Tragedia en Italia
Se derrumbó un tramo del puente Morandi, parte de una autopista que usan a diario miles de persona.
En medio de impresionantes bloques de concreto, cientos de socorristas buscaban anoche sin descanso a sobrevivientes del puente que colapsó en Génova. "No dejaremos de buscar personas hasta que estemos seguros de que nadie se encuentre bajo los escombros", aseguró el jefe de los bomberos, Bruno Frattasi.
El ministro del Interior, Matteo Salvini indicó que al menos 35 personas murieron y que hay muchos heridos graves. Salvini viajará hoy miércoles a Génova junto con el primer ministro Giuseppe Conte, el líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, y el ministro de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli.
El derrumbe se produjo en torno a las 12.00 hora de Italia (07.00 en Uruguay), cuando un tramo de unos 50 metros del puente Morandi, de 1.182 metros de longitud y una altura de 90 metros, se cayó, sepultando bajo los escombros a varios vehículos.
Ayer nadie se atrevía a dar un balance definitivo de las víctimas por el derrumbe del puente Morandi, que muchos genoveses han cruzado durante toda su vida y que conocen por sus diferentes problemas y sus costosas y polémicas obras de mantenimiento. Entre los muertos hay al menos un niño.
Emanuele Giffi, encargada de coordinar a los 300 bomberos que trabajan en el rescate, dijo que todas las víctimas estaban cruzando el puente cuando cayeron al vacío.
Algunos de los supervivientes presentan fuertes traumas y son evacuados en camillas anaranjadas por los helicópteros, una visión que aparece casi como un milagro.
En la zona delimitada a los socorristas, casi todos expertos en temblores, los perros siguen rastros, buscan cuerpos en medio de chatarras y bloques de cemento.
Las familias de las víctimas reciben asistencia psicológica. No muy lejos, un grupo de cerca quince personas observa el vacío dejado por el puente, las mujeres lloran. Un olor de alcantarillado, de tubería rota invade la zona.
"Vivo allá, el puente lo veo todos los días y caminaba por debajo de él todos los días a pie", contó Ibou Touré, un senegalés de 23 años. "Nunca me sentía seguro, escuchábamos ruidos todo el tiempo, sobre todo cuando los camiones pasaban", confiesa como si se hubiera salvado por milagro.
Para muchos ha sido una tragedia anunciada porque el puente presentaba grietas e inclu- sive se había propuesto su demolición.
La zona del accidente es muy poblada y según la empresa encargada del mantenimiento de las autopistas, Autostrade, el tramo que colapsó estaba en obras.
"La gente que vive en Génova utiliza este puente dos veces al día. No podemos vivir con infraestructuras construidas en los años 1950 y 1960", dijo el viceministro de Transporte, Edoardo Rixi.
Este puente es una de las principales arterias hacia la Riviera Italiana y la costa sur de Francia.
El derrumbe afectó también la parte del estacionamiento de la fábrica Ansaldo Energía de Génova, una de las principales plantas de producción de energía eléctrica de Italia, que se encuentra debajo del viaducto. La planta está vacía debido a la fiesta del 15 de agosto, cuando todo el país se paraliza.
La policía no descarta que se trate de un fallo estructural del puente y una investigación judicial ha sido abierta para establecer quiénes son los responsables de la tragedia. El puente "enfermo", como era llamado, fue realizado por el ingeniero Riccardo Morandi, el mismo autor del puente General Urdaneta de Maracaibo, en Venezuela, uno de los más largos en el mundo. En la noche del 6 de abril de 1964 un tramo de este puente en Venezuela también se derrumbó.
Atlantia, parte del grupo Benetton
El grupo italiano Atlantia, concesionario de la autopista que se derrumbó en Génova, tiene intereses en Brasil, Chile y España, entre otros países, y pertenece en parte al grupo Benetton. Atlantia gestiona más de 5.000 km de autopistas, sobre todo en Italia, donde se encarga del 51% de la red, incluido el eje Milán-Bolonia-Florencia-Roma-Nápoles. El grupo se unió recientemente con el tándem germano-español Hochtief-ACS para adquirir por 18.200 millones de euros al grupo español Abertis, que se presenta como el primer concesionario de carreteras en el mundo, con más de 8.600 km en 15 países.
La construcción del puente Morandi, a menos de cinco kilómetros al oeste del puerto viejo de Génova, se llevó a cabo en la década de los años 1960 (se terminó en 1967). El paso elevado de la autopista A10 cruza varias vías de tren, edificios y el río Polcevera, situado a unos 100 metros debajo del puente. El accidentado relieve de Génova implica que las carreteras que atraviesan la ciudad y sus alrededores se caracterizan por tener largos puentes y túneles. El puente fue restaurado en 2016. Mide 1.182 metros de longitud y tiene una altura de cerca de 100 metros.
"Todos los responsables van a pagar"
El Gobierno italiano exigió responsabilidades tras el derrumbe del puente en Génova, que ha dejado una treintena de muertos y generado un debate sobre el estado de las carreteras del país. "Como italiano, haré todo lo que esté en mi mano para tener nombres y apellidos de los responsables pasados y presentes, porque es inaceptable que en Italia se muera así", declaró el ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini. En la misma línea se han mostrado otros miembros del Ejecutivo, formado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, como el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, quien afirmó que "todos los responsables pagarán". Las causas del derrumbe aún se desconocen. Sin embargo, ya se ha despertado en el país un debate sobre el estado de las carreteras, y sobre ello Toninelli dijo que esa autopista estaba gestionada por parte de la compañía Autostrade per lItalia, filial de Atlantia. "Autostrade per lItalia tenía una concesión del Estado para encargarse de la gestión y del mantenimiento de esta carretera. El mantenimiento es absolutamente competencia de Autostrade", insistió.
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