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¿Cómo cambió el mercado de alquileres con la llegada de extranjeros a Uruguay?

Venezolanos, cubanos y argentinos han “dinamizado mucho el mercado”, según operadores.

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Construcción de barrios privados
Construcción de barrios privados.
Foto: Leonardo Mainé

Desde hace algunos años decenas de miles de extranjeros han optado por instalarse en Uruguay para comenzar una nueva etapa, ya sea para encontrar una mejor calidad de vida o por nuevas oportunidades a nivel laboral o de inversiones.

¿Qué buscan los extranjeros a la hora de instalarse en una vivienda en Uruguay en cuanto a prestaciones? ¿Cuáles son los barrios destacados y los precios que los mismos están dispuestos a pagar? Para responder estas preguntas, El País dialogó con operadores del mercado inmobiliario.

Matías Medina, director de Macari Negocios Inmobiliarios y vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria (CIU), dijo que los extranjeros (sobre todo venezolanos y cubanos) generalmente vienen en tandas, es decir, la familia en su totalidad nunca llega junta al país. Esto se debe a que los jefes de familia primero intentan estabilizarse a nivel laboral y estudiar el entorno para ver si aquí pueden sentar bases y generar un proyecto de vida a largo plazo.

Si eso ocurre, comienzan a llegar los familiares, primero los más cercanos y luego incluso los padres de estas personas, por lo que el núcleo familiar generalmente se compone por seis personas, abuelos, padres e hijos, según Medina. A lo que suelen trabajar por largas horas, buscan zonas con buena locomoción y además priorizan los metros cuadrados con mucho espacio. En ese sentido, Medina explicó que se instalan en barrios como el Centro, Cordón, Aguada, Tres Cruces y Ciudad Vieja y por una determinada propiedad “pagan un plus que no pagaría un uruguayo”, debido a que prefieren instalarse cerca de sus colegas, debido a su sentimiento de pertenencia y sus ganas de vivir “en comunidad”, ya que no tienen problema en compartir con conocidos un piso de tres o cuatro dormitorios, aminorando de esa forma ese plus que pagan mensualmente por establecerse.

El vicepresidente de la CIU añadió que este grupo de personas “dinamizan el mercado, ya que han llegado un montón en los últimos años, sumado a que buscan diversos apartamentos dependiendo de la situación económica de cada familia. También quieren alquilar otro apartamento en el mismo edificio o en la zona “por un tema de practicidad para que se instale otro familiar”.

¿Cuál es el monto que están dispuestos a pagar? Entre $ 20.000 y $ 30.000 más gastos comunes, según Medina.

Beatriz Carámbula, presidenta de la CIU, destacó que “al tener realidades muy complejas, no les importa si el espacio es contrafrente o interno, necesitan un lugar para estar”.

Medina sostuvo que cuando estas familias alcanzan una mínima estabilidad económica y financiera (al tener generalmente más de un trabajo), buscan una propiedad con mejores prestaciones o más amplia, pero generalmente en el mismo barrio donde ya estaban instalados debido a su sentido de pertenencia entre su comunidad.

“Hay que destacar que el 80% de ellos vienen con formación y buscan revalidarla, pero mientras eso no ocurre se encuentran en una situación intermedia”, explicó el gerente de Macari.

La garantía de los pisos a alquilar tampoco es un problema para ellos, ya que las compañías aseguradoras se encontraron con que económicamente cuentan con un resguardo para poder pagarlo, según Medina.

Sin embargo, destacó que lo que sí se ha vuelto un problema en ocasiones es su trato con los vecinos locales, ya que se han generado conflictos al ser de culturas totalmente diferentes, por lo que traen consigo otras costumbres, tales como la música a todo volumen o hasta el baldeo del piso del propio apartamento, generando inundaciones en zonas del edificio.

“En su país no pueden vivir, sienten los altos gastos en relación al costo de vida. En contrapartida, aquí encuentran una rutina de calidad, por lo que pagan los precios con gusto. No tocan mucho el tema, pero la inestabilidad de sus países hace que su rutina sea diferente cada día, por lo que en Uruguay se sienten libres”, afirmó Medina.

Argentinos

Diferente es la situación de los argentinos de clase media-alta que han comenzado a instalarse en Uruguay a partir de la pandemia, generalmente en Punta del Este o también en la capital uruguaya.

Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este-Maldonado, expresó a El País que en los últimos tres años han llegado cerca de 20.000 extranjeros al departamento, generalmente personas que han expedido la ciudadanía legal, mientras que otros solo optan por quedarse por un tiempo para luego volver a la Argentina.

Destacó que buscan adecuar su casa para poder trabajar a distancia, por lo que las habitaciones deben ser espaciosas, al igual que las paredes, ya que siempre intentan instalar proyectores para realizar reuniones vía Zoom u otras plataformas similares.

La zona de influencia en Punta del Este es la península, ya que buscan tranquilidad. En ese sentido, Sena dijo que buscan apartamentos o casas grandes de tres dormitorios, donde el precio de alquiler no baja de los US$ 1.500 por mes. En cambio, si buscan que los mismos cuenten con servicios (limpieza o entretenimiento) el precio aumenta a unos US$ 2.000.

Carámbula, por su parte, sostuvo que en Montevideo los argentinos buscan instalarse en zonas como Pocitos, Punta Carretas o en barrios privados (La Tahona, Jardines de Carrasco o Los Olivos).

Valoran mucho el diseño moderno y al igual que en el este del país buscan casas o apartamentos de tres dormitorios y dos en el caso de ser una pareja. El precio varía según la zona, pero en los barrios cercanos a la rambla montevideana el precio de alquiler va de US$ 700 a US$ 1.000, mientras que en los barrios privados este asciende a US$ 2.000 y US$ 2.500.

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