y familia por familia.

Con el adecuado plan de Turismo Social se puede lograr entrar en los hogares de todas las franjas económicas en todo el territorio nacional.

La operativa, resumiéndola, sería la siguiente:

- Perfeccionamiento y actualización del programa de Turismo Social con alcance nacional que una la época de baja hotelería y baja de transporte, con escapadas de fin de semana y de entre semana, a costos accesibles para familias de todo el país.

- Uruguay para todos, todo el año. Esto se hace mediante paquetes durante todo el año, que le garanticen a las familias uruguayas la posibilidad de disfrutar de las zonas turísticas del Uruguay a un mínimo costo y a los prestadores de servicios turísticos un movimiento de clientela que le permita cubrir con ganancias el mantenimiento de su servicio.

- Creación del cargo de "delegados de Turismo Social" que promuevan y difundan en todo el país los beneficios del Turismo Social.

- Se debe lograr la llegada de delegados de Turismo Social a cada ciudad que difundan y planteen la mejor opción de turismo para las familias y a partir de ahí entablen el diálogo turístico social.

- Llegada en red capilar a todos los hogares del país mediante el accionar de los delegados turísticos.

En concreto, la industria turística totalmente en crisis sólo se podrá levantar con un estratégico plan de Turismo Social, con paquetes elaborados con sentido común y con la facilidad de que las familias puedan hacer uso de ellos sin engorrosos trámites burocráticos y con un sistema de paquetes "todo incluido" lo cual asegura, al grupo familiar, el conocimiento previo de los costos totales de sus vacaciones.

Simultáneamente con este plan de Turismo Social, se elaborará una estrategia para atraer turistas internacionales apuntando más a la calidad que a la cantidad de turistas.

El turismo le ganará esta batalla a la "pandemia" con una estratégica combinación de captación de turismo interno y otra de captación de turistas internacionales.