La votación en la Cámara de Diputados que se llevará a cabo el próximo domingo es sólo el segundo paso en el proceso de impeachment.

El domingo 17 de abril se llevará a cabo la votación en la Cámara de Diputados brasileña para aprobar el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Para que esto ocurra, el impeachment debe pasar por cinco instancias.

Comisión especial

El primer paso se dio el pasado 11 de abril, cuando una comisión especial de Diputados recomendó iniciar un juicio político contra la mandataria.

Votación en Diputados

El domingo se llevará a cabo el segundo paso en este proceso de impeachment. La Cámara de Diputados brasileña está integrada por 513 representantes. para que el proyecto sea aprobado, se necesita el voto positivo de 2/3 de sus integrantes (342).

Según informa Jornal O Globo, la oposición se aseguró el voto de 344 representantes (alcanzaría para aprobar el recurso) y el oficialismo 120, mientras que los restantes 49 diputados no han hecho pública su posición.

En caso de que el proyecto se apruebe, pasará al senado.

Votación en el Senado

Para aprobar el proyecto en la Cámara de Senadores se necesita una mayoría simple, con la que según O Globo ya cuenta la oposición. Los senadores a favor del impeachment serían 44, 19 estarían en contra y los 18 restantes están indecisos o directamente decidieron no responder a la consulta de la prensa brasileña.

Apartamiento

Si el Senado aprueba el recurso presentado por el presidente de Diputados, Eduardo Cunha, Rousseff será suspendida en sus funciones durante un plazo máximo de 180 días, mientras se lleva a cabo el juicio.

Durante ese período, el presidente en funciones será el actual vicepresidente, Michel Temer, que en las últimas semanas confirmó que dejaba el oficialismo para pasar al bloque opositor.

Con la presidenta fuera del cargo y el desarrollo del juicio durante los 180 días de plazo, El plenario del Senado deberá aprobar, por mayoría de 2/3 (se necesitan 54 votos en 81), la destitución de la mandataria.

Destitución

Luego de cumplidas todas las etapas y de que 2/3 del Senado voten a favor de la destitución, Rousseff sería removida de su cargo, además de quedar inhabilitada para ser candidata en el elecciones por un plazo de ocho años.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, que este viernes se reunirá con Dilma Rousseff, manifestó su preocupación con la "credibilidad" de quienes decidirán si será sometida a un juicio con miras a su destitución.

"Preocupado con (la) credibilidad de algunos de aquellos que juzgarán y decidirán el proceso" contra Rousseff, escribió en su cuenta de Twitter.

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También apuntó que Rousseff "está siendo juzgada de una forma diferente: ella no es acusada de ningún crimen".

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El excanciller uruguayo respaldó así la posición del Gobierno, que califica el proceso contra la mandataria de "golpe" y niega que haya cometido algún "delito de responsabilidad", como se definen en la Constitución brasileña las causas que pueden llevar a destituir a un mandatario.

Según la acusación, Rousseff incurrió en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.

El gobierno, sin embargo, sostiene que eso fue hecho dentro del marco legal, aunque ha admitido que esas maniobras pudieran haber constituido alguna "falta" administrativa, que la Constitución no castiga con una destitución.

Almagro será recibido por Rousseff en el Palacio presidencial de Planalto, al mismo tiempo que en la vecina sede del Parlamento el pleno de la Cámara de Diputados celebra la primera de tres sesiones en las que definirá si el proceso avanza a la instancia definitiva del Senado.

El trámite ha sido retomado después de que la Corte Suprema rechazara, esta madrugada, una demanda presentada por la Abogacía General del Estado, que pedía anular parte del proceso por supuestos "vicios procesales".

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