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Lo que sí y lo que no

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JUAN MARTÍN POSADAS

Se podrá discutir, a algunos les gustarán y a otros les parecerán horribles, pero es innegable que ciertas cosas se han hecho y se han concretado en el Uruguay a causa del acceso al gobierno del Frente Amplio. Es igualmente innegable que otras cosas se han logrado porque el Frente Amplio no es más oposición. Veamos.

Un ejemplo de lo último es la planta de Botnia. Si el Frente Amplio hubiere estado en la oposición se hubiera opuesto con argumentos de antiglobalización, de extranjerización, de atentado ecológico y varios ítems por el estilo. Como el Frente ya no está en la oposición Botnia ha sido posible y, mañana será posible Ence y pasado alguna otra, para progreso del país. Hay progresos y realizaciones que sólo son posibles porque el Frente Amplio no está en la oposición.

Una vez que el lector haya asimilado esta aparente paradoja, atendamos a declaraciones del Director Nacional de Trabajo, Sr. Julio Baráibar en reciente reportaje. Dice Baráibar que han ascendido a lugares relevantes y de influencia dirigentes gremiales faltos de capacitación y sin experiencia.

Señala a continuación la frecuencia con que se ha cometido el error (así lo llama) de ocupar de buenas a primeras el lugar de trabajo, sin haber abierto diálogo ni entablado negociación alguna. Agrega que "los trabajadores tenemos muchos derechos pero los demás también los tienen, y eso es lo que tenemos que acomodar"

La historia reciente de los conflictos laborales está repleta de episodios desencaminados, mal llevados e inadmisibles. Desde la ocupación de aquella curtiembre de Colón el mismo día en que era premiada por el BROU como gran exportadora hasta la ocupación de la tripería que, a raíz de eso, trasladó actividades fuera del país, pasando por los trabajos en Botnia que la UMTRA dirigida por Abdala hizo perder a empresas y trabajadores nacionales.

Si eso parece historia vieja, fijémonos en los recientes paros sin sentido decretados por el sindicato de CONAPROLE. Algunos jerarcas del gobierno han empezado a recapacitar; por eso Baráibar agrega: "El uruguayo tiene que entender que vive en una sociedad organizada (…) hay sectores que no quieren entender que esto es una sociedad que les da garantías a los más débiles. ¿si me siento agredido rompo todo? No es así. Ahí tenés más para perder que para ganar".

El encauzamiento razonable de las dirigencias sindicales sólo lo puede hacer el Frente Amplio, y sólo le será posible lograrlo en este período de gobierno, mientras no está en la oposición.

Nadie más lo podrá hacer y nunca más se podrá hacer. Hoy por hoy se ha constituido en responsabilidad indelegable del Frente. No lo pueden hacer otros; todo lo que en este sentido provenga de los partidos históricos será rechazado in limine por las dirigencias sindicales (que crecerán en prestigio -irracional- cada vez que lo hagan). Tampoco lo podrá hacer el Frente Amplio ocupando el lugar de oposición: en ese cuadrante político su destino está fijado: ser el no permanente y la manija del desborde.

Así como la (necesaria) reforma del Estado, si no se hace ahora mientras el Frente está fuera de la oposición no se podrá hacer, lo mismo pasa con el encauzamiento sindical.

Agregó Baráibar: "para el país es importante la compenetración entre todos los actores, el dueño de la empresa, los cargos jerárquicos, los trabajadores y hasta el último orejón del tarro".

Nada parecido a eso se podrá escuchar desde el Frente Amplio en la oposición.

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