La tormenta de nieve fue menos fuerte de lo previsto, pero obligó a cerrar escuelas y cancelar vuelos.
La tormenta Stella azotó ayer con ráfagas de viento gélido, nieve y granizo el noreste de Estados Unidos, donde las escuelas cerraron y miles de vuelos fueron cancelados. Nueva York parecía una ciudad fantasma a apenas una semana del inicio oficial de la primavera, con la visibilidad seriamente reducida y las calles blancas, semidesiertas. Pero Stella fue menos fuerte de lo previsto por el Servicio Nacional Meteorológico (SNM), que pasó su alerta a una "advertencia de clima invernal".
La nevada en Nueva York fue de 15 a 20 cm, y no como se anticipaba la víspera, de 30 a 60 cm, con ráfagas de viento de hasta 90 km/h, según el SNM.
En barrios como Brooklyn, la nieve se convirtió en una lluvia helada. El termómetro marcó -1ºC y las escuelas, los tribunales y la mayoría de los museos estuvieron cerrados.
La nieve y el granizo azotan desde Carolina del Norte hasta Maine, pasando por Nueva York, Nueva Jersey, Filadelfia y el sur de Connecticut. Los aeropuertos de Nueva York —JFK, Newark y La Guardia— estuvieron casi paralizados, con cerca del 75% de sus vuelos anulados.
Los aeropuertos de Washington, Filadelfia, Boston y en menor medida Chicago también se vieron afectados. Más de 7.800 vuelos hacia o provenientes de Estados Unidos fueron anulados desde el lunes, según FlightAware. El metro sí funcionó, igual que los buses.
El SNM predijo que la tormenta en Nueva York, la mayor ciudad de Estados Unidos con 8,4 millones de habitantes, ya no será la más grande del año porque avanzó a lo largo de la costa. La tormenta obligó a aplazar al viernes un encuentro en Washington entre el presidente Donald Trump y la canciller alemana Angela Merkel, previsto para ayer martes.
La peor tormenta de nieve en la historia de Nueva York tuvo lugar en enero de 2016, con un saldo de al menos 18 muertos. En un solo día, el 23 de enero, la ciudad tuvo 69,34 cm de nieve, registrados en Central Park.
videoAFP