ELECCIONES

El país que sale de las urnas es totalmente diferente a lo que mostraban las encuestas y, sobre todo, a lo que parecía indicar el rechazo del presidente. El bolsonarismo mostró una fuerza mucho mayor de lo que imaginaban los del otro campo político. El sueño de Lulade ganar la primera vuelta se ha convertido en una pesadilla, y la diferencia entre ambos está en el margen de error, que hace indefinida la segunda vuelta.

Por primera vez en los últimos tiempos , no hay un candidato favorito para la segunda vuelta, y Bolsonarosale fuerte en el Congreso, reforzando su representación en el Senado. La fuerza del bolsonarismo en San Pablo hace que el sueño del PT de conquistar el gobierno en ese estado cada vez esté más lejos por primera vez. En Minas Gerais, el gobernador Zema elegido en primera vuelta no podrá alejarse de la campaña presidencial a favor de Bolsonaro. Parece que la mejora de la economía ha pesado mucho más de lo que imaginaban los opositores de Bolsonaro.

La tendencia conservadora del votante brasileño ya era conocida, pero hasta la irrupción de Bolsonaro no había ningún líder político que unificara a ese votante en torno a valores considerados regresivos. No son solo los institutos de investigación los que deben revisar sus parámetros, sino también el partido de centroizquierda.

La segunda vuelta será disputada por dos líderes políticos independientes de los partidos políticos. Lula es más grande que PT. Bolsonaro simplemente no cree en los partidos. El tema de la corrupción atrapó mucho al expresidente, aunque Bolsonaro también estuvo involucrado en acusaciones del mismo contenido. Pasar a la segunda vuelta ya es una frustración para el PT. Pero la segunda vuelta será mucho más difícil con Bolsonaro teniendo apoyos no supuestos en San Pablo, con Tarcísio de Freitas al frente, en Minas Gerais con Zema elegido en primera vuelta , así como Cláudio Castro en Río de Janeiro .

Lula, a pesar de la victoria en la primera vuelta, se fue con una diferencia menor a la que esperaba . Y Bolsonaro pasa más fuerte, casi con empate técnico. Nunca había sido tan cierta la tradicional frase de que la segunda vuelta es una nueva elección.