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Vuelven a apuntar a Rusia por el uso de gas nervioso

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Salisbury: buscando rastros del gas nervioso Novichok, el que se usó en el caso del exespía ruso Skripal y ahora en una pareja británica que esta grave. Foto: AFP

Nueva crisis diplomática

El Reino Unido pide explicaciones a Moscú por otro caso con Novichok.

El tenso enfrentamiento entre el Reino Unido y Rusia tras el envenenamiento a los Skripal en marzo se reactivó esta semana. Londres exigió ayer jueves explicaciones a Moscú por la intoxicación de dos británicos con el mismo agente nervioso de fabricación rusa, Novichok, con el que fueron envenenados el exespía Serguei Skripal y su hija Yulia.

En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, el ministro del Interior británico, Sajid Javid, instó al Kremlin a dar explicaciones sobre la intoxicación de un hombre y una mujer, ocurrida el pasado sábado en Amesbury (sur de Inglaterra), y acusó a Rusia de "tratar de socavar" la seguridad internacional.

"Ha llegado el momento de que el Estado ruso dé un paso adelante y explique exactamente qué pasó", dijo el ministro de Interior británico, Javid. "Es totalmente inaceptable que nuestros ciudadanos sean blancos deliberados o accidentales o que se vierta veneno en nuestras calles, nuestros parques y nuestras ciudades", añadió.

Reino Unido alertó a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

Por su parte, el gobierno ruso se defendió ayer jueves asegurando no tener "informaciones sobre la sustancia utilizada". El Kremlin dijo estar "muy preocupado" por "el uso repetido de tales sustancias en Europa". "Llamamos a las fuerzas de seguridad británicas a que no cedan a los sucios juegos políticos comenzados por algunas fuerzas en Londres", declaró Maria Zajarova, portavoz de la diplomacia rusa. "El gobierno de Theresa May y sus representantes tendrán que pedir perdón", añadió.

Las similitudes entre ambos casos son evidentes, con el uso del Novichok —un agente nervioso desarrollado por la Unión Soviética en los años 70 y 80 que bloquea en minutos los mensajes de los nervios a los músculos— como principal muestra de ello.

El Gobierno británico confirmó ayer sus sospechas de que los dos incidentes estén relacionados, aunque cree que la pareja británica no fue un "objetivo deliberado" sino que baraja la hipótesis de que su intoxicación se deba a una "consecuencia" del de los Skripal.

Sin embargo, Javid apuntó a que no existe "evidencia" de que los dos nuevos intoxicados visitaran ninguna de las zonas donde previamente estuvieron los Skripal, sino que sopesan que la pareja entró en contacto con el agente nervioso en algún otro lugar. El ministro quiso así acallar las voces que apuntaron que la intoxicación podría deberse a que las labores de limpieza realizadas en esas zonas para eliminar el veneno hubieran sido insuficientes.

Los dos afectados, identificados como Charlie Rowley y Dawn Sturgess, de 45 y 44 años, respectivamente, se comenzaron a encontrar indispuestos el pasado sábado 30 de junio en la ciudad de Amesbury, a 13 kilómetros de Salisbury. Ambos fueron ingresados en estado grave en el hospital Salisbury District, el mismo donde estuvieron internados los Skripal durante semanas.

La sustancia fue enviada al laboratorio de investigación de armas químicas del Gobierno en Porton Down, en Wiltshire, donde el miércoles por la noche confirmaron que se trataba de Novichok.

Los acontecimientos están siendo tratados por el Gobierno británico "con la máxima seriedad", adelantó el ministro del Interior, después de presidir por segundo día consecutivo el comité de emergencia Cobra para abordar el caso.

La primera ministra británica, Theresa May, aseguró que la policía "removerá cielo y tierra" para aclarar este nuevo caso de envenenamiento, que calificó de "extremadamente preocupante". May se solidarizó con las dos víctimas y prometió su apoyo a la comunidad de local de Wiltshire, donde se sitúan tanto Amesbury como Salisbury. "Después del descarado y temerario intento de asesinato de los Skripal con Novichok en marzo, la comunidad mostró una tremenda fortaleza, paciencia y resistencia", declaró May desde Berlín.

Como represalia al ataque contra el exespía Skripal, de 67 años, y su hija Yulia, de 33, el pasado 4 de marzo el Gobierno británico expulsó a numerosos diplomáticos rusos, mientras que Moscú negó su implicación e hizo lo propio con diplomáticos británicos.

Vecinos alertas.

Sam Hobson, un amigo de la pareja, dos personas que en el pasado estaban en situación de calle, dijo que habían pasado la jornada del viernes en Salisbury y se encontraron mal un día después. "Debieron de tocar algo que estaba contaminado", en su opinión. También explicó que Charlie Rowley vivía desde hacía unos meses en Amesbury, en la habitación en la que fue hallada la pareja, en tanto que Dawn Sturgess se alojaba en un albergue para personas sin techo de Salisbury. Estas localidades están a unos 11 kilómetros una de otra.

La policía cerró al público varios de los lugares frecuentados por las víctimas el viernes y el sábado, incluidos una farmacia, un centro bautista y un parque de Salisbury. El albergue para personas sin techo fue evacuado.

"Estamos todos muy preocupados (...) ¿Era algo procedente de aquí?", se preguntaba un residente que no quiso dar su nombre.

Frente al pánico que amenaza con invadir a la población, el Ejecutivo quiso ser tranquilizador. Salisbury "sigue abierto al comercio. El gobierno seguirá proporcionando todo el apoyo a la comunidad local", reiteró ayer Theresa May.

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