ESTADOS UNIDOS
El magnate de 77 años -divorciado, padre de dos hijas - se convirtió en el décimo octavo postulante en la carrera demócrata para las elecciones presidenciales de 2020.
Gurú de la información financiera, alcalde de Nueva York durante 12 años, activista contra el cambio climático, el hiperactivo multimillonario Michael Bloomberg siempre ha tenido la ambición de postularse a la Casa Blanca.
Ayer, el magnate de 77 años -divorciado, padre de dos hijas - se convirtió en el décimo octavo postulante en la carrera demócrata para las elecciones presidenciales de 2020.
Bloomberg llega tarde a esta batalla, que pese a la deserción de varios en el camino, continúa atestada, con la presencia incluso de otro multimillonario, Tom Steyer. Sin embargo, espera que su fortuna -según Forbes es el noveno hombre más rico del mundo- le permita alcanzar al grupo de favoritos, entre los cuales se ubican los senadores Bernie Sanders (78) y Elizabeth Warren (70), dos fuertes críticos de Wall Street a los que acusa de defender puntos de vista “extremistas”.
El día del anuncio, Bloomberg lanzó una campaña de avisos de televisión por un récord de 31 millones de dólares, considerada antidemocrática por Sanders y Warren, quienes lo acusaron de intentar “comprar” las elecciones presidenciales.
Bloomberg piensa desde hace tiempo en desafiar a Donald Trump, otro multimillonario originario de Nueva York a quien llegó a elogiar cuando era alcalde, pero a quien repudió apenas el actual presidente se embarcó en política.
“Representa una amenaza existencial para nuestro país y nuestros valores. Si gana otra vez la presidencia, podríamos no recuperarnos nunca de los daños”, dice el texto en el que explica los motivos de su lanzamiento.
“Soy neoyorquino, y los neoyorquinos saben cómo reconocer a los estafadores”, había dicho sobre Trump en 2016. Ese año, Bloomberg había acariciado la idea de presentarse a la carrera presidencial como independiente, pero se decidió a apoyar la candidatura de Hillary Clinton por temor a dividir al electorado demócrata.
Rechaza las etiquetas políticas: es conservador en economía, pero apoya el aborto, los derechos de los homosexuales y el control de armas. Bloomberg destaca sus cualidades gerenciales que en tres mandatos como alcalde le permitieron revitalizar Nueva York tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, así como sus esfuerzos por regular las armas de fuego y su lucha contra el cambio climático. Ha financiado proyectos en el país para reducir las emisiones de carbono.