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Presionan a Madrid para endurecer las restricciones por el avance del coronavirus

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Un trabajador de la salud se encuentra dentro de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de La Paz en medio del brote de la enfermedad por coronavirus. Foto: Reuters
A health worker stands inside Intensive Care Unit at La Paz hospital amid the outbreak of the coronavirus disease (COVID-19), in Madrid, Spain September 28, 2020. REUTERS/Sergio Perez
SERGIO PEREZ/REUTERS

LUCHA CONTRA LA PANDEMIA

Pedro Sánchez aplica presión total para tratar de forzar la mano del ejecutivo madrileño, que como ocurre con todas las regiones autónomas de España, dicta sus propias políticas de salud.

El gobierno de España amenazó ayer lunes con hacer “lo que haga falta” si las autoridades regionales de Madrid no toman medidas contundentes para frenar el avance descontrolado del COVID-19 en la capital, epicentro de la epidemia en el país.

Si la administración regional de Madrid no rectifica y endurece su estrategia ante el virus, “no tenga duda de que (el gobierno central) está preparado para afrontar lo que haga falta”, advirtió en una entrevista con la radio pública RNE el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.

“Ya vamos tarde (...), no hay que tomárselo como un juego”, insistió en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras una reunión con autoridades madrileñas de salud también ayer lunes en la que no hubo avances. “Cuanto más tardemos, más duras serán las medidas que tendremos que tomar”, agregó.

Desde finales de la semana pasada el gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez aplica presión total para tratar de forzar la mano del ejecutivo madrileño, que como ocurre con todas las regiones autónomas de España, dicta sus propias políticas de salud.

Ante una incidencia del virus, que con 775 casos por cada 100.000 habitantes dobla la del conjunto de España, el país de la Unión Europea con el peor índice, el gobierno regional de Madrid impuso hace una semana limitaciones a la movilidad en las zonas más afectadas.

Ayer lunes, esas restricciones, que impiden a las personas salir de sus vecindarios salvo para ir a trabajar o al médico, se ampliaron a poco más de 1 millón de los 6,6 millones de habitantes de la región.

Algo insuficiente para el gobierno, que exige limitar los movimientos de la ciudad capital (más de 3 millones de habitantes) y otras áreas con alta incidencia del virus de la región madrileña, que concentra un tercio de los casos confirmados y decesos de toda España en la pandemia (748.266 contagios y 31.411 decesos), y reducir aún más aforos de bares y restaurantes.

“Madrid no se puede cerrar”, zanjó Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP) que dirige la coalición de derecha que gobierna la región, advirtiendo del impacto económico de volver a confinar Madrid.

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